2429 casos en 6 traducciones

'También' en la Biblia

Y dí mi corazón á conocer la sabiduría, y también á entender las locuras y los desvaríos: conocí que aun esto era aflicción de espíritu.

Dije yo también en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad.

Poseí siervos y siervas, y tuve hijos de familia; también tuve posesión grande de vacas y ovejas, sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén.

Amontoné también plata y oro, y tesoro preciado de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, y todos los deleites de los hijos de los hombres, instrumentos músicos y de todas suertes.

Y me engrandecí y superé a todos los que me precedieron en Jerusalén; también la sabiduría permaneció conmigo.

El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el loco anda en tinieblas. Y también entendí yo que un mismo suceso acaecerá al uno que al otro.

Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al loco me sucederá también a mí. ¿Para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.

Porque ni del sabio ni del loco habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el loco.

¿Y quién sabe si será sabio, o loco, el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que me hice sabio debajo del sol? Esto también es vanidad.

¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia, y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.

Porque todos sus días no son sino dolores, y sus ocupaciones molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.

Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le da sabiduría y ciencia y alegría, mas al pecador le dio la ocupación de que recoja y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

Me dije también en cuanto a los hijos de los hombres: ``Ciertamente Dios los ha probado para que vean que son como los animales."

He visto asimismo que todo trabajo y toda rectitud de obras mueve la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

Es el hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se sacian de sus riquezas, ni piensa: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.

No tiene fin todo el pueblo que fue antes de ellos; tampoco los que vendrán después estarán con él contentos. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

Cuando los bienes se aumentan, también se aumentan los que los comen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?

Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar al viento?

Porque la risa del loco es como el estrépito de las espinas debajo de la olla. Y también la risa o la prosperidad del loco es vanidad.

Bueno es que tomes de esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque el que a Dios teme, saldrá con todo.

porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces.

Entonces vi también que los impíos sepultados vinieron aún en memoria; mas los que frecuentaban el lugar santo, fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde con rectitud habían obrado. Esto también es vanidad.

Aunque el que peca haga mal cien veces, y le sea prolongado el juicio, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temieren ante su presencia;

Hay otra vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos los cuales son pagados como si hicieran obras de impíos; y hay impíos, que son pagados como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.

Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida; y después, a los muertos.

También su amor, y su odio y su envidia, feneció ya: ni tiene ya más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol.

También vi esta sabiduría debajo del sol, la cual me es importante:

cuando también temerán de lo alto, y los tropezones en el camino; y florecerá el almendro, y se cargará la langosta, y se perderá el apetito; porque el hombre va a la casa de su siglo, y los endechadores andarán en derredor por la plaza.

El Predicador, además de ser sabio, enseñó también sabiduría al pueblo; y ponderó, investigó y compuso muchos proverbios.

He aquí que tú eres hermoso, oh amado mío, y suave; nuestro lecho también florido.

{pero} sin igual es mi paloma, mi perfecta, es la {hija} única de su madre, la preferida de la que la dio a luz. Las doncellas la vieron y la llamaron bienaventurada, {también} las reinas y las concubinas, y la alabaron, {diciendo:}

También volveré mi mano contra ti, te limpiaré de tu escoria como con lejía, y quitaré toda tu impureza.

Su tierra está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos; ni sus carros tienen número.

También su tierra se ha llenado de ídolos; adoran la obra de sus manos, lo que han hecho sus dedos.

La había cercado, y despedregado, y plantado de vides escogidas; había edificado en medio de ella una torre, y también asentado un lagar en ella; y esperaba que diera uvas, y dio uvas silvestres.

Y haré que quede desolada; no será podada ni labrada, y crecerán zarzas y espinos. También mandaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella.

Dijo entonces Isaías: Oíd ahora, casa de David. ¿No os basta ser molestos a los hombres, sino que también lo seáis a mi Dios?

En aquel día raerá el Señor con navaja alquilada, con los que habitan del otro lado del río, es a saber, con el rey de Asiria, cabeza y pelos de los pies; y aun la barba también quitará.

Acontecerá también en aquel tiempo, que el lugar donde había mil vides que valían mil siclos de plata, será para los espinos y para los cardos.

Como hice a Samaria y a sus ídolos, ¿no haré también así a Jerusalén y a sus ídolos?

Mas volarán sobre los hombros de los Filisteos al occidente, meterán también á saco á los de oriente: Edom y Moab les servirán, y los hijos de Ammón les darán obediencia.

Yo he dado órdenes a mis consagrados, también he llamado a mis guerreros, a los que se regocijan de mi gloria, para {ejecutar} mi ira.

También sus pequeños serán estrellados delante de sus ojos; serán saqueadas sus casas y violadas sus mujeres.

sino que allí descansarán los moradores del desierto, y llenas estarán sus casas de búhos; también habitarán allí los avestruces, y allí brincarán las cabras peludas.

Todos ellos darán voces, y te dirán: ¿Tú también enfermaste como nosotros, y como nosotros fuiste?

También claman Hesbón y Eleale, se oye su voz hasta Jahaza. Por tanto, gritarán los hombres armados de Moab, su alma tiembla dentro de ella.

Porque los campos de Hesbón se han marchitado, {también} las vides de Sibma; los señores de las naciones pisotearon sus mejores racimos, hasta Jazer alcanzaban {y} se extendían por el desierto; sus sarmientos se extendían {y} pasaban el mar.

