Most Popular Bible Verses in Jeremías 4



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37

Declarad en Judá y proclamad en Jerusalén, y decid: Tocad la trompeta en la tierra; clamad en alta voz, y decid: ``Reuníos y entremos en las ciudades fortificadas."

48

Izad bandera hacia Sion; buscad refugio, no os detengáis; porque traigo del norte la calamidad, una gran destrucción.

67

Ha salido el león de la espesura, y el destructor de naciones se ha puesto en marcha; ha salido de su lugar para convertir tu tierra en desolación. Tus ciudades quedarán en ruinas, sin habitantes.

93

Por eso, vestíos de cilicio, lamentaos y gemid; porque no se ha apartado de nosotros la ardiente ira del SEÑOR.

120

Y sucederá en aquel día --declara el SEÑOR-- que fallará el corazón del rey y el corazón de los príncipes; se quedarán atónitos los sacerdotes y los profetas se pasmarán.

121

Entonces dije: ¡Ah, Señor DIOS! Ciertamente has engañado en gran manera a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: ``Paz tendréis", cuando tienen la espada al cuello.

130

En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: Un viento abrasador de las alturas desoladas del desierto, en dirección a la hija de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar,

157

He aquí que él sube como las nubes, y como un torbellino sus carros; sus caballos son más ligeros que las águilas. ¿Ay de nosotros, porque estamos perdidos!

194

¿Alma mía, alma mía! Estoy angustiado, ¡oh corazón mío! Mi corazón se agita dentro de mí; no callaré, porque has oído, alma mía, el sonido de la trompeta, el pregón de guerra.

205

Lava de maldad tu corazón, Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo morarán dentro de ti pensamientos perversos?

210

Circuncidaos para el SEÑOR, y quitad los prepucios de vuestros corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén, no sea que mi furor salga como fuego y arda y no haya quien {lo} apague, a causa de la maldad de vuestras obras.

217

un viento demasiado fuerte para esto, vendrá a mi mandato. Ahora yo pronunciaré juicios contra ellos.

235

Si has de volver, oh Israel --declara el SEÑOR-- vuélvete a mí. Si quitas de mi presencia tus abominaciones, y no vacilas,

252

Desastre sobre desastre se anuncia, porque es arrasada toda la tierra; de repente son arrasadas mis tiendas, en un instante mis cortinas.

260

Tu comportamiento y tus acciones te han traído estas cosas. Esta es tu maldad. ¡Qué amarga! ¿Cómo ha penetrado hasta tu corazón!

275

Porque una voz {lo} anuncia desde Dan, y proclama el mal desde los montes de Efraín.

283

Avisad{lo} a las naciones: ¡Aquí están! Proclamad sobre Jerusalén: ``Sitiadores vienen de tierra lejana y alzan sus voces contra las ciudades de Judá.

289

``Como guardas de campo están apostados contra ella por todos lados, porque se ha rebelado contra mí" --declara el SEÑOR.

301

Por eso se enlutará la tierra, y se oscurecerán los cielos arriba, porque he hablado, {lo} he decidido, y no me arrepentiré, ni me retractaré de ello.

306

Y tú, desolada, ¿qué harás? Aunque te vistas de escarlata, aunque te pongas adornos de oro, aunque te agrandes con pintura los ojos, en vano te embelleces; te desprecian {tus} amantes, {sólo} buscan tu vida.

308

¿Hasta cuándo he de ver la bandera y he de oír el sonido de la trompeta?

316

y juras: ``Vive el SEÑOR", en verdad, en juicio y en justicia, entonces se bendecirán en El las naciones, y en El se gloriarán.

332

Al ruido de jinetes y arqueros huye toda la ciudad; entran en las espesuras y trepan por los peñascos. Toda ciudad está abandonada, y no queda en ellas morador alguno.

335

Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todas las colinas se estremecían.

343

Porque así dice el SEÑOR: Una desolación será toda la tierra, pero no causaré una destrucción total.

344

Miré, y he aquí que la tierra fértil era un desierto, y todas sus ciudades estaban arrasadas delante del SEÑOR, delante del ardor de su ira.

352

Miré, y he aquí que no había hombre alguno, y todas las aves del cielo habían huido.

443

Miré a la tierra, y he aquí que {estaba} sin orden y vacía; y a los cielos, y no tenían luz.

498

Porque oí un grito como de mujer de parto, angustia como de primeriza; {era} el grito de la hija de Sion que se ahogaba, {y} extendía sus manos, {diciendo:} ¿Ay ahora de mí, porque desfallezco ante los asesinos!