2007 casos

'Un' en la Biblia

Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Onán.

Y volvió a concebir, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Sela. Y estaba en Quezib cuando lo dio a luz.

Entonces ella se quitó los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la puerta de las Aguas que está junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por esposa.

Él respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: ¿Me darás prenda hasta que lo envíes?

Y sucedió que cuando daba a luz, uno de ellos sacó la mano, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Éste salió primero.

Y sucedió que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de casa allí.

llamó a los de casa, y les habló, diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo, para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para acostarse conmigo, y yo di grandes voces;

Y ambos, el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban arrestados en la prisión, tuvieron un sueño, cada uno su propio sueño en una misma noche, cada uno conforme a la interpretación de su sueño.

Y ellos le dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo interprete. Entonces les dijo José: ¿No son de Dios las interpretaciones? Contádmelo ahora.

Y aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un sueño: Le parecía que estaba junto al río;

Y él y yo vimos un sueño una misma noche; cada uno soñó conforme a la interpretación de su sueño.

Y estaba allí con nosotros un joven hebreo, sirviente del capitán de la guardia; y se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, a cada uno conforme a su sueño, él interpretó.

Y dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para interpretarlos.

Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.

Entonces Faraón quitó el anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y le hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello;

Todos nosotros somos hijos de un varón: somos hombres de verdad: tus siervos nunca fueron espías.

Y ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón en la tierra de Canaán; y he aquí el menor está hoy con nuestro padre, y otro no parece.

Y aconteció que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.

Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.

Y José les dijo: ¿Qué obra es ésta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar?

Y nosotros respondimos a mi señor: Tenemos un padre anciano, y un joven que le nació en su vejez, pequeño aún; y un hermano suyo murió, y solo él ha quedado de su madre, y su padre lo ama.

Y dijo nuestro padre: Volved a comprarnos un poco de alimento.

Y en cuanto al pueblo, lo hizo pasar a las ciudades desde un extremo hasta el otro extremo de los términos de Egipto.

Mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su hermano menor será más grande que él, y su simiente será multitud de naciones.

Y subieron también con él carros y gente de a caballo, y se hizo un escuadrón muy grande.

Entretanto, se levantó un nuevo rey sobre Egipto, que no conocía a José,

Un varón de la familia de Leví fue, y tomó por esposa a una hija de Leví:

La cual concibió, y dio a luz un hijo: y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.

Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos, y la calafateó con asfalto y betún, y colocó en ella al niño, y lo puso en un carrizal a la orilla del río:

Y en aquellos días aconteció que, crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y vio sus cargas: y vio a un egipcio que hería a uno de los hebreos, sus hermanos.

Y cuando Faraón escuchó esto, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián; y se sentó junto a un pozo.

Y ellas respondieron: Un varón egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y abrevó las ovejas.

Y ella le dio a luz un hijo, y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: Peregrino soy en tierra ajena.

Entonces Moisés tomó su esposa y sus hijos, y los puso sobre un asno, y se volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano.

Entonces Séfora tomó un afilado pedernal, y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre.

Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Tomad puñados de ceniza de un horno, y la esparcirá Moisés hacia el cielo delante de Faraón;

Y tomaron la ceniza del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y vino un sarpullido que causaba úlceras así en los hombres como en las bestias.

Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y Jehová trajo un viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y a la mañana el viento oriental trajo la langosta.

Y Jehová volvió un viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y la arrojó en el Mar Rojo; ni una langosta quedó en todo el término de Egipto.

Y Jehová dio gracia al pueblo en los ojos de los egipcios. También Moisés era un gran varón a los ojos de los siervos de Faraón, y a los ojos del pueblo, en la tierra de Egipto.

Mas entre todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua: para que sepáis que Jehová hará diferencia entre los egipcios y los israelitas.

Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero por las familias de sus padres, un cordero por familia.

Y tomad un manojo de hisopo, y mojadle en la sangre que estará en una jofaina, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en la jofaina; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana.

Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y había un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese muerto.

Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, entonces le quebrarás su cerviz. Asimismo redimirás todo humano primogénito de tus hijos.

Y te será como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos; ya que Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte.

Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; Se juntaron las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio del mar.

Y Moisés clamó a Jehová; y Jehová le mostró un árbol, el cual cuando lo metió dentro de las aguas, las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;

Esto es lo que Jehová ha mandado: Recogeréis de él cada uno según pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.

Y dijo Moisés: Esto es lo que Jehová ha mandado: Llenarás un gomer de él para que se guarde para vuestros descendientes, a fin de que vean el pan que yo os di a comer en el desierto, cuando yo os saqué de la tierra de Egipto.

Y dijo Moisés a Aarón: Toma un vaso y pon en él un gomer lleno de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes.

Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? de aquí a un poco me apedrearán.

Y las manos de Moisés estaban pesadas; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, uno de un lado y el otro del otro lado; así hubo firmeza en sus manos hasta que se puso el sol.

Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que del todo tengo de raer la memoria de Amalec de debajo del cielo.

Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego: y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera.

Y si me haces un altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzas tu herramienta sobre él, lo profanarás.

Si un buey acorneare hombre o mujer, y a causa de ello muriere, el buey será apedreado, y no se comerá su carne; mas el dueño del buey será absuelto.

Cuando un fuego se extendiere y tomare espinas, y quemare gavillas amontonadas, o en pie, o campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.

No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las bestias del campo.

Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.

Y el parecer de la gloria de Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel.

Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.

Y fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás a sus cuatro esquinas; dos anillos a un lado de ella, y dos anillos al otro lado.

Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo: de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos.

Harás también una mesa de madera de acacia: su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio.

Le harás también una moldura alrededor, de un palmo de ancho, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor.

Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero: su pie, y su caña, sus copas, sus manzanas, y sus flores, serán de lo mismo:

Y saldrán seis brazos de sus lados: tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos del candelero al otro lado:

Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas, figura de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor: así pues, en los seis brazos que salen del candelero:

Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales juntarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo.

Y un codo de un lado, y otro codo del otro lado, que sobran en la longitud de las cortinas de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro lado, para cubrirlo.

las cuales se unirán por abajo, y asimismo se juntarán por su alto a un gozne: así será de las otras dos que estarán a las dos esquinas.

Harás también cinco vigas de madera de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo,

Y la viga del medio pasará por medio de las tablas, de un extremo al otro.

Y harás también un velo de azul, y púrpura, y carmesí, y de lino torcido: será hecho de obra de arte, con querubines:

Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura: será cuadrado el altar, y su altura de tres codos.

Y le harás un enrejado de bronce de obra de malla; y sobre el enrejado harás cuatro anillos de bronce a sus cuatro esquinas.

Y harás el atrio del tabernáculo; para el lado del mediodía, hacia el sur; tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud para un lado;

Y las cortinas de un lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres bases.

La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos: sus cortinas de lino torcido, y sus bases de bronce.

y lo llenarás de pedrería con cuatro hileras de piedras. La primera hilera de una piedra sárdica, un topacio y un carbunclo; esta será la primera hilera.

La segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un diamante.

La tercera hilera, un jacinto, un ágata y una amatista.

Y la cuarta hilera, un berilo, un ónice y un jaspe. Estarán montadas en engastes de oro.

Y juntarán el pectoral por sus anillos a los anillos del efod con un cordón de jacinto, para que esté sobre el cinto del efod, y no se aparte el pectoral del efod.

y en medio de él por arriba habrá una abertura, la cual tendrá un borde alrededor de obra de tejedor, como el cuello de un coselete, para que no se rompa.

Y la pondrás con un cordón de azul, y estará sobre la mitra; por el frente anterior de la mitra estará.

Resultados de Búsqueda por Versiones

Resultados de Búsqueda por Libro

Todos los Libros

Reina Valera Gómez (© 2010)