39 Versículos de la Biblia sobre Tormentas

Y hubo granizo muy intenso, y fuego centelleando continuamente en medio del granizo, muy pesado, tal como no había habido en toda la tierra de Egipto desde que llegó a ser una nación.

Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido.

Pero mientras ellos navegaban, El se durmió; y una violenta tempestad descendió sobre el lago, y comenzaron a anegarse y corrían peligro.

y siendo azotada la nave, y no pudiendo hacer frente al viento nos abandonamos {a él} y nos dejamos llevar a la deriva.

Su trueno anuncia su presencia; también el ganado, respecto a lo que se levanta.

será un cobertizo para {dar} sombra contra el calor del día, y refugio y protección contra la tormenta y la lluvia.

Al día siguiente, mientras éramos sacudidos furiosamente por la tormenta, comenzaron a arrojar la carga;

Estos son manantiales sin agua, bruma impulsada por una tormenta, para quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas.

Me alzas al viento, me haces cabalgar {en él,} y me deshaces en la tempestad.

cuando venga como tormenta lo que teméis, y vuestra calamidad sobrevenga como torbellino, cuando vengan sobre vosotros tribulación {y} angustia.

Porque El me quebranta con tempestad, y sin causa multiplica mis heridas.

Me apresuraría {a buscar} mi lugar de refugio contra el viento borrascoso {y} la tempestad.

Cuando pasa el torbellino, ya no existe el impío, pero el justo {tiene} cimiento eterno.

Porque tú has sido baluarte para el desvalido, baluarte para el necesitado en su angustia, refugio contra la tormenta, sombra contra el calor; pues el aliento de los crueles es como turbión {contra} el muro.

Cada uno será como refugio contra el viento y un abrigo contra la tormenta, como corrientes de agua en tierra seca, como la sombra de una gran peña en tierra árida.

Oh afligida, azotada por la tempestad, sin consuelo, he aquí, yo asentaré tus piedras en antimonio, y tus cimientos en zafiros.

Así dice el SEÑOR de los ejércitos: He aquí, el mal va de nación en nación, y una gran tempestad se levanta de los confines de la tierra.

`Tú subirás {y} vendrás como una tempestad; serás como una nube {que} cubre la tierra, tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.'

Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca. Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena;Leer más.
y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción.

Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra.

Y el SEÑOR desató sobre el mar un fuerte viento, y hubo una tempestad tan grande en el mar que el barco estuvo a punto de romperse.

El SEÑOR es lento para la ira y grande en poder, y ciertamente el SEÑOR no dejará impune {al culpable.} En el torbellino y la tempestad está su camino, y las nubes son el polvo de sus pies.

Pedid lluvia al SEÑOR en el tiempo de la lluvia tardía, al SEÑOR que hace los nubarrones; El les dará aguaceros, y hierba en el campo a cada uno.

así persíguelos con tu tempestad, y aterrorízalos con tu torbellino.

Cambió la tempestad en calma y las olas del mar callaron.

Olivo frondoso, hermoso en fruto y forma, te puso por nombre el SEÑOR. Con ruido de un gran estrépito ha prendido fuego en él, y sus ramas son inservibles.

He aquí, la tempestad del SEÑOR ha salido con furor, un torbellino impetuoso descargará sobre la cabeza de los impíos.

He aquí, la tempestad del SEÑOR con furor ha salido; una tempestad devastadora descargará sobre la cabeza de los malvados.

Y llegándose a El, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma.

Y El les dijo*: ¿Por qué estáis amedrentados, hombres de poca fe? Entonces se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.

Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: ¿Cálmate, sosiégate! Y el viento cesó, y sobrevino una gran calma.

Temblaban y se tambaleaban como ebrios, y toda su pericia desapareció.

Pues El habló, y levantó un viento tempestuoso que encrespó las olas del mar.

Entonces El dijo: Sal y ponte en el monte delante del SEÑOR. Y he aquí que el SEÑOR pasaba. Y un grande y poderoso viento destrozaba los montes y quebraba las peñas delante del SEÑOR; {pero} el SEÑOR no {estaba} en el viento. Después del viento, un terremoto; {pero} el SEÑOR no {estaba} en el terremoto.

y he aquí, vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y {ésta} cayó sobre los jóvenes y murieron; sólo yo escapé para contárte{lo.}

Pero se levantó* una violenta tempestad, y las olas se lanzaban sobre la barca de tal manera que ya se anegaba la barca.

Pero no mucho después, desde tierra comenzó a soplar un viento huracanado que se llama Euroclidón,