23 Versículos de la Biblia sobre Nada

Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo,

Lo que fue, eso será, y lo que se hizo, eso se hará; no hay nada nuevo bajo el sol.

Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.

Porque ninguna cosa será imposible para Dios.

Pero a los hijos de Coat no les dio {nada,} porque su ministerio {consistía en} llevar sobre sus hombros los {objetos} sagrados.

Repréndeme, oh SEÑOR, pero con justicia, no con tu ira, no sea que me reduzcas a nada.

Después de las sesenta y dos semanas el Mesías será muerto y no tendrá nada, y el pueblo del príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario. Su fin {vendrá} con inundación; aun hasta el fin habrá guerra; las desolaciones están determinadas.

Y deseaba llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba {nada.}

porque nada se llevará cuando muera, ni su gloria descenderá con él.

Porque nada hemos traído al mundo, así que nada podemos sacar de él.

El SEÑOR hace nulo el consejo de las naciones; frustra los designios de los pueblos.

Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser {como} metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera {el don de} profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. Y si diera todos mis bienes para dar de comer {a los pobres,} y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha.

No pondré cosa indigna delante de mis ojos; aborrezco la obra de los que se desvían; no se aferrará a mí.

Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no.

La circuncisión nada es, y nada es la incircuncisión, sino el guardar los mandamientos de Dios.

y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El SEÑOR dio y el SEÑOR quitó; bendito sea el nombre del SEÑOR.

Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes.

Simón Pedro les dijo*: Me voy a pescar. Ellos le dijeron*: Nosotros también vamos contigo. Fueron y entraron en la barca, y aquella noche no pescaron nada.

a Egipto, cuya ayuda es vana y vacía. Por tanto lo he llamado Rahab el destruido.