49 Versículos de la Biblia sobre Amanecer

Miren al que hace el Arcturo y el Orión, y las tinieblas vuelve en mañana, y hace oscurecer el día en noche; el que llama á las aguas de la mar, y las derrama sobre la haz de la tierra: Jehová es su nombre:

Será como la luz de la mañana cuando sale el sol, De la mañana sin nubes; Cuando la hierba de la tierra brota Por medio del resplandor después de la lluvia.

Con sus estornudos encienden lumbre, Y sus ojos son como los párpados del alba.

Y levantóse aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc. Tomólos pues, y pasólos el arroyo, é hizo pasar lo que tenía. Y quedóse Jacob solo, y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.Leer más.
Y como vió que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y descoyuntóse el muslo de Jacob mientras con él luchaba. Y dijo: Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices.

Mas aquellos hombres no le quisieron oir; por lo que tomando aquel hombre su concubina, sacósela fuera: y ellos la conocieron, y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana, y dejáronla cuando apuntaba el alba. Y ya que amanecía, la mujer vino, y cayó delante de la puerta de la casa de aquel hombre donde su señor estaba, hasta que fué de día.

Y dijo Saúl: Descendamos de noche contra los Filisteos, y los saquearemos hasta la mañana, y no dejaremos de ellos ninguno. Y ellos dijeron: Haz lo que bien te pareciere. Dijo luego el sacerdote: Lleguémonos aquí á Dios.

Y Abigail se vino á Nabal, y he aquí que él tenía banquete en su casa como banquete de rey: y el corazón de Nabal estaba alegre en él, y estaba muy borracho; por lo que ella no le declaró poco ni mucho, hasta que vino el día siguiente.

Y caminaron toda aquella noche Joab y los suyos, y amanecióles en Hebrón.

Entonces David se levantó, y todo el pueblo que con él estaba, y pasaron el Jordán antes que amaneciese; ni siquiera faltó uno que no pasase el Jordán.

Mi alma espera á Jehová Más que los centinelas á la mañana. Más que los vigilantes á la mañana.

Así poseo yo meses de vanidad, Y noches de trabajo me dieron por cuenta. Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Y mide mi corazón la noche, Y estoy harto de devaneos hasta el alba.

Dios está en medio de ella; no será conmovida: Dios la ayudará al clarear la mañana.

El guarda respondió: La mañana viene, y después la noche: si preguntareis, preguntad; volved, venid.

Contaba yo hasta la mañana. Como un león molió todos mis huesos: De la mañana á la noche me acabarás.

Y habiendo temor de dar en lugares escabrosos, echando cuatro anclas de la popa, deseaban que se hiciese de día.

El rey, por tanto, se levantó muy de mañana, y fué apriesa al foso de los leones:

Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa á Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, porque no perezcas en el castigo de la ciudad.

Y al séptimo día levantáronse cuando subía el alba, y dieron vuelta á la ciudad de la misma manera siete veces: solamente este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces.

Y por la mañana al salir del sol te levantarás y acometerás la ciudad: y él y el pueblo que está con él saldrán contra ti, y tu harás con él según que se te ofrecerá.

Y fué dicho á los de Gaza: Samsón es venido acá. Y cercáronlo, y pusiéronle espías toda aquella noche á la puerta de la ciudad: y estuvieron callados toda aquella noche, diciendo: Hasta la luz de la mañana; entonces lo mataremos.

Saúl envió luego mensajeros á casa de David para que lo guardasen, y lo matasen á la mañana. Mas Michâl su mujer lo descubrió á David, diciendo: Si no salvares tu vida esta noche, mañana serás muerto.

Y LA víspera de sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la otra María, á ver el sepulcro.

Y muy de mañana, el primer día de la semana, vienen al sepulcro, ya salido el sol.

Y EL primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado, y algunas otras mujeres con ellas.

Y levantándose muy de mañana, aun muy de noche, salió y se fué á un lugar desierto, y allí oraba.

Y siendo ya de día salió, y se fué á un lugar desierto: y las gentes le buscaban, y vinieron hasta él; y le detenían para que no se apartase de ellos.

Y cuando fué de día, se juntaron los ancianos del pueblo, y los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y le trajeron á su concilio,

Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino á él: y sentado él, los enseñaba.

Y como comenzó á ser de día, Pablo exhortaba á todos que comiesen, diciendo: Este es el décimocuarto día que esperáis y permanecéis ayunos, no comiendo nada.

Nosotros pues trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del alba hasta salir las estrellas.

Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el medio día, en presencia de hombres y mujeres y entendidos; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.

El pueblo que andaba en tinieblas vió gran luz: los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana.

Verélo, mas no ahora: Lo miraré, mas no de cerca: Saldrá ESTRELLA de Jacob, Y levantaráse cetro de Israel, Y herirá los cantones de Moab, Y destruirá á todos los hijos de Seth.

El pueblo asentado en tinieblas, Vió gran luz; Y á los sentados en región y sombra de muerte, Luz les esclareció.

Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó de lo alto el Oriente, Para dar luz á los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.

En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron.

Y hablóles Jesús otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo: el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la lumbre de la vida.

Y exhibirá tu justicia como la luz, Y tus derechos como el medio día.

Resplandeció en las tinieblas luz á los rectos: Es clemente, y misericordioso, y justo.

Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová: Mas los que le aman, sean como el sol cuando nace en su fuerza. Y la tierra reposó cuarenta años.

Despierta, oh gloria mía; despierta, salterio y arpa: Levantaréme de mañana.

Despiértate, salterio y arpa: Despertaré al alba.

Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.

Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se dejará ver presto; é irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.