'Cómo' en la Biblia
- 1.Gé 2:19-Éx 7:13
- 2.Éx 7:19-Levítico 8:21
- 3.Levítico 8:29-Números 31:7
- 4.Números 31:11-Deuteronomio 26:18
- 5.Deuteronomio 26:19-Jueces 7:17
- 6.Jueces 8:2-1 Samuel 21:1
- 7.1 Samuel 22:2-1 Reyes 3:7
- 8.1 Reyes 3:12-2 Reyes 17:4
- 9.2 Reyes 17:7-Nehemías 5:12
- 10.Nehemías 6:8-Job 29:25
- 11.Job 30:5-Salmos 72:6
- 12.Salmos 72:16-Salmos 141:7
- 13.Salmos 143:3-Cantares 5:12
- 14.Cantares 5:13-Isaías 26:18
- 15.Isaías 27:7-Isaías 59:17
- 16.Isaías 59:18-Jeremías 25:18
- 17.Jeremías 25:30-Lamentaciones 2:6
- 18.Lamentaciones 2:7-Ezequiel 42:6
- 19.Ezequiel 43:2-Amós 5:6
- 20.Amós 5:14-Zacarías 14:20
- 21.Malaquías 2:9-Marcos 7:6
- 22.Marcos 7:7-Lucas 18:9
- 23.Lucas 18:11-Juan 17:2
- 24.Juan 17:11-Hechos 22:5
- 25.Hechos 22:6-1 Corintios 9:21
- 26.1 Corintios 9:22-Efesios 5:8
- 27.Efesios 5:15-Hebreos 8:5
- 28.Hebreos 8:9-Apocalipsis 8:1
- 29.Apocalipsis 8:8-Apocalipsis 22:1
Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como locos, sino como sabios;
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor.
Porque el marido es cabeza de la mujer, así como el Cristo es cabeza de la Iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo.
Así que, como la Iglesia está sujeta al Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como el Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Porque ninguno aborreció jamás a su propia carne, antes la sustenta y regala, como también El Señor a su Iglesia;
Así también haga cada uno de vosotros, cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer que tenga en reverencia a su marido.
Siervos, obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como al Cristo;
no sirviendo para ser visto, como los que agradan solamente a los hombres; sino como siervos del Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios;
sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no a los hombres;
por el cual soy embajador en cadenas; que resueltamente hable de él, como debo hablar.
Mas para que también vosotros sepáis mis negocios, y cómo lo paso, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel siervo en el Señor,
como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del Evangelio, sois todos vosotros compañeros de mi gracia.
Porque Dios me es testigo de cómo os quiero a todos vosotros en las entrañas de Jesús, el Cristo.
conforme a mi deseo y esperanza, que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será engrandecido el Cristo en mi cuerpo, o por vida, o por muerte.
Solamente que converséis como es digno del Evangelio del Cristo; para que, o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes obrando juntamente por la fe del Evangelio,
y hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte del madero.
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, obrad vuestra salud con temor y temblor;
porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
para que seáis irreprensibles e inocentes, hijos de Dios sin culpa en medio de la nación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo;
Pero la experiencia de él habéis conocido, que como hijo a padre ha servido conmigo en el Evangelio.
Así que a éste espero enviaros, luego que yo viere cómo van mis negocios;
Y ciertamente, aun aprecio todas las cosas como pérdida por el eminente conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, para ganar a Cristo,
No que ya lo haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; mas sigo para asir de aquello como también soy asido del Cristo Jesús.
Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad los que así anduvieren como nos tenéis por ejemplo.
Sé estar humillado, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
el cual ha llegado hasta vosotros, como está por todo el mundo; y fructifica, como también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad,
como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, el cual es para vosotros un fiel ministro de Cristo Jesús;
para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.
y por él reconciliar todas las cosas a sí, pacificando por la sangre de su madero, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.
arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como lo habéis aprendido, creciendo en ella con acciones de gracias.
Pues si sois muertos con el Cristo a los elementos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, decretáis ritos:
Vestíos pues, (como escogidos de Dios, santos y amados) de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;
Casadas, estad sujetas a vuestros propios maridos, como conviene en el Señor.
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos carnales, no sirviendo al ojo, como los que agradan solamente a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios;
y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo, como al Señor, y no a los hombres;
para que lo manifieste como me conviene hablar.
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder a cada uno.
Por cuanto nuestro Evangelio no fue entre vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en el Espíritu Santo, y en gran plenitud; como sabéis cuáles fuimos entre vosotros por causa de vosotros.
pues aun habiendo padecido antes, y sido afrentados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el Evangelio de Dios con mucha diligencia.
sino por haber sido aprobados de Dios para que se nos encargase el Evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones.
Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es testigo;
ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.
Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala a sus hijos.
así como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos,
y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su Reino y gloria.
Por lo cual, también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, de que habiendo recibido de nosotros la palabra para oír de Dios, la recibisteis no como palabra de hombres, sino (como a la verdad lo es) como palabra de Dios, la cual obra en vosotros los que creisteis.
Porque vosotros, hermanos, habéis sido imitadores en Cristo Jesús de las Iglesias de Dios que están en Judea; que habéis padecido también vosotros las mismas cosas de los de vuestra propia nación, como también ellos de los judíos;
Que aun estando con vosotros, os predecíamos que habíamos de pasar tribulaciones, como ha acontecido y lo sabéis.
Pero volviendo de vosotros a nosotros Timoteo, y haciéndonos saber buenas noticias de vuestra fe y caridad, y que siempre tenéis buena memoria de nosotros, deseando vernos, como también nosotros a vosotros.
Y a vosotros multiplique el Señor, y haga abundar la caridad entre vosotros, y para con todos, como es también de nosotros para con vosotros;
Resta pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesús, que de la manera que fuisteis enseñados de nosotros de cómo os conviene andar, y agradar a Dios, así vayáis creciendo.
no con afecto de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios:
que ninguno oprima, ni calumnie en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado.
Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen. Que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá como ladrón de noche,
que cuando dirán: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores a la mujer encinta; y no escaparán.
Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os tome como ladrón;
Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios.
Por lo cual, consolaos y edificaos los unos a los otros, así como lo hacéis.
Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y la caridad de todos y cada uno de vosotros abunda entre vosotros;
que no os mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como si el día del Señor estuviera cerca.
oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, o divinidad; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios.
Resta, hermanos, que oréis por nosotros, que la Palabra del Señor corra y sea hecha ilustre así como entre vosotros;
Y no lo tengáis como a enemigo, sino amonestadle como a hermano.
Harás como te rogué, que te quedases en Efeso, cuando partí para Macedonia, para que requirieses a algunos que no enseñen diversa doctrina,
sino de buenas obras, como conviene a mujeres que profesan piedad.
(porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la Iglesia de Dios?);
y si no fuere tan presto, para que sepas cómo convenga conversar en la Casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente, columna y base de La verdad.
Al anciano no riñas, sino exhórtalo como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;
a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda limpieza.
Y tú pues, trabaja como fiel soldado de Jesús el Cristo.
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de la verdad.
Y la palabra de ellos carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto;
Mas no prevalecerán; porque su locura será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquellos.
Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo que falta, y pusieses ancianos por las villas, así como yo te mandé;
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no heridor, no codicioso de ganancias deshonestas;
el cual te vuelvo a enviar; tú pues, recíbele como a mí mismo.
mas nada quise hacer sin tu consejo, porque tu beneficio no fuese como de necesidad, sino voluntario.
ya no como siervo, antes más que siervo, a saber como hermano amado, mayormente de mí, y cuánto más de ti, en la carne y en el Señor.
Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí.
ellos perecerán, mas tú eres permanente; y todos ellos se envejecerán como una vestidura;
y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años nunca se acabarán.
¿cómo escaparemos nosotros, si tuviéremos en poco una salud tan grande? La cual, habiendo comenzado a ser publicada por el Señor, ha sido confirmada hasta nosotros por los que lo oyeron a él mismo;
Fiel al que lo constituyó sobre toda su casa, como también lo fue Moisés.
Y, Moisés a la verdad fue fiel sobre toda su casa, como siervo, pero para testificar lo que se había de decir;
mas Cristo, como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si hasta el fin retuviéremos firme la confianza y la esperanza gloriosa.
Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,
no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
Entre tanto que se dice: Si oyereis HOY su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
Porque también a nosotros nos ha sido anunciado como a ellos; mas no les aprovechó el oír la palabra a los que la oyeron sin mezclar fe.
Determina otra vez un cierto día, diciendo : HOY por David tanto tiempo después, como está dicho: Si oyereis HOY su voz, no endurezcáis vuestros corazones.
Porque el que ha entrado en su Reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.
por causa de la cual debe, así también por sí mismo, como por el pueblo, ofrecer por los pecados.
Ni nadie toma para sí la honra, sino el que es llamado de Dios, como Aarón.
Como también dice en otro lugar: Tú eres Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
la cual tenemos como por segura y firme ancla del alma, y que entra hasta en lo que está dentro del velo,
Que no tiene necesidad cada día, como los otros sacerdotes, de ofrecer sacrificios primero por sus pecados, y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo UNA VEZ ofreciéndose a sí mismo.
(Los cuales sirven de ejemplo y sombra de las cosas celestiales, como fue respondido a Moisés cuando había de hacer el Tabernáculo: Mira, dice: haz todas las cosas conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte).
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 2:19-Éx 7:13
- 2.Éx 7:19-Levítico 8:21
- 3.Levítico 8:29-Números 31:7
- 4.Números 31:11-Deuteronomio 26:18
- 5.Deuteronomio 26:19-Jueces 7:17
- 6.Jueces 8:2-1 Samuel 21:1
- 7.1 Samuel 22:2-1 Reyes 3:7
- 8.1 Reyes 3:12-2 Reyes 17:4
- 9.2 Reyes 17:7-Nehemías 5:12
- 10.Nehemías 6:8-Job 29:25
- 11.Job 30:5-Salmos 72:6
- 12.Salmos 72:16-Salmos 141:7
- 13.Salmos 143:3-Cantares 5:12
- 14.Cantares 5:13-Isaías 26:18
- 15.Isaías 27:7-Isaías 59:17
- 16.Isaías 59:18-Jeremías 25:18
- 17.Jeremías 25:30-Lamentaciones 2:6
- 18.Lamentaciones 2:7-Ezequiel 42:6
- 19.Ezequiel 43:2-Amós 5:6
- 20.Amós 5:14-Zacarías 14:20
- 21.Malaquías 2:9-Marcos 7:6
- 22.Marcos 7:7-Lucas 18:9
- 23.Lucas 18:11-Juan 17:2
- 24.Juan 17:11-Hechos 22:5
- 25.Hechos 22:6-1 Corintios 9:21
- 26.1 Corintios 9:22-Efesios 5:8
- 27.Efesios 5:15-Hebreos 8:5
- 28.Hebreos 8:9-Apocalipsis 8:1
- 29.Apocalipsis 8:8-Apocalipsis 22:1