47 Versículo de la Biblia sobre esperar hasta el matrimonio
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Cuando alguno tomare esposa nueva, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a su esposa que tomó.
pero si no pueden contenerse, cásense; que mejor es casarse que quemarse.
Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días porque la amaba.
y vosotros sed semejantes a hombres que esperan cuando su señor ha de volver de las bodas; para que cuando venga y toque, en seguida le abran.
Porque mejor es que se te diga: Sube acá, y no que seas humillado delante del príncipe a quien tus ojos han visto.
¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais vosotras de quedaros sin casar por amor de ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.
Edificad casas, y morad; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos;
Y si quieren aprender alguna cosa, pregunten en casa a sus maridos; porque vergonzoso es que una mujer hable en la iglesia.
Te ruego que no te vayas de aquí, hasta que a ti vuelva, y saque mi presente, y lo ponga delante de ti. Y Él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.
Volveos, hijas mías, e idos; que yo ya soy vieja para ser para varón. Y aunque dijese: Esperanza tengo; y esta noche estuviese con marido, y aun diere a luz hijos;
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor.
Bienaventurados aquellos siervos a quienes el señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá y les servirá.
Cuando seas convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él,
y era viuda como de ochenta y cuatro años, que no se apartaba del templo, sirviendo a Dios de noche y de día con ayunos y oraciones.
pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y llamó su nombre JESÚS.
La caridad es sufrida, es benigna; La caridad no tiene envidia, la caridad no es jactanciosa, no se envanece;
Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser; la cual era grande de edad, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad;
Pues como el joven se casa con la virgen, se casarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así tu Dios se gozará contigo.
Entonces Noemí dijo: Reposa, hija mía, hasta que sepas cómo termina esto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy.
Y cuando el rey vino para ver a los convidados, vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda,
acechándole, y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle.
Mas cuando seas convidado, ve, y siéntate en el último lugar; para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
Y les fueron dadas vestiduras blancas a cada uno de ellos, y les fue dicho que reposasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hicieres conmigo otros siete años.
Porque el marido es cabeza de la esposa, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y Él es el Salvador del cuerpo.
Y había cuatro hombres leprosos a la entrada de la puerta, los cuales dijeron el uno al otro: ¿Para qué nos estamos aquí hasta que muramos?
¿No sabéis que los que ministran en las cosas santas, comen del templo; y que los que sirven al altar, del altar participan?
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una novia ataviada para su marido.
porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; y la mujer adúltera caza la preciosa alma del varón.
Lo cual cuando fue hecho saber a David, envió a encontrarles, porque ellos estaban en extremo avergonzados; y el rey mandó a decirles: Quedaos en Jericó hasta que os vuelva a crecer la barba, y entonces regresad.
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han venido las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.
Os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera.
Y en la cuarta generación volverán acá; porque la maldad del amorreo aún no ha llegado a su colmo.
Y Judá dijo a Tamar su nuera: Quédate viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Sela mi hijo; porque dijo: No sea que como sus hermanos también él muera. Y se fue Tamar, y moró en la casa de su padre.
Y Noemí respondió: Volveos, hijas mías: ¿Para qué habéis de ir conmigo? ¿Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos?
Y dijo Jehová: No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.
Y lo pusieron en la cárcel, hasta que les fuese declarado por palabra de Jehová.
Y otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.
Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros: y he aquí Aarón y Hur están con vosotros: el que tuviere asuntos, venga a ellos.
Dicen: Si alguno dejare su esposa, y yéndose ésta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, te has prostituido con muchos amantes; mas vuélvete a mí, dice Jehová.
Y no llegarás a la mujer para descubrir su desnudez durante su impureza menstrual.
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en vosotros mismos, que en parte el endurecimiento ha acontecido a Israel, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;