658 casos

'La' en la Biblia

Sus piernas eran rectas, y la planta de sus pies era como la planta de la pezuña del ternero, y brillaban como bronce bruñido.

Sus alas se tocaban una a la otra y {sus caras} no se volvían cuando andaban. Cada uno iba de frente hacia adelante.

La forma de sus caras {era como} la cara de un hombre; los cuatro tenían cara de león a la derecha y cara de toro a la izquierda; y los cuatro tenían cara de águila.

Miré a los seres vivientes, y vi que había una rueda en la tierra junto a {cada uno de} los seres vivientes de cuatro caras.

El aspecto de las ruedas y su hechura {era} como el brillo del crisólito, y las cuatro tenían la misma forma; su aspecto y su hechura {eran} como si una rueda estuviera dentro de la {otra} rueda.

Cuando los seres vivientes andaban, las ruedas se movían con ellos. Y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas {también} se levantaban.

Cuando los seres andaban, andaban ellas, y cuando ellos se detenían, se detenían ellas. Y cuando ellos se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban junto con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes {estaba} en las ruedas.

Debajo del firmamento sus alas {se extendían} derechas, la una hacia la otra; cada uno tenía dos que cubrían sus cuerpos por un lado y por el otro.

Y oí el ruido de sus alas cuando andaban, como el estruendo de muchas aguas, como la voz del Todopoderoso (Shaddai), un ruido de tumulto como el ruido de un campamento militar. Cada vez que se detenían, bajaban sus alas.

Como el aspecto del arco iris que aparece en las nubes en un día lluvioso, así {era} el aspecto del resplandor en derredor. Tal {era} el aspecto de la semejanza de la gloria del SEÑOR. Cuando {lo} vi, caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba.

Entonces El me dijo: ``Hijo de hombre, come lo que tienes delante; cómete este rollo, y ve, habla a la casa de Israel."

Entonces me dijo: ``Hijo de hombre, alimenta tu estómago y llena tu cuerpo de este rollo que te doy." Y {lo} comí, y fue en mi boca dulce como la miel.

Me dijo además: ``Hijo de hombre, ve a la casa de Israel y háblales con Mis palabras.

"Porque no eres enviado a un pueblo de habla incomprensible y lengua difícil, {sino} a la casa de Israel.

"Pero la casa de Israel no querrá escucharte, ya que no quieren escucharme a Mí. Ciertamente toda la casa de Israel es terca y de duro corazón.

Entonces el Espíritu me levantó, y oí detrás de mí un gran ruido atronador: ``Bendita sea la gloria del SEÑOR desde Su lugar."

{Oí} el ruido de las alas de los seres vivientes que se tocaban una a la otra, y el ruido de las ruedas junto a ellos, un gran ruido atronador.

El Espíritu me levantó y me tomó; yo iba con amargura en la indignación de mi espíritu, y la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí.

Después de los siete días vino a mí la palabra del SEÑOR:

``Hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel. Cuando oigas la palabra de Mi boca, adviérteles de Mi parte.

"Sin embargo, si tú has advertido al justo de que el justo no debe pecar, y él no peca, ciertamente vivirá porque aceptó la advertencia, y tú habrás salvado tu vida."

La mano del SEÑOR vino allí sobre mí, y El me dijo: ``Levántate, ve a la llanura, y allí te hablaré."

Así que me levanté y salí a la llanura; y la gloria del SEÑOR estaba parada allí, como la gloria que yo había visto junto al río Quebar, y caí rostro en tierra.

"Pero cuando Yo te hable, te abriré la boca, y les dirás: `Así dice el Señor DIOS.' El que oye, que oiga; el que rehúse oír, que rehúse; porque son una casa rebelde.

"Después toma una sartén de hierro y colócala como un muro de hierro entre ti y la ciudad, dirige tu rostro hacia ella y quedará bajo sitio: tú la sitiarás. Esta es una señal para la casa de Israel.

``Y tú acuéstate sobre el lado izquierdo, y pon sobre él la iniquidad de la casa de Israel; por el número de días que estés acostado sobre él, llevarás su iniquidad.

