1338 casos en 6 traducciones

'Todas' en la Biblia

Y hablaron por él los hermanos de su madre a oídos de todos los señores de Siquem todas estas palabras; y el corazón de ellos se inclinó en favor de Abimelec, porque decían: Nuestro hermano es.

Entonces Jefté vino con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo eligió por su cabeza y príncipe; y Jefté habló todas sus palabras delante del SEÑOR en Mizpa.

Además, Israel ha estado habitando por trescientos años en Hesbón y sus aldeas, en Aroer y sus aldeas, y todas las ciudades que están a los términos de Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en ese tiempo?

Y el ángel del SEÑOR respondió a Manoa: La mujer se guardará de todas las cosas que yo le dije.

Y su mujer le respondió: Si el SEÑOR nos quisiera matar, no tomaría de nuestras manos el holocausto y el presente, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni según el tiempo nos habría anunciado esto.

Y dijo Sansón: ¡Muera yo con los filisteos! Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que {estaba} en él. Así que los que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida.

Y el anciano dijo: Paz sea contigo. Permíteme {suplir} todas tus necesidades; pero no pases la noche en la plaza.

Y los cantones de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, se hallaron presentes en la reunión del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sacaban espada.

y tomaremos diez hombres de cada ciento por todas las tribus de Israel, y de cada mil ciento, y mil de cada diez mil, que lleven bastimento para el pueblo que irá contra Gabaa de Benjamín, para hacerles conforme a toda la locura que ha cometido en Israel.

Y los varones de Israel volvieron contra los hijos de Benjamín, y los pasaron a espada, a hombres y bestias en la ciudad, y todo lo que fue hallado; asimismo pusieron fuego a todas las ciudades que hallaban.

Y dijeron los hijos de Israel: ¿Quién de todas las tribus de Israel no subió a la reunión delante del SEÑOR? Porque se había hecho gran juramento contra el que no suba al SEÑOR en Mizpa, diciendo: Sufrirá muerte.

Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros seréis hoy testigos de como tomo todas las cosas que fueron de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón, de mano de Noemí.

Y cuando venía el día, Elcana sacrificaba, y daba a Penina su mujer, a todos sus hijos y a todas sus hijas, a cada uno su parte.

Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciera sobre mi altar, y quemara incienso, y llevara efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas encendidas de los hijos de Israel.

¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis presentes, que yo mandé ofrecer en mi tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?

Y verás competidor en mi tabernáculo, en todas las cosas en que hiciere bien a Israel; y en ningún tiempo habrá viejo en tu casa.

Aquel día yo despertaré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa. Cuando comenzare, también acabaré.

Y {Elí} dijo: ¿Cuál es la palabra que {el S{EÑOR}} te habló? Te ruego que no me la ocultes. Así te haga Dios, y aún más, si me ocultas algo de todas las palabras que te habló.

y ratones de oro conforme al número de todas las ciudades de los filisteos pertenecientes a los cinco cardinales, en rescate por los de las ciudades fuertes y por los moradores de los campos, hasta la gran piedra sobre la cual pusieron el arca del SEÑOR. Tienen esto en memoria en el campo de Josué, bet-semita hasta hoy.

Y dijéronle: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no van por tus caminos: por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como todas las gentes.

Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, que me han dejado y han servido a dioses ajenos, así hacen también contigo.

Y dijo Samuel todas las palabras del SEÑOR al pueblo que le había pedido rey.

Y nosotros seremos también como todas las gentes, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras.

Y oyó Samuel todas las palabras del pueblo, y las refirió en oídos del SEÑOR.

Y él le respondió: He aquí ahora que en esta ciudad esta el varón de Dios, que es varón insigne; todas las cosas que él dijere, sin duda vendrán. Vamos, ahora, allá; por ventura nos enseñará nuestro camino por donde hayamos de ir.

Y Saúl respondió, y dijo: ¿Por ventura no soy yo hijo de Jemini, de las más pequeñas tribus de Israel? Y mi familia ¿no es la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, me has dicho cosa semejante?

Y aconteció que cuando él volteó su hombro para partirse de Samuel, le mudó Dios su corazón; y todas estas señales acaecieron en aquel día.

Mas vosotros habéis desechado hoy a vuestro Dios, que os salva de todas vuestras aflicciones y angustias, diciendo: No, sino pon rey sobre nosotros. Ahora, pues, poneos delante del SEÑOR por vuestras tribus y por vuestros millares.

Y haciendo acercar Samuel todas las tribus de Israel, fue tomada la tribu de Benjamín.

Y dijo Samuel a todo Israel: He aquí, yo he oído vuestra voz en todas las cosas que me habéis dicho, y os he puesto rey.

Ahora, pues, aguardad, y yo os pondré demanda delante del SEÑOR de todas las justicias del SEÑOR, que ha hecho con vosotros y con vuestros padres.

