'Vecinos' en la Biblia
Y sucedió que pasados tres días después que hicieron alianza con ellos, oyeron que eran sus vecinos y que habitaban en medio de ellos.
Y él le dijo: Ve, y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas.
Y también los que les eran vecinos, hasta Isacar y Zabulón y Neftalí, trajeron pan en asnos, camellos, mulos y bueyes; y provisión de harina, masas de higos, y pasas, vino y aceite, bueyes y ovejas en abundancia, porque en Israel había alegría.
De todos mis enemigos he sido oprobio, más de mis vecinos, y horror a mis conocidos; los que me veían fuera, huían de mí.
Nos pusiste por vergüenza a nuestros vecinos, por escarnio y por burla a los que nos rodean.
Somos afrentados de nuestros vecinos, escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores.
Y da a nuestros vecinos en su seno siete tantos de su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová.
Nos pusiste por contienda a nuestros vecinos; y nuestros enemigos se burlan entre sí.
Lo saquean todos los que pasan por el camino: Es oprobio a sus vecinos.
Así dice Jehová contra todos mis malos vecinos, que tocan la heredad que hice poseer a mi pueblo Israel: He aquí que yo los arrancaré de su tierra, y arrancaré de en medio de ellos la casa de Judá.
Mas yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse: será destruida su simiente, y sus hermanos, y sus vecinos; y no será.
Y fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, de grandes carnes; y aumentaste tus prostituciones para enojarme.
Y Ahola se prostituyó aun cuando era mía; y se enamoró de sus amantes, los asirios sus vecinos,
Y se enamoró de los hijos de los asirios, sus vecinos, capitanes y príncipes, vestidos en perfección, jinetes que andaban a caballo, todos ellos jóvenes codiciables.
Y levantarán sobre ti endechas, y te dirán: ¿Cómo pereciste tú, poblada por gente de mar, ciudad que fue alabada, que fue fuerte en el mar, ella y sus habitantes, que infundían terror a todos sus vecinos?
Y oyeron sus vecinos y sus parientes que Dios había mostrado para con ella grande misericordia, y se regocijaron con ella.
Y vino temor sobre todos sus vecinos; y todas estas cosas se divulgaron por todas las montañas de Judea.
Y dijo también al que le había convidado: Cuando haces comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que también ellos te vuelvan a convidar, y te sea hecha recompensa.
y viniendo a casa, reúne a sus amigos y a sus vecinos, diciéndoles: Regocijaos conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido.
Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?