787 casos

'Era' en la Biblia

Y produjo la tierra hierba verde, hierba que hace simiente según su naturaleza, y árbol que hace fruto, cuya simiente está en él según su naturaleza; y vio Dios que era bueno.

El nombre del uno era Pisón; éste es el que cerca toda la tierra de Havila, donde hay oro;

Era entonces toda la tierra una lengua y unas mismas palabras.

Y se fue Abram, como el SEÑOR le dijo; y fue con él Lot; y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.

Y aconteció que, cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron la mujer que era hermosa en gran manera.

Entonces el Faraón llamó a Abram y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?

De tal manera que la tierra no los sufría para morar juntos; porque su hacienda era mucha, y no pudieron habitar juntos.

Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, antes que destruyera el SEÑOR a Sodoma, y a Gomorra, como un huerto del SEÑOR, como la tierra de Egipto entrando en Zoar.

Y era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.

Era Abraham de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio.

E Ismael su hijo era de trece años cuando fue circuncidada la carne de su prepucio.

Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer, y de las manos de sus dos hijas en la misericordia del SEÑOR que era sobre él; y le sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad.

Y dijo Abraham a su siervo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,

Y la doncella era de muy hermoso aspecto, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.

y era Isaac de cuarenta años cuando tomó a Rebeca, hija de Betuel, el arameo, de Padan-aram, hermana de Labán, el arameo, por su mujer.

Y después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta años cuando Rebeca los dio a luz.

Y crecieron los niños, y Esaú fue varón sabio en la caza, hombre del campo; Jacob, empero, era varón entero, que estaba en las tiendas.

Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; por ventura, dijo, los varones del lugar me matarían por causa de Rebeca; porque era de hermoso aspecto.

Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, bien que Luz era el nombre de la ciudad primero.

Estando aún él hablando con ellos, Raquel vino con el ganado de su padre, porque ella era la pastora.

Y Jacob dijo a Raquel como él era hermano de su padre, y como era hijo de Rebeca; y ella corrió, y dio las nuevas a su padre.

Y Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel.

Y venida la mañana, he aquí que era Lea; y él dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado?

Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó el SEÑOR que yo era aborrecida, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón.

Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con su rebaño los cinchados y todo lo que era bermejo en el hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Labán.

Y oía él las palabras de los hijos de Labán que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre; y de lo que era de nuestro padre ha hecho toda esta gloria.

Miraba también Jacob el rostro de Labán, y veía que no era para con él como ayer y antes de ayer.

Y no dilató el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más honrado de toda la casa de su padre.

Porque la hacienda de ellos era grande, y no podían habitar juntos, ni la tierra de su peregrinación los podía sostener a causa de sus ganados.

Entonces quitó ella de sobre sí los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la puerta de las aguas que están junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por mujer.

Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Ea, pues, ahora entraré a ti; porque no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me has de dar, si entrares a mí?

Y dejó todo lo que tenía en la mano de José; ni con él sabía de nada más que del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.

No veía el príncipe de la cárcel cosa alguna que en su mano estaba; porque el SEÑOR era con él, y lo que él hacía, el SEÑOR lo prosperaba.

Y las siete espigas menudas tragaban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó el Faraón, y le pareció que era sueño.

y entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubieran entrado en ellas, porque su parecer era aún malo, como al principio. Y yo desperté.

Y era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante del Faraón, rey de Egipto: y salió José de delante del Faraón, y pasó por toda la tierra de Egipto.

Y José era el señor de la tierra, que vendía el trigo a todo el pueblo de la tierra; y llegaron los hermanos de José, y se inclinaron a él rostro en tierra.

Y el hambre era grande en la tierra.

Y él tomó porciones de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era aumentada más que las de todos ellos en cinco partes; y ellos bebieron, y se embriagaron con él.

Y no había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave; y desfalleció de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán.

Entonces Israel extendió su diestra, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su siniestra sobre la cabeza de Manasés, haciendo entender a sus manos, aunque Manasés era el primogénito.

y vio que el descanso era bueno, y que la tierra era deleitosa; y bajó su hombro para llevar, y sirvió en tributo.

Y llegaron hasta la era de Atad, que está al otro lado del Jordán, y endecharon allí con grande y muy grave lamentación; y José hizo a su padre duelo por siete días.

Y viendo los moradores de la tierra, los cananeos, el llanto en la era de Atad, dijeron: Llanto grande es este de los egipcios: por eso fue llamado su nombre Abel-mizraim, que está al otro lado del Jordán.

la cual concibió, y le dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.

