41 Versículo de la Biblia sobre La idolatría

Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.

porque ellos mismos cuentan de nosotros de qué manera nos recibisteis; y de cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,

No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra imagen de piedra para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios.

No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo, Jehová tu Dios, soy Dios celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,Leer más.
Y que hago misericordia a millares de los que me aman y guardan mis mandamientos.

Los que guardan las vanidades ilusorias, su misericordia abandonan.

Haced morir, pues, vuestros miembros que están en la tierra; fornicación, impureza, pasiones desordenadas, mala concupiscencia y avaricia, que es idolatría;

Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.

No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición: Yo Jehová vuestro Dios.

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, desenfrenos, y cosas semejantes a estas; de las cuales os denuncio, como también ya os denuncié, que los que hacen tales cosas, no heredarán el reino de Dios.

E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén, y clamarán a los dioses a quienes queman ellos incienso, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal.

Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.

Los ídolos de las gentes son plata y oro, obra de manos de hombres;

Reuníos, y venid; acercaos, todos los que habéis escapado de las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su imagen esculpida, y los que ruegan a un dios que no puede salvar.

Mas entonces, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses.

Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, para que no adorasen a los demonios, y a las imágenes de oro, y plata, y bronce, y piedra, y de madera; las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar,

Y en todo lo que os he dicho seréis circunspectos. Y el nombre de otros dioses no mencionaréis, ni se oirá de vuestra boca.

Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a jugar.

Cuanto más los llamaban, así ellos se iban de su presencia; a los Baales sacrificaban, y a los ídolos quemaban incienso.

No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria; por tu misericordia, por tu verdad. ¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios? Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho.Leer más.
Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; ni hablan con su garganta; como ellos son los que los hacen, y cualquiera que en ellos confía. Oh Israel, confía en Jehová: Él es su ayuda y su escudo. Casa de Aarón, confiad en Jehová. Él es su ayuda y su escudo. Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová: Él es su ayuda y su escudo. Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá. Bendecirá a la casa de Israel; bendecirá a la casa de Aarón. Bendecirá a los que temen a Jehová; a chicos y a grandes. Jehová os prospere más y más, a vosotros y a vuestros hijos. Bendecidos sois de Jehová, que hizo el cielo y la tierra. El cielo, aun los cielos son de Jehová; mas ha dado la tierra a los hijos de los hombres. No alabarán los muertos a JAH, ni cuantos descienden al silencio; mas nosotros bendeciremos a JAH, desde ahora y para siempre. Aleluya.

Porque la rebeldía es como el pecado de adivinación, y como iniquidad e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, Él también te ha desechado para que no seas rey.

y cambiaron la gloria del Dios incorruptible, en semejanza de imagen de hombre corruptible, y de aves, y de cuadrúpedos, y de reptiles.

Y destruiré tus esculturas y tus imágenes de en medio de ti, y nunca más adorarás la obra de tus manos.

Se lo echan sobre los hombros, lo llevan, y lo colocan en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio. Le hablan, y tampoco responde, ni libra de la tribulación.

y no meterás abominación en tu casa, para que no seas anatema como ello; del todo lo aborrecerás y lo abominarás; porque es anatema.

¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,

Y a causa de toda su maldad, pronunciaré mis juicios contra ellos, quienes me dejaron, y quemaron incienso a dioses extraños, y adoraron la obra de sus propias manos.

¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?

Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte e imaginación de hombres.

Pueblo que en mi cara me provoca de continuo a ira, sacrificando en huertos, y ofreciendo perfume sobre ladrillos;

Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. ¿Provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que Él?

¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que es sacrificado a los ídolos?

Y mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía en él, viendo la ciudad entregada a la idolatría.

Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, a las concupiscencias de sus corazones, a que deshonrasen entre sí sus propios cuerpos,