369 casos

'La' en la Biblia

Confírmese pues ahora, oh Jehová Dios, tu palabra dada á David mi padre; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo en muchedumbre como el polvo de la tierra.

He aquí yo tengo que edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, para consagrársela, para quemar perfumes aromáticos delante de él, y para la colocación continua de los panes de la proposición, y para holocaustos á mañana y tarde, y los sábados, y nuevas l

Para que me apresten mucha madera, porque la casa que tengo de edificar ha de ser grande y portentosa.

Y he aquí para los operarios tus siervos, cortadores de la madera, he dado veinte mil coros de trigo en grano, y veinte mil coros de cebada, y veinte mil batos de vino, y veinte mil batos de aceite.

Y además decía Hiram: Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que dió al rey David hijo sabio, entendido, cuerdo y prudente, que edifique casa á Jehová, y casa para su reino.

Y nosotros cortaremos en el Líbano la madera que hubieres menester, y te la traeremos en balsas por la mar hasta Joppe, y tú la harás llevar hasta Jerusalem.

Y contó Salomón todos los hombres extranjeros que estaban en la tierra de Israel, después de haberlos ya contado David su padre, y fueron hallados ciento cincuenta y tres mil seiscientos.

Y COMENZO Salomón á edificar la casa en Jerusalem, en el monte Moria que había sido mostrado á David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán Jebuseo.

Estas son las medidas de que Salomón fundó el edificio de la casa de Dios. La primera medida fué, la longitud de sesenta codos; y la anchura de veinte codos.

El pórtico que estaba en la delantera de la longitud, era de veinte codos al frente del ancho de la casa, y su altura de ciento y veinte: y cubriólo por dentro de oro puro.

Y techó la casa mayor con madera de haya, la cual cubrió de buen oro, é hizo resaltar sobre ella palmas y cadenas.

Cubrió también la casa de piedras preciosas por excelencia: y el oro era oro de Parvaim.

Así cubrió la casa, sus vigas, sus umbrales, sus paredes, y sus puertas, con oro; y esculpió querubines por las paredes.

Hizo asimismo la casa del lugar santísimo, cuya longitud era de veinte codos según el ancho del frente de la casa, y su anchura de veinte codos: y cubrióla de buen oro que ascendía á seiscientos talentos.

El largo de las alas de los querubines era de veinte codos: porque la una ala era de cinco codos: la cual llegaba hasta la pared de la casa; y la otra ala de cinco codos, la cual llegaba al ala del otro querubín.

De la misma manera la una ala del otro querubín era de cinco codos: la cual llegaba hasta la pared de la casa; y la otra ala era de cinco codos, que tocaba al ala del otro querubín.

Así las alas de estos querubines estaban extendidas por veinte codos: y ellos estaban en pie con los rostros hacia la casa.

Delante de la casa hizo dos columnas de treinta y cinco codos de longitud, con sus capiteles encima, de cinco codos.

Y asentó las columnas delante del templo, la una á la mano derecha, y la otra á la izquierda; y á la de la mano derecha llamó Jachîn, y á la de la izquierda, Boaz.

Y estaba asentado sobre doce bueyes, tres de los cuales miraban al septentrión, y tres al occidente, y tres al mediodía, y tres al oriente: y el mar asentaba sobre ellos, y todas sus traseras estaban á la parte de adentro.

Y tenía de grueso un palmo, y el borde era de la hechura del borde de un cáliz, ó flor de lis. Y hacía tres mil batos.

Hizo también diez fuentes, y puso cinco á la derecha y cinco á la izquierda, para lavar y limpiar en ellas la obra del holocausto; mas el mar era para lavarse los sacerdotes en él.

Hizo asimismo diez candeleros de oro según su forma, los cuales puso en el templo, cinco á la derecha, y cinco á la izquierda.

Además hizo diez mesas y púsolas en el templo, cinco á la derecha, y cinco á la izquierda: igualmente hizo cien tazones de oro.

Hizo también Hiram calderos, y palas, y tazones; y acabó Hiram la obra que hacía al rey Salomón para la casa de Dios;

Y calderos, y palas, y garfios; y todos sus enseres hizo Hiram su padre al rey Salomón para la casa de Jehová, de metal purísimo.

Así hizo Salomón todos los vasos para la casa de Dios, y el altar de oro, y las mesas sobre las cuales se ponían los panes de la proposición;

Asimismo los candeleros y sus candilejas, de oro puro, para que las encendiesen delante del oratorio conforme á la costumbre.

También los platillos, y las jofainas, y las cucharas, y los incensarios, de oro puro. Cuanto á la entrada de la casa, sus puertas interiores para el lugar santísimo, y las puertas de la casa del templo, de oro.

Y ACABADA que fué toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová, metió Salomón en ella las cosas que David su padre había dedicado; y puso la plata, y el oro, y todos los vasos, en los tesoros de la casa de Dios.

Entonces Salomón juntó en Jerusalem los ancianos de Israel, y todos los príncipes de las tribus, los cabezas de las familias de los hijos de Israel, para que trajesen el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, que es Sión.

