Parallel Verses
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Y cuando eran juntadas las vírgenes la segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey.
La Biblia de las Américas
Cuando las vírgenes fueron reunidas por segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey.
Reina Valera 1909
Y cuando se juntaban las vírgenes la segunda vez, Mardochêo estaba puesto a la puerta el rey.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Cuando las vírgenes fueron reunidas por segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey.
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Y cuando eran juntadas las vírgenes la segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey.
Spanish: Reina Valera Gómez
Y cuando fueron reunidas las vírgenes la segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey.
New American Standard Bible
When the virgins were gathered together the second time, then Mordecai was sitting at the king's gate.
Referencias Cruzadas
Ester 2:21
En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, se enojaron Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, y procuraban poner mano en el rey Asuero.
Ester 2:3-4
y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que junte todas las jóvenes vírgenes de buen parecer en Susa, el palacio, en la casa de las mujeres, al cuidado de Hegai, eunuco del rey, guarda de las mujeres, dándoles lo que necesitan para su purificación;
Ester 5:13
Mas todo esto nada me sirve cada vez que veo al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey.
Ester 3:2-3
Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey, se arrodillaban y adoraban a Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo, ni se arrodillaba, ni lo adoraba.
Información sobre el Versículo
Lecturas contextuales
18 Hizo luego el rey un gran banquete a todos sus príncipes y siervos, el banquete de Ester; y reposó a las provincias de sus impuestos, e hizo y dio mercedes conforme a la facultad real. 19 Y cuando eran juntadas las vírgenes la segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey. 20 Y Ester, según le tenía mandado Mardoqueo, no había declarado su nacimiento ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando estaba en crianza con él.