"Porque Yo te he asignado un número de días igual a los años de su iniquidad, 390 días. Tú cargarás, pues, con la iniquidad de la casa de Israel.

"Cuando los hayas cumplido, te acostarás por segunda vez, {pero} sobre el lado derecho, y llevarás la iniquidad de la casa de Judá. Te la he asignado por cuarenta días, un día por cada año.

"Beberás el agua por medida: medio litro (la sexta parte de un hin); la beberás de tiempo en tiempo.

"Comerás torta de cebada, habiéndola cocido sobre excrementos humanos a la vista de ellos."

Me dijo además: ``Hijo de hombre, voy a romper la provisión de pan en Jerusalén, y comerán el pan por peso y con angustia, y beberán el agua por medida y con terror,

"Una tercera parte del pelo lo quemarás a fuego en medio de la ciudad cuando terminen los días del sitio. Tomarás otra tercera parte {y} golpearás con la espada alrededor de la ciudad; y la otra tercera parte la esparcirás al viento. Entonces Yo desenvainaré la espada detrás de ellos.

"Toma también de allí unos pocos de los pelos y átalos en la orla de tu manto.

"Toma otra vez algunos de ellos, échalos en medio del fuego, y quémalos en el fuego. De ahí saldrá el fuego hacia toda la casa de Israel.

"Así dice el Señor DIOS: `Esta es Jerusalén. Yo la coloqué en el centro de las naciones y de los territorios a su alrededor.

"Por tanto, así dice el Señor DIOS: `Porque la rebelión de ustedes es mayor que la de las naciones que los rodean, y no han andado en Mis estatutos ni observado Mis ordenanzas, ni tampoco han observado las ordenanzas de las naciones que los rodean,'

por eso, así dice el Señor DIOS: `Yo, Yo mismo, estoy contra ti, y ejecutaré juicios en medio de ti a la vista de las naciones.

~`Una tercera parte de ti morirá de pestilencia o será consumida por el hambre en medio de ti, otra tercera parte caerá a espada alrededor de ti y la otra tercera parte esparciré a todos los vientos, y Yo desenvainaré la espada tras ellos.

~`Cuando envíe contra ellos las saetas mortíferas del hambre para destrucción, las cuales enviaré para destruirlos, entonces también aumentaré el hambre sobre ustedes y romperé la provisión de pan.

~`Enviaré también sobre ti hambre y fieras, y te dejarán sin hijos. La plaga y la sangre pasarán por ti, y mandaré sobre ti la espada. Yo, el SEÑOR, he hablado.'"

y di: `Montes de Israel, escuchen la palabra del Señor DIOS. Así dice el Señor DIOS a los montes, las colinas, las barrancas y a los valles: ``Yo mismo traeré sobre ustedes la espada y destruiré sus lugares altos.

"Sin embargo dejaré un remanente, porque tendrán entre las naciones a los que escaparon de la espada cuando estén esparcidos por las tierras.

``Así dice el Señor DIOS: `Bate tus manos, golpea con tu pie, y di: `` ¡Ay!, a causa de todas las graves abominaciones de la casa de Israel, que a espada, de hambre y de pestilencia caerán.

"Así que por todas sus moradas extenderé Mi mano contra ellos, y haré la tierra más desolada y devastada que el desierto hacia Diblat; y sabrán que Yo soy el SEÑOR."'"

Y vino a mí la palabra del SEÑOR:

``Y tú, hijo de hombre, di: `Así dice el Señor DIOS a la tierra de Israel: `` ¡El fin, el fin viene sobre los cuatro extremos de {esta} tierra!

~`Te ha llegado tu turno (tu sentencia), oh habitante de la tierra. Ha llegado el tiempo, se acerca el día; pánico, y no júbilo, en los montes.

~`Llega el día; ya viene. Ha salido {tu} turno, ha florecido la vara, ha reverdecido la arrogancia.

~`Se ha levantado la violencia para {hacerse} vara de impiedad. Nada quedará de ellos, ni de su multitud, ni de su riqueza, ni gloria entre ellos.

