24 Versículo de la Biblia sobre Flechas, figurativas de
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``Amontonaré calamidades sobre ellos, emplearé en ellos mis saetas.
Porque las flechas del Todopoderoso están {clavadas} en mí, cuyo veneno bebe mi espíritu, {y} contra mí se juntan los terrores de Dios.
Porque, he aquí, los impíos tensan el arco, preparan su saeta sobre la cuerda para flechar en lo oscuro a los rectos de corazón.
Tus saetas son agudas; los pueblos caen debajo de ti; en el corazón de los enemigos del rey {están tus flechas.}
que afilan su lengua como espada, {y} lanzan palabras amargas {como} saeta,
Allí quebró las saetas encendidas del arco, el escudo, la espada y las armas de guerra. (Selah)
No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día,
Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos {tenidos} en la juventud.
{Como} maza y espada y aguda saeta es el hombre que levanta falso testimonio contra su prójimo.
Saeta mortífera es su lengua, engaño habla; con su boca habla {cada uno} de paz a su prójimo, pero dentro de sí le tiende emboscada.
Porque tus saetas se han clavado en mí, y sobre mí ha descendido tu mano.
`` ¿He de mentir respecto a mi derecho? Mi herida es incurable, sin {haber yo cometido} transgresión."
Ha entesado su arco y me ha puesto como blanco de la flecha. Hizo que penetraran en mis entrañas las flechas de su aljaba.
Pero Dios les disparará con saeta; repentinamente serán heridos.
``Cuando envíe contra ellos las saetas mortíferas del hambre para destrucción, las cuales enviaré para destruiros, entonces también aumentaré el hambre sobre vosotros y romperé la provisión de pan.
que afilan su lengua como espada, {y} lanzan palabras amargas {como} saeta, para herir en oculto al íntegro; lo hieren repentinamente, y no temen.
Mi alma está entre leones; tengo que acostarme entre los que vomitan fuego; {entre} los hijos de los hombres, cuyos dientes son lanzas y saetas, y cuya lengua es espada afilada.
Como el enloquecido que lanza teas encendidas, flechas y muerte, así es el hombre que engaña a su prójimo, y dice: ¿Acaso no estaba yo bromeando?
en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno.
Derramaron aguas las nubes, tronaron los nubarrones, también tus saetas centellearon por doquier.
Y envió saetas, y los dispersó, relámpagos, y los confundió.
Despide relámpagos y dispérsalos; lanza tus flechas y confúndelos.
Entonces el SEÑOR aparecerá sobre ellos, y saldrá como un rayo su flecha; el Señor DIOS tocará la trompeta, y caminará en los torbellinos del sur.
He aquí, don del SEÑOR son los hijos; {y} recompensa es el fruto del vientre. Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos {tenidos} en la juventud. Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba; no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta.