550 casos

'Tú' en la Biblia

Levántate, SEÑOR; sálvame, Dios mío; porque heriste a todos mis enemigos en la quijada; los dientes de los malos quebraste.

Al Vencedor, en Neginot: Salmo de David. Respóndeme cuando llamo, oh Dios de mi justicia. Estando en angustia, me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración.

Y se alegrarán todos los que esperan en ti; para siempre jubilarán, y los cubrirás; y se alegrarán en ti los que aman tu nombre.

Al Vencedor: en Neginot sobre Seminit: Salmo de David. SEÑOR, no me reprendas con tu furor, ni me castigues con tu ira.

Vuelve, oh SEÑOR, libra mi alma; sálvame por tu misericordia.

Levántate, oh SEÑOR, con tu furor; álzate a causa de las iras de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.

Al Vencedor: sobre Gitit: Salmo de David. Oh DIOS, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu alabanza sobre los cielos!

Oh DIOS, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo;

Ten misericordia de mí, SEÑOR. Mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, que me levantas de las puertas de la muerte;

para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion, y me goce en tu salud.

has visto; porque miras el trabajo, y el enojo, para dar justicia en tus manos; a ti se acoge el pobre, eres el amparo del huérfano.

, SEÑOR, los guardarás; guárdalos para siempre de esta generación.

Salmo de David. El SEÑOR, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién residirá en el monte de tu santidad?

De delante de tu rostro salga mi juicio; vean tus ojos la rectitud.

Haz maravillosas tus misericordias, salvador de los que en ti confían, de los que se levantan contra tu diestra.

Levántate, oh SEÑOR; prevén su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con tu espada;

de los hombres con tu mano, oh SEÑOR, de los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida, y cuyo vientre está lleno de tu despensa: sacian a sus hijos, y dejan el resto a su familia.

Y aparecieron las honduras de las aguas, y se descubrieron los cimientos del mundo por tu reprensión, oh SEÑOR, por el soplo del viento de tu nariz.

Por tanto alumbrarás mi candela; el SEÑOR mi Dios alumbrará mis tinieblas.

Detén asimismo a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré perfecto, y estaré limpio de gran rebelión.

Grande es su gloria en tu salud; honra y hermosura has puesto sobre él.

Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira; el SEÑOR los deshará en su furor, y fuego los consumirá.

Por tanto los pondrás aparte; con tu arco apuntarás a sus rostros.

En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y los salvaste.

Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, eres mi Dios.

Mas , SEÑOR, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.

Esta es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Jacob. (Selah.)

Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y en tu verdad ando.

Lavaré en inocencia mis manos, y andaré alrededor de tu altar, oh SEÑOR:

SEÑOR, la habitación de tu Casa he amado, y el lugar del tabernáculo de tu gloria.

De David. A ti llamaré, oh SEÑOR, fuerza mía; no te desentiendas de mí; para que no sea yo , dejándome , semejante a los que descienden al sepulcro.

Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos al templo de tu santidad.

porque , SEÑOR, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.

¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descendiere al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?

Oye, oh SEÑOR, y ten misericordia de mí: SEÑOR, sé mi ayudador.

Al Vencedor: Salmo de David. En ti, oh SEÑOR, he esperado; no sea yo avergonzado para siempre; líbrame en tu justicia.

Inclina a mí tu oído, líbrame presto; seme por roca de fortaleza, por casa fuerte para salvarme.

Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias;

¡Cuán grande es tu bien, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!

Los esconderás en el escondedero de tu rostro de las arrogancias del hombre; los esconderás en el tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.

Y decía yo en mi premura: cortado soy de delante de tus ojos; mas ciertamente oíste la voz de mis ruegos, cuando a ti clamaba.

Sea tu misericordia, oh SEÑOR, sobre nosotros, como te hemos esperado.

Sagradas Escrituras (1569)