Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.

En aquel tiempo, hablando Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a los niños.

Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS.

Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza.

Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo {se lo} quiera revelar.

Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.

Y si queréis aceptar{lo,} él es Elías, el que había de venir.

El que tiene oídos, que oiga.

y dicen: ``Os tocamos la flauta, y no bailasteis; entonamos endechas, y no os lamentasteis."

¿Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en vosotras se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza.

Porque vino Juan que no comía ni bebía, y dicen: ``Tiene un demonio."

Sí, Padre, porque así fue de tu agrado.

Por eso os digo que en el día del juicio será más tolerable {el castigo} para Tiro y Sidón que para vosotras.

Sin embargo, os digo que en {el} día del juicio será más tolerable {el castigo} para la tierra de Sodoma que para ti.

Y al oír Juan en la cárcel de las obras de Cristo, mandó por medio de sus discípulos

Este es de quien está escrito: ``HE AQUI, YO ENVIO MI MENSAJERO DELANTE DE TU FAZ, QUIEN PREPARARA TU CAMINO DELANTE DE TI."

los CIEGOS RECIBEN LA VISTA y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO.

En verdad os digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado {nadie} mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.

Mientras ellos se marchaban, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?

Entonces comenzó a increpar a las ciudades en las que había hecho la mayoría de sus milagros, porque no se habían arrepentido.

a decirle: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperaremos a otro?

Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: ``Mirad, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores." Pero la sabiduría se justifica por sus hechos.

Y bienaventurado es el que no se escandaliza de mí.

Y respondiendo Jesús, les dijo: Id y contad a Juan lo que oís y veis:

Pero, ¿con qué compararé a esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, que dan voces a los otros,

Y sucedió que cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y predicar en las ciudades de ellos.

Pero, ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y uno que es más que un profeta.

Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.

Mas, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con {ropas} finas? Mirad, los que usan {ropas} finas están en los palacios de los reyes.

Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades descenderás! Porque si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, {ésta} hubiera permanecido hasta hoy.