Y juntáronse al rey todos los varones de Israel, á la solemnidad del mes séptimo.

Y el rey Salomón, y toda la congregación de Israel que se había á él reunido delante del arca, sacrificaron ovejas y bueyes, que por la multitud no se pudieron contar ni numerar.

Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el oratorio de la casa, en el lugar santísimo, bajo las alas de los querubines:

Sonaban pues las trompetas, y cantaban con la voz todos á una, para alabar y confesar á Jehová: y cuando alzaban la voz con trompetas y címbalos é instrumentos de música, cuando alababan á Jehová, diciendo: Porque es bueno, porque su misericordia es para

Y no podían los sacerdotes estar para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había henchido la casa de Dios.

ENTONCES dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad.

Y volviendo el rey su rostro, bendijo á toda la congregación de Israel: y toda la congregación de Israel estaba en pie.

Desde el día que saqué mi pueblo de la tierra de Egipto, ninguna ciudad he elegido de todas las tribus de Israel para edificar casa donde estuviese mi nombre, ni he escogido varón que fuese príncipe sobre mi pueblo Israel.

Empero tú no edificarás la casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará casa á mi nombre.

Y en ella he puesto el arca, en la cual está el pacto de Jehová que concertó con los hijos de Israel.

Púsose luego Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos.

Porque Salomón había hecho un púlpito de metal, de cinco codos de largo, y de cinco codos de ancho, y de altura de tres codos, y lo había puesto en medio del atrio: y púsose sobre él, é hincóse de rodillas delante de toda la congregación de Israel, y exte

Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante á ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia á tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón;

Mas ¿es verdad que Dios ha de habitar con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte: ¿cuánto menos esta casa que he edificado?

Mas tú mirarás á la oración de tu siervo, y á su ruego, oh Jehová Dios mío, para oir el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti.

Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste, Mi nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar.

Tú oirás desde los cielos, y obrarás, y juzgarás á tus siervos, dando la paga al impío, tornándole su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo en darle conforme á su justicia.

Tú oirás desde los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y los volverás á la tierra que diste á ellos y á sus padres.

Tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, la cual diste por heredad á tu pueblo.

Y si hubiere hambre en la tierra, ó si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo ó añublo, langosta ó pulgón; ó si los cercaren sus enemigos en la tierra de su domicilio; cualquiera plaga ó enfermedad que sea;

Para que te teman y anden en tus caminos, todos los días que vivieren sobre la haz de la tierra que tú diste á nuestros padres.

Tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y harás conforme á todas las cosas por las cuales hubiere clamado á ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman como tu pueblo Israel, y sepan que tu nomb

Si tu pueblo saliere á la guerra contra sus enemigos por el camino que tú los enviares, y oraren á ti hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado á tu nombre,

Y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren llevados cautivos; si se convirtieren, y oraren á ti en la tierra de su cautividad, y dijeren: Pecamos, hemos hecho inicuamente, impíamente hemos obrado;

Si se convirtieren á ti de todo su corazón y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia su tierra que tú diste á sus padres, hacia la ciudad que tu elegiste, y hacia la casa que he edificado á tu nom

Ahora pues, oh Dios mío, ruégote estén abiertos tus ojos, y atentos tus oídos á la oración en este lugar.

Y COMO Salomón acabó de orar, el fuego descendió de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová hinchió la casa.

Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había henchido la casa de Jehová.

Y como vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, cayeron en tierra sobre sus rostros en el pavimento, y adoraron, confesando á Jehová y diciendo: Que es bueno, que su misericordia es para siempre.

Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veinte y dos mil bueyes, y ciento y veinte mil ovejas; y así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo.

También santificó Salomón el medio del atrio que estaba delante de la casa de Jehová, por cuanto había ofrecido allí los holocaustos, y los sebos de los pacíficos; porque en el altar de bronce que Salomón había hecho, no podían caber los holocaustos, y el

Entonces hizo Salomón fiesta siete días, y con él todo Israel, una grande congregación, desde la entrada de Hamath hasta el arroyo de Egipto.

Al octavo día hicieron convocación, porque habían hecho la dedicación del altar en siete días, y habían celebrado la solemnidad por siete días.

Acabó pues Salomón la casa de Jehová, y la casa del rey: y todo lo que Salomón tuvo en voluntad de hacer en la casa de Jehová y en su casa, fué prosperado.

Si yo cerrare los cielos, que no haya lluvia, y si mandare á la langosta que consuma la tierra, ó si enviare pestilencia á mi pueblo;

Ahora estarán abiertos mis ojos, y atentos mis oídos, á la oración en este lugar:

Yo los arrancaré de mi tierra que les he dado; y esta casa que he santificado á mi nombre, yo la echaré de delante de mí, y pondréla por proverbio y fábula en todos los pueblos.

Y se responderá: Por cuanto dejaron á Jehová Dios de sus padres, el cual los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron: por eso él ha traído todo este mal sobre ellos.

