16 Versículos de la Biblia sobre Protección de armadura
Versículos Más Relevantes
El asta de su lanza era como un enjullo de telar, y tenía el hierro de su lanza seiscientos siclos de hierro: é iba su escudero delante de él.
Y Saúl vistió á David de sus ropas, y puso sobre su cabeza un almete de acero, y armóle de coraza.
Y traía un almete de acero en su cabeza, é iba vestido con corazas de planchas: y era el peso de la coraza cinco mil siclos de metal:
Y sobre sus piernas traía grebas de hierro, y escudo de acero á sus hombros.
Uncid caballos, y subid, vosotros los caballeros, y poneos con capacetes; limpiad las lanzas, vestíos de lorigas.
Y aprestóles Uzzías para todo el ejército, escudos, lanzas, almetes, coseletes, arcos, y hondas de tirar piedras.
Y estando ellos cerca de la grande peña que está en Gabaón, salióles Amasa al encuentro. Ahora bien, la vestidura que Joab tenía sobrepuesta estábale ceñida, y sobre ella el cinto de una daga pegada á sus lomos en su vaina, de la que así como él avanzó, c
Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia.
Y Jonathán se desnudó la ropa que tenía sobre sí, y dióla á David, y otras ropas suyas, hasta su espada, y su arco, y su talabarte.
Y Joab respondió al hombre que le daba la nueva: Y viéndolo tú, ¿por qué no le heriste luego allí echándole á tierra? y sobre mí, que te hubiera dado diez siclos de plata, y un talabarte.
Persia, y Etiopía, y Libia con ellos; todos ellos con escudos y almetes:
Y en todas las ciudades, escudos y lanzas. Fortificólas pues en gran manera, y Judá y Benjamín le estaban sujetos.
Alentóse así Ezechîas, y edificó todos los muros caídos, é hizo alzar las torres, y otro muro por de fuera: fortificó además á Millo en la ciudad de David, é hizo muchas espadas y paveses.
Mas fué que desde aquel día la mitad de los mancebos trabajaba en la obra, y la otra mitad de ellos tenía lanzas y escudos, y arcos, y corazas; y los príncipes estaban tras toda la casa de Judá.
Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.