'Asiria' en la Biblia
En aquel tiempo envió a pedir el rey Acaz a los reyes de Asiria que le ayudaran.
Y vino contra él Tilgat-pilneser, rey de Asiria, y lo afligió en vez de fortalecerlo.
Pues Acaz había tomado una porción {del tesoro} de la casa del SEÑOR, del palacio del rey y de los príncipes, y {la} había dado al rey de Asiria; pero no le sirvió de nada.
Fueron, pues, correos con letras de la mano del rey y de sus príncipes por todo Israel y Judá, como el rey lo había mandado, y decían: Hijos de Israel, volveos al SEÑOR el Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, y él se volverá al remanente que han escapado de la mano de los reyes de Asiria.
Después de estos actos de fidelidad, Senaquerib, rey de Asiria, vino e invadió a Judá y sitió las ciudades fortificadas, y mandó conquistarlas para sí.
Y se juntó mucho pueblo, y taparon todas las fuentes, y también el arroyo que va por medio de la tierra, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vinieren?
Esforzaos y confortaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda su multitud que con él viene; porque más son con nosotros que con él.
Después de esto, Senaquerib, rey de Asiria, mientras {estaba} sitiando Laquis con todas sus fuerzas, envió a sus siervos a Jerusalén, a Ezequías, rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén, diciendo:
Así dice Senaquerib, rey de Asiria, `` ¿En qué estáis confiando para que permanezcáis bajo sitio en Jerusalén?
¿No os engaña Ezequías para entregaros a muerte, a hambre, y a sed, diciendo: El SEÑOR nuestro Dios nos librará de la mano del rey de Asiria?
Y el SEÑOR envió un ángel, el cual hirió a todo valiente de gran valor, y a los capitanes y a los príncipes en el campamento del rey de Asiria. Se volvió, por tanto, con vergüenza de rostro a su tierra; y entrando en la casa de su dios, allí le mataron a espada los que habían salido de sus entrañas.
Así salvó el SEÑOR a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y los guió en cuanto a todo.
Por eso el SEÑOR hizo venir contra ellos a los comandantes del ejército del rey de Asiria, que capturaron a Manasés con garfios, lo ataron con {cadenas} de bronce y lo llevaron a Babilonia.