46 Versículos de la Biblia sobre Dios, en la singularidad de
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Yo soy Jehová, y ninguno más hay. No hay Dios fuera de mí. Yo te ceñí, aunque tú no me has conocido; para que se sepa desde el nacimiento del sol, y desde donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo,
A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová, Él es Dios; no hay otro fuera de Él.
Porque el nombre de Jehová proclamaré: Engrandeced a nuestro Dios.
para que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro.
Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí; para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí. Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.
Así dice Jehová el Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. ¿Y quién como yo, proclamará y denunciará esto, y lo ordenará por mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde antiguo, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
Porque así dijo Jehová, que creó los cielos, Él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.
Y en cuanto a comer de aquello que es sacrificado a los ídolos, sabemos que el ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un solo Dios. Porque aunque haya algunos que se llamen dioses, ya sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), mas para nosotros sólo hay un Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros en Él; y un Señor, Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por Él.
un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todo, y por todo, y en todos vosotros.
Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre;
Porque ¿quién en los cielos se comparará a Jehová? ¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los poderosos? Dios terrible en la gran congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están a su alrededor. Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová, y tu fidelidad te rodea.
Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios:
¿A quién, pues, me haréis semejante o me haréis igual? dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; Él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y su poder y virtud.
Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Tú, sólo tú, oh Jehová; tú hiciste el cielo, y el cielo de los cielos, y todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú has preservado todas estas cosas, y el ejército del cielo te adora.
y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, y os predicamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y el mar, y todo cuanto en ellos hay.
Porque por Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en el cielo y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por Él y para Él.
Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu placer existen y fueron creadas.
Porque yo sé que Jehová es grande, y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses. Todo lo que Jehová quiso, ha hecho, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
¿Quién como tú, Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en loores, hacedor de maravillas?
Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.
Tuya es, oh Jehová, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres exaltado por cabeza sobre todos.
No hay como el Dios de Jesurún, que cabalga sobre los cielos para tu ayuda, y sobre las nubes en su majestad.
Reuníos, y venid; acercaos, todos los que habéis escapado de las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su imagen esculpida, y los que ruegan a un dios que no puede salvar. Publicad, y hacedlos llegar, y entren todos en consulta: ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador: ningún otro fuera de mí. Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra: porque yo soy Dios, y no hay más.
Erguidos están como palmera, pero no hablan; necesitan ser llevados porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque no pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder. No hay nadie como tú, oh Jehová; grande eres tú, y grande es tu nombre en fortaleza.
dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en el cielo ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti de todo su corazón;
Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos. ¿Y qué nación hay en la tierra como tu pueblo Israel, al cual Dios fue y redimió por pueblo para sí, y para darle nombre, y para hacer por vosotros grandes y temibles obras, por tu tierra, por amor de tu pueblo que tú redimiste de Egipto, de las naciones y de sus dioses?
Jehová, no hay semejante a ti, ni hay Dios sino tú, según todas las cosas que hemos oído con nuestros oídos. ¿Y qué pueblo hay en la tierra como tu pueblo Israel, cuyo Dios fuese y se redimiese un pueblo, para hacerte nombre con grandezas y maravillas, echando las naciones de delante de tu pueblo, que tú rescataste de Egipto?
Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.
Reconoce pues, hoy, y reconsidera en tu corazón que Jehová, Él es Dios arriba en el cielo, y abajo sobre la tierra; no hay otro.
Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único sabio Dios, sea honor y gloria por siempre jamás. Amén
Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos. No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Y en todo lo que os he dicho seréis circunspectos. Y el nombre de otros dioses no mencionaréis, ni se oirá de vuestra boca.
No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición: Yo Jehová vuestro Dios.
A Jehová tu Dios temerás, y a Él solo servirás, y por su nombre jurarás. No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos:
Con los cuales había Jehová hecho pacto, y les mandó, diciendo: No temeréis a otros dioses, ni los adoraréis, ni les serviréis, ni les ofreceréis sacrificios.
Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.
No saben ni entienden; porque sus ojos están cerrados para no ver, y su corazón para no entender. Ninguno reflexiona en su corazón, ni tiene conocimiento o entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí; ¿haré del restante de ello una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es una mentira lo que tengo en mi mano derecha?
Reuníos, y venid; acercaos, todos los que habéis escapado de las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su imagen esculpida, y los que ruegan a un dios que no puede salvar.
¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?