~`Ciertamente el vendedor no recuperará lo vendido mientras ambos vivan, porque la visión acerca de toda su multitud no será revocada; y nadie, a causa de su iniquidad, podrá conservar su vida.

~`Han tocado la trompeta y lo han preparado todo, pero nadie va a la batalla; porque Mi furor está contra toda su multitud.

~`La espada está afuera, y la plaga y el hambre están dentro. El que esté en el campo morirá a espada, y al que esté en la ciudad, la plaga y el hambre lo consumirán.

~`Arrojarán su plata en las calles y su oro se convertirá en cosa abominable; ni su plata ni su oro podrán librarlos el día de la ira del SEÑOR. No saciarán su apetito ni llenarán sus estómagos, porque su iniquidad ha llegado a ser ocasión de tropiezo.

~`Cambiaron la belleza de Sus ornamentos en orgullo, y de ellos hicieron las imágenes de sus abominaciones {y} de sus cosas detestables; por tanto, haré que esto sea cosa abominable para ellos.

~`Lo entregaré {todo} en manos de extraños por botín y a los impíos de la tierra por despojo, y lo profanarán.

~`Vendrá calamidad sobre calamidad, y habrá rumor tras rumor. Entonces buscarán visión del profeta, y la ley desaparecerá del sacerdote y el consejo de los ancianos.

~`El rey hará duelo, el príncipe se vestirá de horror y temblarán las manos del pueblo de la tierra. Según su conducta los trataré, y por sus juicios los juzgaré; y sabrán que Yo soy el SEÑOR.'"

Y sucedió en el año sexto, en el {día} cinco del mes sexto, que estando yo sentado en mi casa con los ancianos de Judá sentados ante mí, bajó allí sobre mí la mano del Señor DIOS.

Entonces miré, y vi una figura con aspecto de hombre; desde Sus lomos para abajo {tenía} la apariencia de fuego, y desde Sus lomos para arriba {tenía} la apariencia de un resplandor, como el aspecto de un metal refulgente.

Y extendió {algo} semejante a una mano y me tomó por un mechón de mi cabello; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me llevó a Jerusalén en visiones de Dios, a la entrada de la puerta que mira al norte del {atrio} interior, allí donde {estaba} la morada del ídolo de los celos que provoca los celos.

La gloria del Dios de Israel {estaba} allí, como la visión que yo había visto en la llanura.

Y Dios me dijo: ``Hijo de hombre, levanta ahora tus ojos hacia el norte." Y levanté mis ojos hacia el norte, y vi que al norte de la puerta del altar, a la entrada {estaba} el ídolo de los celos.

Entonces El me dijo: ``Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen éstos, las grandes abominaciones que comete aquí la casa de Israel para que Me aleje de Mi santuario? Pero aún verás mayores abominaciones."

Entré, pues, y miré; y vi grabados en el muro, por todo alrededor, toda clase de reptiles y bestias {y} cosas abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel.

Frente a ellos estaban de pie setenta hombres de los ancianos de la casa de Israel. También Jaazanías, hijo de Safán, estaba de pie entre ellos, cada uno con su incensario en la mano; y el aroma de la nube de incienso subía.

Entonces Dios me dijo: ``Hijo de hombre, ¿has visto lo que hacen en la oscuridad los ancianos de la casa de Israel, cada uno en su cámara de imágenes grabadas? Porque ellos dicen: `El SEÑOR no nos ve; el SEÑOR ha abandonado la tierra.'"

Entonces me llevó a la entrada de la puerta de la casa del SEÑOR que está al norte; y {había} allí mujeres sentadas llorando a Tamuz.

Entonces me llevó al atrio interior de la casa del SEÑOR. Y a la entrada del templo del SEÑOR, entre el pórtico y el altar, {había} unos veinticinco hombres de espaldas al templo del SEÑOR y de cara al oriente, y se postraban hacia el oriente, hacia el sol.

Y El me dijo: `` ¿Has visto, hijo de hombre? ¿Le parece poco a la casa de Judá cometer las abominaciones que aquí han cometido, que han llenado la tierra de violencia y Me han provocado repetidas veces? Porque se llevan el ramo a la nariz.