Y será como el segador que coge la mies, y con su brazo siega las espigas; será también, como el que coge espigas en el valle de Refaim.

Los pescadores también se entristecerán; y harán duelo todos los que echan anzuelo en el río; y desfallecerán los que extienden red sobre las aguas.

El centinela responde: Viene la mañana y también la noche. Si queréis preguntar, preguntad; volved otra vez.

También Elam tomó la aljaba en un carro de hombres, y de caballeros; y Kir descubrió el escudo.

Su provisión era de las sementeras que crecen con las muchas aguas del Nilo, de la mies del río. Fue también feria de gentiles.

Y sucederá así como al pueblo, también al sacerdote; como al siervo, así a su señor; como a la criada, así a su señora; como al que compra, así al que vende; como al que presta, así al que toma prestado; como al acredor, así al deudor.

También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado: á tu nombre y á tu memoria es el deseo del alma.

SEÑOR, tú nos depararás paz; porque también obraste en nosotros todas nuestras obras.

Acontecerá también en aquel día, que habrá tañido con gran voz de shofar; y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido echados en tierra de Egipto, y adorarán al SEÑOR en el Monte santo, en Jerusalén.

Mas también éstos erraron con el vino; y con la sidra se entontecieron. El sacerdote y el profeta, erraron con la sidra, fueron trastornados del vino, se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.

Entonces serás humillada, desde el suelo hablarás, y desde el polvo {donde} estás postrada {saldrá} tu habla. Tu voz será también como la de un espíritu de la tierra, y desde el polvo susurrará tu habla.

Los afligidos aumentarán también {su} alegría en el SEÑOR, y los necesitados de la humanidad se regocijarán en el Santo de Israel.

Todos se avergonzarán a causa de un pueblo que no les trae provecho, {no les sirve} de ayuda ni de utilidad, sino de vergüenza y también de oprobio.

También los bueyes y los asnos que labran la tierra comerán forraje salado, que ha sido aventado con pala y con bieldo.

Porque Tofet está diputada desde ayer para el rey de Babilonia, también está aparejada; la cual ahondó y ensanchó su hoguera de fuego, y mucha leña. El soplo del SEÑOR, como arroyo de azufre, que la encienda.

Mas él también es sabio, para guiar el mal, ni hará mentirosas sus palabras. Se levantará, pues, contra la casa de los malignos, y contra el auxilio de los obradores de iniquidad.

Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén, defendiendo, también la librará, pasando, la preservará.

¡Ay de ti, que saqueas, y nunca fuiste saqueado; el que haces deslealtad, y que nadie la hizo contra ti! Cuando acabares de saquear, serás tú también saqueado; y cuando acabares de hacer deslealtad, se hará también contra ti.

Oh SEÑOR, ten misericordia de nosotros, a ti esperamos; tú que fuiste fortaleza de su pueblo al principio, sé también nuestra salud en tiempo de la tribulación.

Todo el ejército de los cielos se consumirá, y los cielos se enrollarán como un pergamino; también todos sus ejércitos se marchitarán como se marchita la hoja de la vid, o como se marchita {la} de la higuera.

Espinos crecerán en sus palacios, ortigas y cardos en sus ciudades fortificadas; será también guarida de chacales {y} morada de crías de avestruz.

Y las bestias monteses se encontrarán con los gatos cervales, y el sátiro gritará a su compañero; la lamía también tendrá allí asiento, y hallará para sí reposo.

Allí anidará el cuclillo, conservará sus huevos, y sacará sus pollos, y los juntará debajo de sus alas. También se ayuntarán allí buitres, cada uno con su compañera.

Florecerá profusamente, y también alabará y cantará con júbilo; la honra del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del SEÑOR, la hermosura del Dios nuestro.

Y esto te será por señal: Comerás este año lo que nace de suyo, y el año segundo también lo que nace de suyo; y el año tercero sembraréis, y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis su fruto.

También había dicho Ezequías: ¿Qué señal tendré de que subiré a la casa de Jehová?

Traigan, y anúnciennos lo que ha de venir: dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos nuestro corazón en ello; sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de venir.

El hombre después se servirá de él para quemar, y tomará de ellos para calentarse; encenderá también el horno, y cocerá panes; hará también un dios, y lo adorará; fabricará un ídolo, y se arrodillará delante de él.

La mitad {del leño} quema en el fuego; sobre {esta} mitad prepara un asado, come carne y se sacia. También se calienta, y dice: ¡Ah!, me he calentado, he visto la llama.

Ninguno reflexiona; no tienen conocimiento ni inteligencia para decir: He quemado la mitad en el fuego, y también he cocido pan sobre sus brasas. He asado carne y {la} he comido; y del resto ¿haré una abominación? ¿Me postraré ante un pedazo de madera?

Que llamo desde el oriente al ave de rapiña, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, por eso lo haré venir; lo pensé, y también lo haré.

Será descubierta tu desnudez, también será expuesta tu vergüenza; tomaré venganza y no perdonaré a hombre alguno.

Oyeme, Jacob, y tú, Israel, llamado mío: Yo mismo, yo el primero, también yo el postrero.

Tu simiente también habría sido como la arena, y los renuevos de tus entrañas como los granos de arena; su nombre nunca sería cortado, ni raído de mi presencia.

Ha hecho mi boca como espada afilada, en la sombra de su mano me ha escondido; me ha hecho también como saeta escogida, en su aljaba me ha escondido.

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