Moisés entonces era de edad de ochenta años, y Aarón de edad de ochenta y tres, cuando hablaron al Faraón.

Y el SEÑOR dio gracia al pueblo en los ojos de los egipcios. También Moisés era gran varón en la tierra de Egipto, delante de los siervos del Faraón, y delante del pueblo.

E iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquellos, y alumbraba la noche a Israel; y en toda aquella noche nunca llegaron los unos a los otros.

Y viéndolo los hijos de Israel, se dijeron unos a otros: Este es Maná ¿Qué es esto? porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: Este es el pan que el SEÑOR os da para comer.

Pero si el buey era acorneador desde ayer y antes de ayer, y a su dueño le fue notificado, y no lo hubiere guardado, y matare hombre o mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño.

Mas si era notorio que el buey era acorneador de ayer y antes de ayer, y su dueño no lo hubiere guardado, pagará buey por buey, y el muerto será suyo.

Si el dueño estaba presente, no la pagará. Si era alquilada, él vendrá por su alquiler.

Y el parecer de la gloria del SEÑOR era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel.

Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.

Y miró Aarón y todos los hijos de Israel a Moisés, y he aquí la tez de su rostro era resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él.

Y cuando venía Moisés delante del SEÑOR para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía; y saliendo, hablaba con los hijos de Israel lo que le era mandado;

y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con El.

La longitud de una cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cuatro codos; todas las cortinas tenían una misma medida.

La longitud de una cortina era de treinta codos, y la anchura de cuatro codos; las once cortinas tenían una misma medida.

Hizo también Bezaleel el arca de madera de cedro: su longitud era de dos codos y medio, y de codo y medio su anchura, y su altura de otro codo y medio;

Sus manzanas y sus cañas eran de lo mismo; todo era una pieza labrada a martillo, de oro puro.

Hizo también el altar del incienso de madera de cedro: un codo su longitud, y otro codo su anchura, era cuadrado; y su altura de dos codos; y sus cuernos de la misma pieza.

Y el cinto especial del efod que estaba sobre él, era de lo mismo, conforme a su obra; de oro, cárdeno, púrpura, carmesí, y lino torcido; como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.

Era cuadrado; doblado hicieron el pectoral; su longitud era de un palmo, y de un palmo su anchura, doblado.

Y engastaron en él cuatro órdenes de piedras. El orden era un rubí, una esmeralda, y una crisólita; éste era el primer orden.

Ofreció también la ofrenda del pueblo, y tomó el macho cabrío que era el pecado del pueblo, y lo degolló, y lo ofreció por su pecado como el primero.

Degolló también el buey y el carnero que era del pueblo en sacrificio de paz; y los hijos de Aarón le presentaron la sangre (la cual roció él sobre el altar alrededor),

Y Moisés demandó el macho cabrío del pecado, y se halló que era quemado; y se enojó contra Eleazar e Itamar, los hijos de Aarón que habían quedado, diciendo:

Después el sacerdote le reconocerá al séptimo día la segunda vez; y si parece haberse oscurecido la llaga, y que no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo dará por limpio: era postilla; y lavará sus vestidos, y será limpio.

Y hará traer Aarón el novillo de su pecado, que era suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa.

En aquella sazón el hijo de una mujer israelita, el cual era hijo de un hombre egipcio, salió entre los hijos de Israel; y el hijo de la israelita y un varón de Israel riñeron en el campamento.

Y si santificare alguno al SEÑOR la tierra que él compró, que no era de la tierra de su herencia,

En el año del jubileo, volverá la tierra a aquel de quien él la compró, cuya era la herencia de la tierra.

Y ésta era la hechura del candelero, de oro labrado a martillo; desde su pie hasta sus flores era labrado a martillo; conforme al modelo que el SEÑOR mostró a Moisés, así hizo el candelero.

Así era continuamente: la nube lo cubría, y de noche la apariencia de fuego.

Y era que cuando la nube estaba sobre el tabernáculo determinado número de días, al dicho del SEÑOR acampaban, y al dicho del SEÑOR partían.

Y era que cuando la nube se detenía desde la tarde hasta la mañana, y a la mañana la nube se levantaba, ellos partían; o si había estado el día, y a la noche la nube se levantaba, entonces partían.

Y el estandarte del campamento de los hijos de Judá comenzó a marchar primero, por sus escuadrones; y Naasón, hijo de Aminadab, era sobre su ejército.

Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Isacar era Natanael hijo de Zuar.

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