Entonces Dios gritó a mis oídos con gran voz, diciendo: ``Acérquense, verdugos de la ciudad, cada uno con su arma destructora en la mano."

Y seis hombres venían por el camino de la puerta superior que mira al norte, cada uno con su arma destructora en la mano. Entre ellos había un hombre vestido de lino con una cartera de escribano a la cintura. Y entraron y se pusieron junto al altar de bronce.

Entonces la gloria del Dios de Israel subió del querubín sobre el cual había estado, hacia el umbral del templo. Y llamó al hombre vestido de lino que tenía la cartera de escribano a la cintura;

y el SEÑOR le dijo: ``Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella."

Pero oí que a los otros les dijo: ``Pasen por la ciudad en pos de él y hieran; no tenga piedad su ojo, no perdonen.

"Maten a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquen a ninguno sobre quien esté la señal. Comenzarán por Mi santuario." Comenzaron, pues, con los ancianos que {estaban} delante del templo.

Entonces les dijo: ``Profanen el templo y llenen de muertos los atrios. ¡Salgan!" Y salieron, y fueron hiriendo por la ciudad.

Entonces el SEÑOR me respondió: ``La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es grande en extremo, la tierra está llena de sangre y la ciudad está llena de perversión; porque dicen: `El SEÑOR ha abandonado la tierra, el SEÑOR nada ve.'

Entonces el hombre vestido de lino que tenía la cartera a la cintura, trajo un informe, diciendo: ``He hecho tal como me ordenaste."

Y el SEÑOR le dijo al hombre vestido de lino: ``Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárce{los} sobre la ciudad." Y el hombre entró ante mis ojos.

Los querubines estaban de pie a la derecha del templo cuando el hombre entró, y la nube llenaba el atrio interior.

Entonces la gloria del SEÑOR subió del querubín hacia el umbral del templo, y el templo se llenó de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria del SEÑOR.

El ruido de las alas de los querubines se oía hasta el atrio exterior, como la voz del Dios Todopoderoso (El Shaddai) cuando habla.

Debajo de sus alas los querubines parecían tener la forma de la mano de un hombre.

En cuanto a su apariencia, las cuatro tenían la misma semejanza, como si una rueda estuviera dentro de la {otra} rueda.

Cuando andaban, se movían en las cuatro direcciones, sin volverse cuando andaban, sino que seguían la dirección en que ponían el rostro, sin volverse cuando andaban.

Y cada uno de los querubines tenía cuatro caras. La primera cara {era} la cara de un querubín, la segunda, la cara de un hombre, la tercera, la cara de un león y la cuarta, la cara de un águila.

Entonces la gloria del SEÑOR salió de sobre el umbral del templo y se puso sobre los querubines.

Cuando los querubines alzaron sus alas y se elevaron del suelo ante mis ojos salieron con las ruedas a su lado, y se detuvieron a la entrada de la puerta oriental de la casa del SEÑOR. Y la gloria del Dios de Israel estaba por encima, sobre ellos.

En cuanto a la forma de sus caras, eran las mismas caras cuya apariencia yo había visto junto al río Quebar. Cada uno caminaba derecho hacia adelante.

Entonces el Espíritu me levantó y me llevó a la puerta oriental de la casa del SEÑOR que mira al oriente. Y a la entrada de la puerta {había} veinticinco hombres, y entre ellos vi a Jaazanías, hijo de Azur, y a Pelatías, hijo de Benaía, jefes del pueblo.

los cuales dicen: ` ¿No está cerca {el tiempo} de edificar casas? Esta {ciudad} es la olla y nosotros la carne.'

~`Por tanto, así dice el Señor DIOS: ``Sus muertos, los que han dejado en medio de la ciudad, son la carne, y ella es la olla; pero Yo los sacaré de ella.

"Han temido la espada, y espada traeré sobre ustedes," declara el Señor DIOS.

``Los sacaré de en medio de la ciudad, los entregaré en manos de extraños y traeré juicios contra ustedes.

Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR:

Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso