54 Versículos de la Biblia sobre Riquezas, peligros de
Versículos Más Relevantes
Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males; lo cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les había mandado; pues aun han tomado del anatema, y hasta han hurtado, y también han mentido, y aun lo han guardado en sus vasos.
no dado al vino, no heridor, no codicioso de ganancias deshonestas, sino moderado, no litigioso, ajeno de avaricia;
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y menospreciará al otro; no podéis servir a Dios y a las riquezas.
Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se allegará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Y le dice: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dice: Vete, Satanás, que escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás.
Adúlteros, y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye en enemigo de Dios.
Y el que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la Palabra; pero la congoja de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la Palabra, y se hace infructuosa.
pero los cuidados de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias que hay en las otras cosas, entrando, ahogan la Palabra, y es hecha sin fruto.
Y la que cayó entre las espinas, éstos son los que oyeron; mas yéndose, son ahogados de los cuidados y de las riquezas y de los pasatiempos de la vida, y no llevan fruto a perfección.
Le dice Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Y oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Entonces Jesús mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu madero (si quieres ser perfecto). Mas él, entristecido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Y Jesús, oído esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oídas estas cosas, se puso muy triste, porque era muy rico.
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios viviente, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos;
Si puse en el oro mi esperanza, y dije al oro: Mi confianza eres tú; si me alegré de que mi hacienda se multiplicase, y de que mi mano hallase mucho; si he mirado al sol cuando resplandecía, y a la luna cuando iba hermosa,Leer más.
y mi corazón se engañó en secreto, y mi boca besó mi mano, esto también fuera maldad comprobada; porque habría negado al Dios soberano.
Y verán los justos, y temerán; y se reirán de él, diciendo: He aquí un varón que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas; se esforzó en su maldad.
El que confía en sus riquezas, caerá; mas los justos reverdecerán como ramos.
¿Por qué te glorías de los valles? Tu valle se le escurrió, oh hija contumaz, la que confía en sus tesoros, la que dice: ¿Quién vendrá contra mí?
con la grandeza de tu sabiduría en tu contratación has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.
No confiéis en la violencia, ni en la rapiña no os envanezcáis; si se aumentare la hacienda, no pongáis el corazón en ella .
Y dijo Efraín: Ciertamente yo he enriquecido, he hallado riquezas para mí; nadie hallará en mí iniquidad, ni pecado en todos mis trabajos.
No verá los arroyos, las riberas de los ríos de miel y de manteca. Restituirá el trabajo ajeno conforme a la hacienda que tomó; y no tragará, ni gozará. Por cuanto quebrantó y desamparó a los pobres, robó casas, y no las edificó;Leer más.
por tanto, no sentirá él sosiego en su vientre, ni escapará con su codicia.
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; manténme del pan de mi juicio; para que no me sacie, y te niegue, y diga, ¿Quién es el SEÑOR? O no sea que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios.
Y comerás y te saciarás, y bendecirás al SEÑOR tu Dios por la buena tierra que te habrá dado. Guárdate, que no te olvides del SEÑOR tu Dios, a no cumplir sus mandamientos, y sus derechos, y sus estatutos, que yo te ordeno hoy; que por ventura no comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que mores,Leer más.
y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multiplique, y todo lo que tuvieres se te aumente, y se eleve luego tu corazón, y te olvides del SEÑOR tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;
Y engrosó Jesurún (el recto ), y tiró coces; te engordaste, te engrosaste, te cubriste; y dejó al Dios que le hizo, y menospreció al Fuerte de su salud.
Y tomaron ciudades fortalecidas, y tierra fértil, y heredaron casas llenas de todo bien, cisternas hechas, viñas y olivares, y muchos árboles de buenos frutos; y comieron, y se saciaron, y se engordaron, y se deleitaron en tu gran bondad. Pero te enojaron, y se rebelaron contra ti, y echaron tu ley tras sus espaldas, y mataron a tus profetas que protestaban contra ellos para convertirlos a ti; e hicieron grandes abominaciones.
En sus pastos se hartaron, se saciaron, y se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí.
No trabajes por ser rico; desiste de tu propia sabiduría.
Les respondió Jesús, y dijo: De cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. Trabajad no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará; porque a éste señaló el Padre, que es Dios.
Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos, y habéis recreado vuestros corazones como en el día de matar sacrificios .
Vino pues palabra del SEÑOR por mano del profeta Hageo, diciendo: ¿Tenéis vosotros tiempo, vosotros, de morar en vuestras casas enmaderadas, y esta Casa est desierta? Pues así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Pensad bien sobre vuestros caminos.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo que está de fuera del vaso o del plato; mas por dentro están llenos de robo y de incontinencia.
Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado a la puerta de aquel, lleno de llagas, y deseando saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
Así que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y en lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden a los hombres en desctrucción y perdición.
No harás calumnia a tu prójimo, ni le robarás. No se detendrá el trabajo del jornalero en tu casa hasta la mañana.
Y si fuere hombre pobre, no duermas con su prenda. Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que duerma en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante del SEÑOR tu Dios. No hagas violencia al jornalero pobre y menesteroso, así de tus hermanos como de tus extranjeros que están en tu tierra en tus ciudades.Leer más.
En su día le darás su jornal, y el sol no se pondrá sobre él; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti al SEÑOR, y sea en ti pecado.
El que oprime al pobre para aumentarse él, y que da al rico, ciertamente será pobre.
Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman las dádivas, y van tras las recompensas; no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
¡Ay del que edifica su casa y no en justicia, y sus salas y no en juicio, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!
Con lo cual sus ricos se llenaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua engañosa en su boca.
Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros; y contra los que juran mentira, y los que detienen el salario del jornalero, de la viuda, y del huérfano, y los que hacen agravio al extranjero, no teniendo temor de mí, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos con tiranía, y ellos os llevan con violencia a los juzgados?
He aquí, el jornal de los obreros que han segado vuestras tierras (el cual por engaño no les ha sido pagado de vosotros) clama, y los clamores de los que habían segado, han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
si me alegré de que mi hacienda se multiplicase, y de que mi mano hallase mucho;
esto también fuera maldad comprobada; porque habría negado al Dios soberano.
He aquí un varón que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas; se esforzó en su maldad.
Las riquezas del rico son la ciudad de su fortaleza, y como un muro alto en su imaginación.
Y los discípulos se espantaron de sus palabras; mas Jesús respondiendo, les volvió a decir: ¡Hijos, cuán difícil es entrar en el Reino de Dios, los que confían en las riquezas!
y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
Y le dijo Dios: Necio, esta noche vuelven a pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será?
Artículos Relacionados
- Confiando riquezas
- Confianza, falta de
- Dinero, actitudes hacia
- Dinero, la rectoría de
- El materialismo, como un aspecto del pecado
- Evangelio, respuestas a
- Falsa confianza
- La codicia, la naturaleza de
- La fuerza humana
- La opresión, la naturaleza de
- La opulencia
- La pobreza, causas de
- Las riquezas, el impío Uso de
- Las riquezas, los creyentes actitudes
- Los empleadores
- Los salarios
- Masters
- Peligros de lujo
- Ricos, el
- Riquezas, puede conducir a
- Siervos, las condiciones de trabajo de
- Treasure
- Unreliability
- La amabilidad
- La incertidumbre
- La preocupación y el estrés
- Trabajar en exceso