20 Versículos de la Biblia sobre la verdad de Dios

Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad;

Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu verdad.

Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad;

Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios.

El enviará desde los cielos, y me salvará De la infamia del que me apura; (Selah) Dios enviará su misericordia y su verdad.

Estará para siempre delante de Dios: Misericordia y verdad prepara que lo conserven.

Envía tu luz y tu verdad: éstas me guiarán, Me conducirán al monte de tu santidad, Y á tus tabernáculos.

Las obras de sus manos son verdad y juicio: Fieles son todos sus mandamientos;

Porque grande más que los cielos es tu misericordia, Y hasta los cielos tu verdad.

Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia; Y la verdad de Jehová es para siempre. Aleluya.

Encorvaréme al templo de tu santuario, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu verdad: Porque has hecho magnífico tu nombre, y tu dicho sobre todas las cosas.

Así dice Jehová: Yo he restituído á Sión, y moraré en medio de Jerusalem: y Jerusalem se llamará Ciudad de Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad.

Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará á toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir.

Encamíname en tu verdad, y enséñame; Porque tú eres el Dios de mi salud: En ti he esperado todo el día.

Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad: Consolida mi corazón para que tema tu nombre.

Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y en tu verdad ando.

Nosotros somos de Dios: el que conoce á Dios, nos oye: el que no es de Dios, no nos oye. Por esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.

Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia.

Así que hagamos fiesta, no en la vieja levadura, ni en la levadura de malicia y de maldad, sino en ázimos de sinceridad y de verdad.