Y miraron los centinelas de Saúl en Guibeá de Benjamín, y he aquí que la multitud se dispersaba yendo en todas direcciones.

Y aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando, y con danzas, con adufes, y con alegrías y panderos, a recibir al rey Saúl.

Llamando entonces Jonatán a David, le declaró todas estas palabras; y él mismo trajo a David a Saúl, y estuvo delante de él como había sido el caso tres días antes.

Y dijo David a Abiatar: Yo sabía que estando allí aquel día Doeg el idumeo, él lo había de hacer saber a Saúl. Yo he dado causa ante Saúl contra todas las personas de la casa de tu padre.

Y cuando llegaron los criados de David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David, y callaron.

Y yéndose los criados de David, se volvieron por su camino, y vinieron y dijeron a David todas estas palabras.

Y los filisteos reunieron todas sus tropas en Afec; e Israel acampó junto a la fuente que está en Jezreel.

Y no les faltó cosa chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que les habían tomado; todo lo recobró David.

Tomó también David todas las ovejas y las vacas con los otros animales; y trayéndolo todo delante, decían: Esta es la presa de David.

Y vinieron todas las tribus de Israel a David en Hebrón, y hablaron, diciendo: He aquí nosotros somos tus huesos y tu carne.

Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.

Todas estas grandezas has obrado por tu palabra y conforme a tu corazón, haciéndolas saber a tu siervo.

Los cuales el rey David dedicó á Jehová, con la plata y el oro que tenía dedicado de todas las naciones que había sometido:

Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te haré volver todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás pan a mi mesa perpetuamente.

Y fue el mensajero, y llegando, contó a David todas las cosas a que Joab le había enviado.

Y sacó el pueblo que estaba en ella, y lo puso debajo de sierras, y de trillos de hierro, y de hachas de hierro; y los hizo pasar por hornos de ladrillos; y lo mismo hizo a todas las ciudades de los hijos de Amón. Se volvió luego David con todo el pueblo a Jerusalén.

Cuando el rey David se enteró de todas estas cosas, se enojó mucho.

Y el rey dijo: ¿No ha sido la mano de Joab contigo en todas estas cosas? Y la mujer respondió y dijo: Por la vida de tu alma, rey señor mío, que no hay que apartarse a derecha ni a izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado; porque tu siervo Joab, él me mandó, y él puso en boca de tu sierva todas estas palabras;

Y todo el pueblo porfiaba en todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos, y él nos ha salvado de mano de los filisteos; y ahora ha huido, de la tierra por Absalón.

Y Mefi-boset dijo al rey: Y aun tómelas él todas, pues que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa.

Y él pasó por todas las tribus de Israel hasta Abel y Bet-maaca y todo Barim; y se juntaron, y lo siguieron también.

Porque delante de mí tengo todas sus ordenanzas; y atento a sus fueros, no me retiraré de ellos.

¿No será así mi casa para con Dios? bien que a toda mi salud, y a toda mi voluntad no se hará producir todavía. Mas él ha hecho conmigo pacto perpetuo ordenado en todas las cosas, y será guardado;

Y dijo el rey a Joab, general del ejército que tenía consigo: Rodea todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y contad el pueblo, para que yo sepa el número del pueblo.

Y vinieron luego a la fortaleza de Tiro, y a todas las ciudades de los heveos y de los cananeos; y salieron al mediodía de Judá, a Beerseba.

Y a Abiatar, el sacerdote dijo el rey: Vete a Anatot a tus heredades, que tú eres digno de muerte; mas no te mataré hoy, por cuanto has llevado el arca del Señor DIOS delante de David mi padre, y además has sido afligido en todas las cosas en que fue afligido mi padre.

Y aun fue más sabio que todos los hombres; más que Etán, el ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue nombrado entre todas las naciones de alrededor.

Y esculpió todas las paredes de la Casa alrededor de diversas figuras, de querubines, de palmas, y de flores abiertas, por dentro y por fuera.

Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, fue acabada la Casa con todas sus pertenencias, y con todo lo necesario. La edificó pues, en siete años.

Y todas la puertas y postes eran cuadrados; y unas ventanas estaban frente a las otras en tres órdenes.

Todas aquellas obras fueron de piedras de precio, cortadas y aserradas con sierras según las medidas, así por dentro como por fuera, desde el cimiento hasta las vigas, y asimismo por fuera hasta el gran atrio.

{El mar} descansaba sobre doce bueyes; tres mirando al norte, tres mirando al occidente, tres mirando al sur y tres mirando al oriente; el mar {descansaba} sobre ellos y todas sus ancas {estaban} hacia adentro.

Y en lo alto de la basa había medio codo de altura redondo por todas partes; y encima de la basa sus molduras y cintas, las cuales eran de ella misma.

