Jeremías 50:12

vuestra madre se avergonzará en gran manera, será humillada la que os dio a luz. He aquí, {será} la última de las naciones: desierto, sequedal y yermo.

Jeremías 51:43

Sus ciudades se han convertido en desolación, en sequedal y yermo; una tierra en la cual nadie habita, y por la cual ningún hijo de hombre pasa.

Isaías 13:20-22

nunca más será poblada ni habitada de generación en generación; no pondrá tienda allí el árabe, ni los pastores harán descansar allí {sus rebaños};

Isaías 14:22

Yo me levantaré contra ellos --declara el SEÑOR de los ejércitos-- y cortaré de Babilonia nombre y sobrevivientes, descendencia y posteridad --declara el SEÑOR.

Isaías 23:13

He aquí la tierra de los caldeos. Este pueblo no existía; Asiria lo designó para moradores del desierto. Ellos levantaron sus torres de sitio, despojaron sus palacios {y} la convirtieron en ruinas.

Jeremías 25:12

``Después que se hayan cumplido los setenta años, castigaré al rey de Babilonia y a esa nación por su iniquidad --declara el SEÑOR-- y a la tierra de los caldeos la haré una desolación eterna.

Jeremías 25:26

a todos los reyes del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a todos los reinos del mundo que están sobre la faz de la tierra. El rey de Sesac beberá después de ellos.

Jeremías 49:2

Por tanto, he aquí, vienen días --declara el SEÑOR-- en que haré que se oiga el grito de guerra contra Rabá de los hijos de Amón, y será convertida en montón de ruinas, y sus ciudades serán incendiadas. Entonces se apoderará Israel de los que lo poseían --dice el SEÑOR.

Jeremías 50:35-40

Espada contra los caldeos --declara el SEÑOR-- y contra los habitantes de Babilonia, contra sus oficiales y sus sabios.

Jeremías 51:25-26

He aquí, yo estoy contra ti, monte destructor, que destruyes toda la tierra --declara el SEÑOR. Extenderé mi mano contra ti, te haré rodar desde las peñas y te reduciré a monte quemado.

Jeremías 51:62-64

y di: ``Oh SEÑOR, tú {has} hablado acerca de este lugar, de destruirlo hasta que no quede morador en ella, ya sea hombre o animal, sino que desolación eterna será."

Gálatas 4:26

Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésta es nuestra madre.

Apocalipsis 17:5

y sobre su frente {había} un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.

Apocalipsis 18:21-23

Entonces un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó al mar, diciendo: Así será derribada con violencia Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada.

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