'Ellos' en la Biblia
Y el rey David dijo: Llamadme a Sadoc, el sacerdote, y a Natán, el profeta, y a Benaía hijo de Joiada. Y ellos entraron a la presencia del rey.
Después subió todo el pueblo en pos de él, y cantaba el pueblo con flautas, y hacían grandes alegrías, que parecía que la tierra se hundía con el clamor de ellos.
El rey también ha enviado con él al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, a Benaía, hijo de Joiada, a los cereteos y a los peleteos, y ellos lo han montado en la mula del rey.
Ellos entonces se espantaron, y se levantaron todos los convidados que estaban con Adonías, y se fue cada uno por su camino.
Mas a los hijos de Barzilai, el galaadita harás misericordia, que sean de los convidados a tu mesa; porque ellos vinieron así a mí, cuando iba huyendo de Absalón tu hermano.
La sangre, pues, de ellos recaerá sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de su simiente perpetuamente; mas sobre David y sobre su simiente, y sobre su casa y sobre su trono, habrá perpetuamente paz de parte del SEÑOR.
Y tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey y a su casa. Cada uno de ellos estaba obligado a abastecer por un mes en el año.
Y éstos son los nombres de ellos: el hijo de Hur en el monte de Efraín;
Salomón gobernaba todos los reinos desde el Río {hasta} la tierra de los filisteos y hasta la frontera de Egipto; ellos trajeron tributo y sirvieron a Salomón todos los días de su vida.
Esta Casa que tú edificas, si anduvieres en mis estatutos, e hicieres mis derechos, y guardares todos mis mandamientos andando en ellos, yo tendré firme contigo mi palabra que hablé a David tu padre;
Y estaba asentado sobre doce bueyes; tres miraban al norte, y tres miraban al poniente, y tres miraban al mediodía, y tres miraban al oriente; sobre éstos se apoyaba el mar, y los traseros de ellos estaban hacia la parte de adentro.
Y dejó Salomón sin inquirir el peso del bronce de todos los vasos, por la gran multitud de ellos.
Cuando el cielo se cerrare, y no lloviere, por haber ellos pecado contra ti, y te rogaren en este lugar, y confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los hubieres afligido;
Si hubieren pecado contra ti (porque no hay hombre que no peque) y tú estuvieres airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautiven y lleven a tierra enemiga, sea lejos o cerca,
y ellos volvieren a su corazón en la tierra donde fueren cautivos; si volvieren, y oraren a ti en la tierra de los que los cautivaron, y dijeren: Pecamos, hemos hecho iniquidad, hemos cometido impiedad;
y perdonarás a tu pueblo que había pecado contra ti, y todas sus rebeliones con que se habrán rebelado contra ti; y harás que hagan con ellos misericordia los que los hubieren llevado cautivos;
porque ellos son tu pueblo y tu heredad, que tú sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro.
Y el octavo día despidió al pueblo; y ellos bendiciendo al rey, se fueron a sus estancias alegres y gozosos de corazón por toda la bondad que el SEÑOR había hecho a David su siervo, y a su pueblo Israel.
Y dirán: Por cuanto dejaron al SEÑOR su Dios, que había sacado a sus padres de tierra de Egipto, y echaron mano a los dioses ajenos, y los adoraron, y los sirvieron; por eso ha traído el SEÑOR sobre ellos todo este mal.
a sus hijos que quedaron en la tierra después de ellos, que los hijos de Israel no pudieron acabar, hizo Salomón que sirvieran con tributo hasta hoy.
Mas de los hijos de Israel Salomón no hizo esclavos, porque ellos eran hombres de guerra, sus servidores, sus príncipes, sus capitanes, los comandantes de sus carros y sus hombres de a caballo.
Y envió Hiram en ellos a sus siervos, marineros y diestros en el mar, con los siervos de Salomón;
Cada uno de ellos traía su presente: objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, especias, caballos y mulos; {y} así año tras año.
Y venía y salía de Egipto, el carro por seiscientas piezas de plata, y el caballo por ciento cincuenta; y así los suministraban por mano de ellos a todos los reyes de los heteos, y de Siria.
Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías, el silonita; y él estaba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo.
Y ellos le hablaron, diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo, y lo sirvieres, y respondiéndole buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.
Mas él, desecho el consejo de los viejos que ellos le habían dado, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él.
Y el rey respondió al pueblo duramente, desechando el consejo de los ancianos que ellos le habían dado;
Pero en cuanto a los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá, Roboam reinó sobre ellos.
Así dijo el SEÑOR: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa; porque este negocio yo lo he hecho. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volvieron, y se fueron, conforme a la palabra del SEÑOR.
Y esto fue motivo de pecado, porque el pueblo iba {aun} hasta Dan {a adorar} delante de uno {de ellos.}
Y él dijo a sus hijos: Ensilladme el asno. Y ellos le ensillaron el asno, y subió en él.
Y aconteció que, estando ellos a la mesa, vino palabra del SEÑOR al profeta que le había hecho volver;
Y habló a sus hijos, y les dijo: Ensilladme un asno. Y ellos se lo ensillaron.
Porque ellos también se edificaron lugares altos, estatuas, y bosques, en todo collado alto, y debajo de todo árbol frondoso;
Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los dio en manos de los capitanes de los de la guardia, quienes custodiaban la puerta de la casa real.
por todos los pecados de Baasa, y los pecados de Ela su hijo, con que ellos pecaron e hicieron que Israel pecara, provocando a enojo al SEÑOR Dios de Israel con sus vanidades.
Y dividieron la tierra entre ellos para recorrerla; Acab se fue solo por un camino, y Abdías se fue solo por otro.
Vive Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino donde mi señor no haya enviado á buscarte; y respondiendo ellos: No está aquí, él ha conjurado á reinos y naciones si no te han hallado.
Dénsenos, pues, dos bueyes, y escójanse ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, mas no pongan fuego debajo; y yo aparejaré el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo.
Y ellos tomaron el buey que les fue dado, y lo aparejaron, e invocaron en el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Mas no había voz, ni quien respondiera; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho.
Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, que dios es; por ventura está conversando, o tuvo que ir a la letrina, o va de camino; o duerme, y despertará.
Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta que la sangre se derramaba sobre ellos.
Y cuando pasó el mediodía, y ellos aun profetizaron hasta el tiempo del ofrecimiento del sacrificio de la tarde, y no había voz, ni quien respondiera ni escuchara;
Respóndeme, SEÑOR, respóndeme; para que conozca este pueblo que tú, oh SEÑOR, eres el Dios, y que tú convertirás de nuevo el corazón de ellos a ti.
Y les dijo Elías: Prended a los profetas de Baal, que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los mató.
Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y así me añadan, si mañana a estas horas yo no haya puesto tu persona como la de uno de ellos.
Y se volvió de en pos de él, y tomó un par de bueyes, y los mató, y con el equipo de los bueyes coció la carne de ellos, y la dio al pueblo que comieran. Después se levantó, y fue tras Elías, y le servía.
Además mañana a estas horas enviaré yo a ti mis siervos, los cuales inspeccionarán tu casa, y las casas de tus siervos; y sucederá que todo lo precioso que tienes ellos lo tomarán con sus manos y se lo llevarán.
Y cuando él oyó esta palabra, estando bebiendo con los reyes en las tiendas, dijo a sus siervos: Poned. Y ellos se pusieron contra la ciudad.
Entonces pasó revista a los jóvenes de los jefes de las provincias y eran doscientos treinta y dos; después de ellos, pasó revista a todo el pueblo, {es decir,} todos los hijos de Israel, siete mil.
Salieron, pues, de la ciudad los criados de los príncipes de las provincias, y en pos de ellos el ejército.
Y los siervos del rey de Siria le dijeron: Sus dioses son dioses de los montes, por eso nos han vencido; mas si peleáremos con ellos en la llanura, se verá si no los vencemos.
Haz pues así: Saca a los reyes cada uno de su puesto, y pon capitanes en lugar de ellos.
Y tú, fórmate otro ejército como el ejército que perdiste, caballos por caballos, y carros por carros; luego pelearemos con ellos en campo raso, y veremos si no los vencemos. Y él les dio oído, y lo hizo así.
Y los hijos de Israel fueron también reconocidos (contados), y tomando provisiones les fueron al encuentro; y acamparon los hijos de Israel delante de ellos, como dos rebañuelos de cabras; y los sirios llenaban la tierra.
Entonces el rey de Israel juntó los profetas, como cuatrocientos varones, a los cuales dijo: ¿Iré a la guerra contra Ramot de Galaad, o la dejaré? Y ellos dijeron: Sube; porque el Señor la entregará en mano del rey.
Y el rey de Israel y Josafat rey de Judá estaban sentados cada uno en su silla, vestidos de sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos.
Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló, diciendo: He aquí las palabras de los profetas a una boca anuncian al rey bien; sea ahora tu palabra conforme a la palabra de alguno de ellos, y anuncia bien.
Josafat durmió con sus padres y fue sepultado con ellos en la ciudad de su padre David; y su hijo Joram reinó en su lugar.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (129)
- Éxodo (101)
- Levítico (68)
- Números (183)
- Deuteronomio (97)
- Josué (83)
- Jueces (86)
- Rut (4)
- 1 Samuel (69)
- 2 Samuel (38)
- 1 Reyes (60)
- 2 Reyes (87)
- 1 Crónicas (73)
- 2 Crónicas (101)
- Esdras (26)
- Nehemías (71)
- Ester (15)
- Job (54)
- Salmos (154)
- Proverbios (16)
- Eclesiastés (19)
- Cantares (3)
- Isaías (117)
- Jeremías (189)
- Lamentaciones (11)
- Ezequiel (219)
- Daniel (36)
- Oseas (38)
- Joel (5)
- Amós (6)
- Abdías (2)
- Jonás (7)
- Miqueas (13)
- Nahúm (2)
- Habacuc (3)
- Sofonías (8)
- Hageo (2)
- Zacarías (29)
- Malaquías (4)
- Mateo (127)
- Marcos (101)
- Lucas (149)
- Juan (68)
- Hechos (168)
- Romanos (28)
- 1 Corintios (22)
- 2 Corintios (17)
- Gálatas (7)
- Efesios (6)
- Filipenses (1)
- Colosenses (3)
- 1 Tesalonicenses (5)
- 2 Tesalonicenses (1)
- 1 Timoteo (3)
- 2 Timoteo (3)
- Tito (1)
- Hebreos (28)
- Santiago (3)
- 1 Pedro (11)
- 2 Pedro (10)
- 1 Juan (2)
- 3 Juan (3)
- Judas (4)
- Apocalipsis (45)
Artículos Relacionados
- Afligidos, deber para con ellos
- Aquellos en contra de la verdad
- Aquellos que rasgaron la ropa
- Aquellos que vieron Visiones
- Aquellos que vieron a Dios
- Bendiciones para aquellos que ayudan a los pobres
- Comodidad, aquellos en necesidad
- Cuellos
- Dios puso atención a ellos
- La gente ellos mismos contaminantes
- Los camellos
- Montar camellos
- Perdonar a aquellos enemigos
- Sellos
- Aquellos a quienes Dios da
- Aquellos demonizados
- Aquellos en paz
- Aquellos que Jesús sanó
- Aquellos que aman a Dios
- Aquellos que amaron
- Aquellos que ayudan a los pobres
- Aquellos que buscan personas
- Aquellos que celan del pueblo
- Aquellos que cometieron adulterio
- Aquellos que creyeron en Cristo
- Aquellos que dieron una comida
- Aquellos que engañaron
- Aquellos que envidiaron
- Aquellos que esperan a Dios
- Aquellos que fueron ignorantes
- Aquellos que le temen a Dios
- Aquellos que le tienen envidia al pueblo
- Aquellos que no hablaron
- Aquellos que no han sido salvados
- Aquellos que no temen
- Aquellos que serán cortados de Israel
- Aquellos que son mentirosos
- Aquellos que trabajaron arduamente
- Aquellos que tuvieron fe
- Aquellos que vuelan
- Aquellos sometidos al pueblo
- La protección de los cabellos
- Los juicios de los sellos