Hizo las diez basas de esta manera: todas ellas eran de una misma fundición, de una misma medida y de una misma forma.

Entonces juntó Salomón los ancianos de Israel, y a todas las cabezas de las tribus, los príncipes de las familias de los hijos de Israel, al rey Salomón en Jerusalén para traer el arca del pacto del SEÑOR de la ciudad de David, que es Sion.

Desde el día que saqué a mi pueblo Israel de Egipto, no he escogido ciudad de todas las tribus de Israel para edificar Casa en la cual estuviera mi nombre, aunque escogí a David para que presidiera en mi pueblo Israel.

y perdonarás a tu pueblo que había pecado contra ti, y todas sus rebeliones con que se habrán rebelado contra ti; y harás que hagan con ellos misericordia los que los hubieren llevado cautivos;

Bendito sea el SEÑOR, que ha dado reposo a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus buenas palabras que dijo por Moisés su siervo, ha faltado.

Y si tú anduvieres delante de mí, como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en rectitud, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis derechos,

asimismo todas las ciudades donde Salomón tenía municiones, y las ciudades de los carros, y las ciudades de la gente de a caballo, y todo lo que Salomón deseó edificar en Jerusalén, en el Líbano, y en toda la tierra de su señorío.

Y Salomón le declaró todas sus preguntas; ninguna cosa se le escondió al rey, que no le declarara.

Todos los vasos de beber del rey Salomón {eran} de oro, también todas las vasijas de la casa del bosque del Líbano {eran} de oro puro, ninguna era de plata; {ésta} no se consideraba de ningún valor en los días de Salomón,

Y así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban perfumes, y sacrificaban a sus dioses.

y él tendrá una tribu, por amor de David mi siervo, y por amor de Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel;

Yo pues te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel.

Y será que, si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo que es recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estaré contigo, y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel.

Los demás hechos de Salomón, y todas las cosas que hizo, y su sabiduría, ¿no están escritas en el libro de los hechos de Salomón?

Porque sin duda vendrá lo que él dijo a voces por palabra del SEÑOR contra el altar que está en Bet-el, y contra todas las casas de los lugares altos que están en las ciudades de Samaria.

Y Roboam hijo de Salomón reinó en Judá. De cuarenta y un años era Roboam cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que el SEÑOR eligió de todas las tribus de Israel para poner allí su nombre. El nombre de su madre fue Naama, amonita.

y hubo también prostitutos del culto pagano en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de los gentiles que el SEÑOR había echado delante de los hijos de Israel.

Los demás hechos de Roboam, y todas las cosas que hizo, ¿no están escritas en las crónicas de los reyes de Judá?

Los demás hechos de Abiam, y todas las cosas que hizo, ¿no están escritas en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y hubo guerra entre Abiam y Jeroboam.

Los demás hechos de Asa, y toda su fortaleza, y todas las cosas que hizo, y las ciudades que edificó, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Con todo eso en el tiempo de su vejez enfermó de sus pies.

Los demás hechos de Nadab, y todas las cosas que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

Los demás hechos de Ela, y todas las cosas que hizo, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

Los demás hechos de Omri, y todas las cosas que hizo, y sus valentías que ejecutó, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

Y dijo Acab a Abdías: Ve por la tierra a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos; si a dicha hallaremos grama con que conservemos la vida a los caballos y a las mulas, para que no nos quedemos sin bestias.

Y cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto de la tarde, se acercó el profeta Elías, y dijo: SEÑOR Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.

Y yo haré que queden en Israel siete mil; todas las rodillas que no se encorvaron ante Baal, y todas las bocas que no lo besaron.

Los demás hechos de Acab, y todas las cosas que hizo, y la casa de marfil que edificó, y todas las ciudades que edificó, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

porque sirvió a Baal, y lo adoró, y provocó a ira al SEÑOR Dios de Israel, conforme a todas las cosas que su padre había hecho.

Y heriréis a toda ciudad fortalecida y a toda villa escogida, y talaréis todo buen árbol, y cegaréis todas las fuentes de aguas, y destruiréis con piedras toda tierra fértil.

Y asolaron las ciudades, y en todas las heredades fértiles echó cada uno su piedra, y las llenaron; taparon también todas las fuentes de las aguas, y derribaron todos los buenos árboles; hasta que en Kir-hareset solamente dejaron sus piedras; porque los honderos la cercaron, y la hirieron.

Entonces él {le} dijo: Ve, pide vasijas prestadas por todas partes de todos tus vecinos, vasijas vacías; no pidas pocas.

Luego entra y cierra la puerta detrás de ti y de tus hijos y echa {el aceite} en todas estas vasijas, poniendo aparte las que estén llenas.

Abana y Farfar, los ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.

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