149 casos

'Ti' en la Biblia

Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.

Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el malo no habitará junto a ti.

Destrúyelos, oh Dios; caigan por sus propios consejos; por la multitud de sus transgresiones échalos fuera, porque se rebelaron contra ti.

Pero alégrense todos los que en ti confían; para siempre den voces de júbilo, porque tú los defiendes: En ti se regocijen los que aman tu nombre.

«Sigaión de David, que cantó a Jehová sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín.» Jehová Dios mío, en ti he confiado: Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;

Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo;

mis enemigos volvieron atrás; caerán y perecerán delante de ti.

Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; sean juzgadas las gentes delante de ti.

Tú lo has visto; porque tú miras la maldad y la vejación, para cobrar venganza con tu mano: En ti se refugia el pobre, tú eres el amparo del huérfano.

Muestra tus maravillosas misericordias, tú que con tu diestra salvas a los que en ti confían de los que se levantan contra ellos.

En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste.

Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en ti, y no fueron avergonzados.

Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

Oye, oh Jehová, mi voz cuando a ti clamo; y ten misericordia de mí, respóndeme.

«Salmo de David» A ti clamaré, oh Jehová, Roca mía; no te desentiendas de mí; Para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden a la fosa.

Oye la voz de mis ruegos cuando a ti clamo, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.

A ti, oh Jehová, clamaré; y al Señor suplicaré.

Por tanto a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.

«Al Músico principal: Salmo de David» En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás: Líbrame en tu justicia.

¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado para los que en ti confían, delante de los hijos de los hombres!

Y decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; mas tú oíste la voz de mis súplicas, cuando a ti clamé.

No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento: Cuya boca ha de ser sujetada con cabestro y con freno, para que no lleguen a ti.

Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti.

He aquí diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti: Ciertamente el hombre, aun en su mejor estado, es completa vanidad. (Selah)

Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea engrandecido.

«Al Músico principal: Masquil para los hijos de Coré» Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

Dios mío, mi alma está abatida dentro de mí; me acordaré por tanto de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; en tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.

Todo esto nos ha sobrevenido, pero no nos hemos olvidado de ti; y no hemos faltado a tu pacto.

Pero por causa de ti nos matan cada día; somos contados como ovejas para el matadero.

Con vestidos bordados será llevada al Rey; vírgenes en pos de ella: Sus compañeras serán traídas a ti.

Oye, pueblo mío, y hablaré: Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo.

Contra ti, contra ti sólo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos: Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.

Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo: Porque Dios ha esparcido los huesos del que acampó contra ti: Los avergonzaste, porque Dios los desechó.

Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.

«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva» Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos.

Fortaleza mía, a ti cantaré; porque eres, oh Dios de mi refugio, el Dios de mi misericordia.

cuando me acuerdo de ti en mi lecho, y medito en ti en las vigilias de la noche.

«Al Músico principal: Salmo: Cántico de David» A ti es plácida la alabanza en Sión, oh Dios; y a ti se pagarán los votos.

Bienaventurado el que tú escogieres, e hicieres acercarse a ti, para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.

Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.

No sean avergonzados por mi causa los que esperan en ti, oh Señor Jehová de los ejércitos; no sean confundidos por causa mía los que te buscan, oh Dios de Israel.

Mas yo a ti elevo mi oración, oh Jehová, en tiempo aceptable; oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salvación, escúchame.

Tú sabes mi afrenta, y mi confusión, y mi oprobio; delante de ti están todos mis enemigos.

Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salvación: Engrandecido sea Dios.

En ti, oh Jehová, he esperado; no sea yo avergonzado jamás.

Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, oh Dios mío: tu verdad cantaré a ti con el arpa, oh Santo de Israel.

Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán: Tú cortarás a todo aquel que fornicando, se aparta de ti.

No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

y la planta que plantó tu diestra, y el renuevo que para ti afirmaste.

Así no nos apartaremos de ti: Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.

Reina Valera Gómez (© 2010)