32 Versículos de la Biblia sobre Ningún alimento
Versículos Más Relevantes
Porque aun cuando estábamos con vosotros os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.
Dijeron también a Faraón: Hemos venido a residir en esta tierra, porque no hay pasto para los rebaños de tus siervos, pues el hambre es severa en la tierra de Canaán. Ahora pues, permite que tus siervos habiten en la tierra de Gosén.
Cuando pasaron los siete años de abundancia que había habido en la tierra de Egipto,
Y los hijos de Israel les decían: Ojalá hubiéramos muerto a manos del SEÑOR en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
Y el pueblo habló contra Dios y Moisés: ¿Por qué nos habéis sacado de Egipto para morir en el desierto? Pues no hay comida ni agua, y detestamos este alimento tan miserable.
Y el maná cesó el día después que habían comido del producto de la tierra, y los hijos de Israel no tuvieron más maná, sino que comieron del producto de la tierra de Canaán durante aquel año.
Más dichosos son los que mueren a espada que los que mueren de hambre, que se consumen, extenuados, por falta de los frutos de los campos.
La lengua del niño de pecho se le pega al paladar por la sed; los pequeños piden pan, {pero} no hay quien {lo} reparta.
porque no fueron a vuestro encuentro con pan y agua en el camino cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam, hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte.
¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no sacia? Escuchadme atentamente, y comed lo que es bueno, y se deleitará vuestra alma en la abundancia.
Devorará tu mies y tu pan, devorará a tus hijos y a tus hijas, devorará tus ovejas y tus vacas, devorará tus viñas y tus higueras; a espada destruirá tus ciudades fortificadas en que confías.
¿No ha sido suprimido el alimento de delante de nuestros ojos, {y} la alegría y el regocijo de la casa de nuestro Dios?
De la hija de Sion se ha ido todo su esplendor. Sus príncipes son como ciervos que no hallan pasto, y huyen sin fuerzas delante del perseguidor.
Sembráis mucho, pero recogéis poco; coméis, pero no hay {suficiente} para que os saciéis; bebéis, pero no hay {suficiente} para que os embriaguéis; os vestís, pero nadie se calienta; y el que recibe salario, recibe salario en bolsa rota.
porque un amigo mío ha llegado de viaje a mi {casa,} y no tengo nada que ofrecerle";
Entonces, volviendo en sí, dijo: `` ¿Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre!
El campo está asolado, la tierra está de duelo, porque el grano está arruinado, el mosto se seca, {y} el aceite virgen se pierde.
Despertad, borrachos, y llorad, y gemid todos los que bebéis vino, a causa del vino dulce que os es quitado de la boca.
y fueron quitados la alegría y el regocijo del campo fértil, de la tierra de Moab. He hecho que se acabe el vino de los lagares; nadie con gritos {los} pisará, {y si hay} gritos no {serán} gritos {de júbilo.}
Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no les bastarán para que cada uno reciba un pedazo.
Entonces vino hambre sobre todo Egipto y Canaán, y {con ella} gran aflicción; y nuestros padres no hallaban alimentos.
Los discípulos, al pasar al otro lado, se habían olvidado de tomar panes.
Y ellos discutían entre sí, diciendo: {Lo dice} porque no tomamos panes.
Y se habían olvidado de tomar panes; y no tenían consigo en la barca sino sólo un pan.
Y ellos discutían entre sí que no tenían panes. Dándose cuenta Jesús, les dijo*: ¿Por qué discutís que no tenéis pan? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Tenéis el corazón endurecido?
En aquellos días, cuando de nuevo había una gran multitud que no tenía qué comer, {Jesús} llamó a sus discípulos y les dijo*:
Tengo compasión de la multitud porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer;
Caiga {su sangre} sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre, y nunca falte en la casa de Joab quien padezca flujo, ni quien sea leproso, ni quien se sostenga con báculo, ni quien muera a espada, ni quien carezca de pan.
Los leoncillos pasan necesidad y tienen hambre, mas los que buscan al SEÑOR no carecerán de bien alguno.
