'Aliento' en la Biblia

Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la tierra, murió.

Entonces aparecieron los manantiales de la mar, Y los fundamentos del mundo fueron descubiertos, A la reprensión de Jehová, Al resoplido del aliento de su nariz.

Y Asa, y el pueblo que con él estaba, lo siguió hasta Gerar: y cayeron los Etiopes hasta no quedar en ellos aliento; porque fueron deshechos delante de Jehová y de su ejército. Y les tomaron muy grande despojo.

Perecen por el aliento de Dios, Y por el espíritu de su furor son consumidos.

No me ha concedido que tome mi aliento; Mas hame hartado de amarguras.

No se escapará de las tinieblas: La llama secará sus ramos, Y con el aliento de su boca perecerá.

MI ALIENTO está corrompido, acórtanse mis días, Y me está aparejado el sepulcro.

Mi aliento vino á ser extraño á mi mujer, Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.

Si él pusiese sobre el hombre su corazón, Y recogiese así su espíritu y su aliento,

Su aliento enciende los carbones, Y de su boca sale llama.

Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome vuestro corazón aliento.

Y su aliento, cual torrente que inunda: llegará hasta el cuello, para zarandear las gentes con criba de destrucción; y el freno estará en las quijadas de los pueblos, haciéndo les errar.

¿Cómo pues podrá el siervo de mi señor hablar con este mi señor? porque al instante me faltó la fuerza, y no me ha quedado aliento.

De donde, oyendo de nosotros los hermanos, nos salieron á recibir hasta la plaza de Appio, y Las Tres Tabernas: á los cuales como Pablo vió, dió gracias á Dios, y tomó aliento.