40 Versículo de la Biblia sobre Blanco
Versículos Más Relevantes
Y seis días después, Jesús tomó a Pedro, y a Jacobo, y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y su vestidura se hizo blanca como la luz.
Y seis días después Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los sacó solos aparte a un monte alto; y fue transfigurado delante de ellos. Y sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como la nieve; tanto que ningún lavador en la tierra las puede hacer tan blancas.
Estuve mirando hasta que fueron puestos unos tronos. Y el Anciano de días se sentó, cuya vestidura era blanca como la nieve, y el cabello de su cabeza como lana pura; su trono era como llama de fuego, y sus ruedas, como fuego ardiente.
Y he aquí, fue hecho un gran terremoto; porque el ángel del Señor descendió del cielo y llegando, removió la piedra de la puerta, y se sentó sobre ella. Y su aspecto era como relámpago, y su vestidura blanca como la nieve.
Y entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron.
y vio dos ángeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que Él se iba, he aquí dos varones en vestiduras blancas se pusieron junto a ellos;
Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro; y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana, tan blancos como la nieve; y sus ojos como llama de fuego;
Y alrededor del trono había veinticuatro sillas; y vi sobre las sillas veinticuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y tenían sobre sus cabezas coronas de oro.
Y vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes, como con voz de trueno, diciendo: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que estaba sentado sobre él tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.
Y vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que estaba sentado sobre él, era llamado Fiel y Verdadero, y en justicia juzga y pelea. Y sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas coronas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino Él mismo. Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS.Leer más.
Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos blancos, vestidos de lino fino, blanco y limpio.
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo; y no fue hallado lugar para ellos.
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta; si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Purifícame con hisopo, y seré limpio: Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Pero aun tienes unas pocas personas en Sardis que no han contaminado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas; porque son dignas. El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
Y les fueron dadas vestiduras blancas a cada uno de ellos, y les fue dicho que reposasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
Después de estas cosas miré, y he aquí una gran multitud, la cual ninguno podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y con palmas en sus manos;
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
Así que, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto; di a los que la recubren con lodo suelto, que caerá; vendrá lluvia torrencial, y enviaré piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romperá. Y he aquí cuando la pared haya caído, ¿no os dirán: ¿Dónde está la embarradura con la que recubristeis?Leer más.
Por tanto, así dice Jehová el Señor: Y haré que la rompa viento tempestuoso con mi ira, y lluvia torrencial vendrá con mi furor, y piedras de granizo con enojo para consumir. Así desbarataré la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy Jehová. Cumpliré así mi furor en la pared y en los que la recubrieron con lodo suelto; y os diré: No existe la pared, ni aquellos que la recubrieron,
Y sus profetas los recubrieron con lodo suelto, profetizándoles vanidad, y adivinándoles mentira, diciendo: Así dice Jehová el Señor; y Jehová no había hablado.
Entonces Pablo le dijo: Dios te golpeará a ti, pared blanqueada: ¿Pues tú estás sentado para juzgarme conforme a la ley, y contra la ley me mandas golpear?
Sus nazareos fueron más puros que la nieve, más blancos que la leche. Sus cuerpos más rubicundos que los rubíes, más bellos que el zafiro.
Y se tomó Jacob varas de álamo verdes y de avellano, y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas.
Sus ojos rojos del vino, y los dientes blancos de la leche.
Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como semilla de cilantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.
Y el sacerdote mirará la llaga en la piel de la carne: si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y la llaga pareciere más profunda que la piel de su carne, es llaga de lepra; y el sacerdote lo reconocerá, y lo declarará inmundo. Y si en la piel de su carne hubiere mancha blanca, pero no pareciere más hundida que la tez, ni su pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días.
Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu simiente para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.
Vosotros los que cabalgáis en asnas blancas, los que presidís en juicio, y vosotros los que viajáis, hablad. Lejos del ruido de los arqueros, en los abrevaderos, allí repetirán los hechos justos de Jehová, los hechos justos para con los habitantes de sus aldeas en Israel; entonces descenderá el pueblo de Jehová a las puertas.
¿Se comerá lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo?
En pos de sí hace resplandecer la senda, que parece que el abismo sea cano.
Asoló mi vid, y descortezó mi higuera; del todo la desnudó y derribó: sus ramas quedaron blancas.
Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán, el cual estaba entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos.
Y me volví, y alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran montes de bronce. En el primer carro había caballos alazanes, y en el segundo carro caballos negros, y en el tercer carro caballos blancos, y en el cuarto carro caballos overos bayos rodados.Leer más.
Respondí entonces, y dije al Ángel que hablaba conmigo: Señor mío, ¿qué es esto? Y el Ángel me respondió, y me dijo: Éstos son los cuatro espíritus de los cielos, que salen después de presentarse ante el Señor de toda la tierra. Y los caballos negros que estaban allí, salían hacia la tierra del norte; y los blancos salían tras ellos; y lo overos salían hacia la tierra del sur.
Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
Tópicos sobre Blanco
Blanco y negro
Génesis 30:37Y se tomó Jacob varas de álamo verdes y de avellano, y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas.
Colores, blanco
Daniel 7:9Estuve mirando hasta que fueron puestos unos tronos. Y el Anciano de días se sentó, cuya vestidura era blanca como la nieve, y el cabello de su cabeza como lana pura; su trono era como llama de fuego, y sus ruedas, como fuego ardiente.
el juicio del gran trono blanco
Apocalipsis 20:11-15Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo; y no fue hallado lugar para ellos.