Y ACONTECIO que al cabo de veinte años que Salomón había edificado la casa de Jehová y su casa,

Después vino Salomón á Amath de Soba, y la tomó.

Asimismo reedificó á Beth-oron la de arriba, y á Beth-oron la de abajo, ciudades fortificadas, de muros, puertas, y barras;

Y á Baalath, y á todas las villas de munición que Salomón tenía; también todas las ciudades de los carros y las de la gente de á caballo; y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalem, y en el Líbano, y en toda la tierra de su señorío.

Los hijos de los que habían quedado en la tierra después de ellos, á los cuales los hijos de Israel no destruyeron del todo, hizo Salomón tributarios hasta hoy.

Y pasó Salomón á la hija de Faraón, de la ciudad de David á la casa que él le había edificado; porque dijo: Mi mujer no morará en la casa de David rey de Israel, porque aquellas habitaciones donde ha entrado el arca de Jehová, son sagradas.

Para que ofreciesen cada cosa en su día, conforme al mandamiento de Moisés, en los sábados, en las nuevas lunas, y en las solemnidades, tres veces en el año, á saber, en la fiesta de los panes ázimos, en la fiesta de las semanas, y en la fiesta de las cab

Y constituyó los repartimientos de los sacerdotes en sus oficios, conforme á la ordenación de David su padre; y los Levitas por sus órdenes, para que alabasen y ministrasen delante de los sacerdotes, casa cosa en su día; asimismo los porteros por su orden

Porque toda la obra de Salomón estaba preparada desde el día en que la casa de Jehová fué fundada hasta que se acabó, hasta que la casa de Jehová fué acabada del todo.

Entonces Salomón fué á Esion-geber, y á Eloth, á la costa de la mar en la tierra de Edom.

Porque Hiram le había enviado navíos por mano de sus siervos, y marineros diestros en la mar, los cuales fueron con los siervos de Salomón á Ophir, y tomaron de allá cuatrocientos y cincuenta talentos de oro, y los trajeron al rey Salomón.

Y OYENDO la reina de Seba la fama de Salomón, vino á Jerusalem con un muy grande séquito, con camellos cargados de aroma, y oro en abundancia, y piedras preciosas, para tentar á Salomón con preguntas difíciles. Y luego que vino á Salomón, habló con él tod

Y viendo la reina de Seba la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado,

Y las viandas de su mesa, y el asiento de sus siervos, y el estado de sus criados, y los vestidos de ellos, sus maestresalas y sus vestidos, y su subida por donde subía á la casa de Jehová, no quedó más espíritu en ella.

Mas yo no creía las palabras de ellos, hasta que he venido, y mis ojos han visto: y he aquí que ni aun la mitad de la grandeza de tu sabiduría me había sido dicha; porque tú sobrepujas la fama que yo había oído.

Y dió al rey ciento y veinte talentos de oro, y gran copia de aromas, y piedras preciosas: nunca hubo tales aromas como los que dió la reina de Seba al rey Salomón.

E hizo el rey de la madera de Algummim gradas en la casa de Jehová, y en las casas reales, y arpas y salterios para los cantores: nunca en tierra de Judá se había visto madera semejante.

Y el rey Salomón dió á la reina de Seba todo lo que ella quiso y le pidió, más de lo que había traído al rey. Después se volvió y fuése á su tierra con sus siervos.

Sin lo que traían los mercaderes y negociantes; y también todos los reyes de Arabia y los príncipes de la tierra traían oro y plata á Salomón.

Asimismo trescientos escudos de oro batido, teniendo cada escudo trescientos siclos de oro: y púsolos el rey en la casa del bosque del Líbano.

Y había seis gradas al trono, con un estrado de oro al mismo, y brazos de la una parte y de la otra al lugar del asiento, y dos leones que estaban junto á los brazos.

Había también allí doce leones sobre las seis gradas de la una parte y de la otra. Jamás fué hecho otro semejante en reino alguno.

Toda la vajilla del rey Salomón era de oro, y toda la vajilla de la casa del bosque del Líbano, de oro puro. En los días de Salomón la plata no era de estima.

Porque la flota del rey iba á Tharsis con los siervos de Hiram, y cada tres años solían venir las naves de Tharsis, y traían oro, plata, marfil, simios, y pavos.

Y todos los reyes de la tierra procuraban ver el rostro de Salomón, por oir su sabiduría, que Dios había puesto en su corazón:

Y tuvo señorío sobre todos los reyes desde el río hasta la tierra de los Filisteos, y hasta el término de Egipto.

Lo demás de los hechos de Salomón, primeros y postreros, ¿no está todo escrito en los libros de Nathán profeta, y en la profecía de Ahías Silonita, y en las profecías del vidente Iddo contra Jeroboam hijo de Nabat?

Y durmió Salomón con sus padres, y sepultáronlo en la ciudad de David su padre: y reinó en su lugar Roboam su hijo.

Tu padre agravó nuestro yugo: afloja tú, pues, ahora algo de la dura servidumbre, y del grave yugo con que tu padre nos apremió, y te serviremos.

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