'Sabed' en la Biblia
Mas si así no lo hiciereis, he aquí habréis pecado ante el SEÑOR; y sabed que vuestro pecado os alcanzará.
Y sabed hoy; porque no hablo con vuestros hijos que no han sabido ni visto el castigo del SEÑOR vuestro Dios, su grandeza, su mano fuerte, y su brazo extendido,
sabed que el SEÑOR vuestro Dios no echará más a estos gentiles delante de vosotros; antes os serán por lazo, y por tropiezo, y por azote para vuestros costados, y por espinas para vuestros ojos, hasta tanto que perezcáis de esta buena tierra que el SEÑOR vuestro Dios os ha dado.
Y he aquí que yo entro hoy por el camino de toda la tierra; sabed, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no se ha perdido una palabra de todas las buenas palabras que el SEÑOR vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han venido, no se ha perdido de ellas ni una.
Entonces dijo Saúl: Llegaos acá todos los principales del pueblo; y sabed y mirad por quién ha sido hoy este pecado;
Sabed ahora que de la palabra del SEÑOR que habló el SEÑOR sobre la casa de Acab, nada caerá en tierra; y que el SEÑOR ha hecho lo que dijo por su siervo Elías.
sabed ahora que Dios me ha derribado, y me ha envuelto en su red.
Sabed pues, que el SEÑOR hizo apartar al pío para sí; el SEÑOR oirá cuando yo a él clamare.
Estad quietos, y sabed que yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra.
Sabed que El, el SEÑOR, es Dios; El nos hizo, y no nosotros {a nosotros mismos;} pueblo suyo {somos} y ovejas de su prado.
Discurrid por las plazas de Jerusalén, y mirad ahora, y sabed, y buscad en sus plazas si halláis hombre, si hay alguno que haga juicio, que busque verdad; y yo perdonaré a la ciudad.
Mas sabed de cierto que, si me matareis, sangre inocente echaréis sobre vosotros, y sobre esta ciudad, y sobre sus moradores: porque en verdad el SEÑOR me envió a vosotros para que dijera todas estas palabras en vuestros oídos.
El SEÑOR habló sobre vosotros, oh remanente de Judá: No entréis en Egipto; sabed por cierto que os aviso hoy.
Ahora, pues, sabed de cierto que a espada, hambre y de pestilencia, moriréis en el lugar donde deseasteis entrar para peregrinar allí.