Es pues la fe, la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que a Dios se allega, crea que existe, y que es galardonador de los que le buscan.

Por lo cual también de uno, y ese ya muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.

Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía.

En fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas; sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y abrazándolas; y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra.

Por la fe, Abraham siendo llamado, oyó para salir al lugar que había de recibir por heredad; y salió sin saber a dónde iba.

Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan su patria natural.

Que si se acordaran de aquella de donde salieron, cierto tenían tiempo para volverse;

Por la fe, ofreció Abraham a Isaac cuando fue probado; y ofrecía al unigénito en el cual había recibido las promesas,

Por la fe, Noé habiendo recibido revelación de cosas que aun no se veían, aparejó con mucho cuidado el arca en que su casa se salvara; arca por la cual condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que es por la fe.

Por la fe, Abel ofreció a Dios mayor sacrificio que Caín; por la cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio a sus presentes, y difunto, aún habla por ella.

Por la fe, Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuera traspuesto tuvo testimonio de haber agradado a Dios.

¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltará contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel, y de los profetas,

porque esperaba la ciudad con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios.

pensando dentro de sí, que aun de los muertos es Dios poderoso para levantar, por lo cual también le volvió a recibir por figura.

Por la fe, Jacob muriéndose bendijo a cada uno de los hijos de José; y adoró estribando sobre la punta de su vara.

(habiéndole sido dicho: En Isaac te será llamada simiente);

Por la fe también bendijo Isaac a Jacob y a Esaú de lo que habían de ser.

Por la fe, José, muriéndose, se acordó de la partida de los hijos de Israel; y dio mandamiento acerca de sus huesos.

Teniendo por mayores riquezas el vituperio del Cristo que los tesoros de los egipcios, porque miraba a la remuneración.

Por la fe, dejó a Egipto no temiendo la ira del rey; porque como aquel que ve al Invisible se esforzó.

Por la fe, celebró la pascua y el derramamiento de la sangre, para que el que mataba los primogénitos no los tocara.

escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado.

Por la fe, cayeron los muros de Jericó con rodearlos siete días.

Porque por ésta alcanzaron testimonio los ancianos.

Por la fe, habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en cabañas con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa;

Por la fe, Moisés, hecho ya grande, rehusó ser hijo de la hija del Faraón,

Por la fe, pasaron el mar Bermejo como por tierra seca, lo cual probando los egipcios, fueron consumidos.

Y todos éstos, aprobados por testimonio de la fe, no recibieron la promesa,

Otros fueron apedreados, otros cortados en piezas, otros tentados, otros muertos a espada; otros anduvieron perdidos cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados,

Por la fe también la misma Sara, (siendo estéril) recibió fuerza para concebir generación; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó ser fiel el que lo había prometido.

Por la fe, Moisés, nacido, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron hermoso niño; y no temieron el mandamiento del rey.

Otros experimentaron vituperios, y azotes; y a más de esto prisiones y cárceles.

que por fe ganaron reinos, obraron justicia, alcanzaron promesas, taparon las bocas de los leones,

Por la fe, Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes habiendo recibido a los espías con paz.

mas empero deseaban la mejor, es a saber, la celestial, por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les había aparejado ciudad.

las mujeres recibieron sus muertos por resurrección, unos fueron estirados, menospreciando la vida, para ganar mejor resurrección.

apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, convalecieron de enfermedades, fueron hechos fuertes en batallas, trastornaron campos de enemigos extraños;

proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, que aquellos no fueran perfeccionados sin nosotros.

de los cuales el mundo no era digno; errantes por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.