316 casos

'Monte' en la Biblia

Y destruirá en este monte la cobertura que cubre todos los pueblos, el velo que está extendido sobre todas las naciones.

Porque la mano del SEÑOR reposará en este monte, y Moab será hollado en su sitio como es hollada la paja en el agua del muladar.

Sucederá también en aquel día que se tocará una gran trompeta, y los que perecían en la tierra de Asiria y los desterrados en la tierra de Egipto, vendrán y adorarán al SEÑOR en el monte santo en Jerusalén.

Porque el SEÑOR se levantará como en el monte Perazim, se enojará como en el valle de Gabaón, para hacer su tarea, su extraña tarea, y para hacer su obra, su extraordinaria obra.

Y será como cuando un hambriento sueña, y he aquí, está comiendo; pero cuando despierta, su hambre no ha sido satisfecha. O como cuando un sediento sueña, y he aquí, está bebiendo; pero cuando despierta, he aquí, está desfallecido, y su sed no ha sido aplacada. Así será la multitud de todas las naciones que combaten contra el monte Sion.

Mil {huirán} ante la amenaza de uno {solo,} ante la amenaza de cinco huiréis; hasta que seáis dejados como una enseña en la cima de un monte, y como señal sobre una colina.

Sobre todo monte alto y sobre toda colina elevada habrá arroyos de aguas perennes el día de la gran matanza, cuando caigan las torres.

Tendréis cánticos como en la noche en que celebráis la fiesta, y alegría de corazón como cuando uno marcha al son de la flauta, para ir al monte del SEÑOR, a la Roca de Israel.

Porque así me dice el SEÑOR: Tal como gruñe el león o el leoncillo sobre su presa, contra el que se reúne una multitud de pastores, {y} no se atemoriza de sus voces ni se acobarda por su multitud, así descenderá el SEÑOR de los ejércitos para combatir sobre el monte Sion y sobre su collado.

`Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y del monte Sion sobrevivientes. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto.'"

Todo valle sea elevado, y bajado todo monte y collado; vuélvase llano el terreno escabroso, y lo abrupto, ancho valle.

Súbete a un alto monte, oh Sion, portador de buenas nuevas; levanta con fuerza tu voz, oh Jerusalén, portadora de buenas nuevas; levánta{la,} no temas. Di a las ciudades de Judá: Aquí está vuestro Dios.

yo los traeré a mi santo monte, y los alegraré en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.

Sobre un monte alto y encumbrado has puesto tu cama; allí también subiste a ofrecer sacrificio.

Cuando clames, que tus ídolos te libren; pero a todos se los llevará el viento, un soplo {los} arrebatará. Pero el que en mí se refugie, heredará la tierra, y poseerá mi santo monte.

Pero vosotros que abandonáis al SEÑOR, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la Fortuna, y que preparáis vino mezclado para el Destino,

Entonces traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones como ofrenda al SEÑOR, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte, Jerusalén --dice el SEÑOR-- tal como los hijos de Israel traen su ofrenda de grano en vasijas limpias a la casa del SEÑOR.

Y el SEÑOR me dijo en días del rey Josías: ¿Has visto lo que hizo la infiel Israel? Ella andaba sobre todo monte alto y bajo todo árbol frondoso, y allí fornicaba.

He aquí, enviaré a muchos pescadores --declara el SEÑOR-- que los pescarán; y después enviaré a muchos cazadores, que los cazarán por todo monte y por todo collado y por las hendiduras de las peñas.

Miqueas de Moréset profetizó en días de Ezequías, rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá, diciendo: ``Así ha dicho el SEÑOR de los ejércitos: `Sion será arada {como} un campo, Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas, y el monte del santuario {será} como los lugares altos de un bosque.'"

Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: Otra vez hablarán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo restaure su bienestar: ``El SEÑOR te bendiga, morada de justicia, monte santo."

En cuanto al terror que infundías, te ha engañado la soberbia de tu corazón; tú que vives en las hendiduras de las peñas, que ocupas la cumbre del monte. Aunque hagas tu nido tan alto como el del águila, de allí te haré bajar --declara el SEÑOR.

Ovejas perdidas ha venido a ser mi pueblo; sus pastores las han descarriado, haciéndolas vagar {por} los montes; han andado de monte en collado y han olvidado su lugar de descanso.

He aquí, yo estoy contra ti, monte destructor, que destruyes toda la tierra --declara el SEÑOR. Extenderé mi mano contra ti, te haré rodar desde las peñas y te reduciré a monte quemado.

por el monte Sion que está asolado; las zorras merodean en él.

La gloria del SEÑOR se elevó de en medio de la ciudad, y se detuvo sobre el monte que está al oriente de la ciudad.

Así dice el Señor DIOS: Yo también tomaré {un renuevo} de lo más alto de la copa del cedro y {lo} plantaré; arrancaré de la punta de sus renuevos uno tierno y {lo} plantaré en un monte alto y eminente.

En el alto monte de Israel lo plantaré; extenderá ramas y dará fruto, y llegará a ser un cedro majestuoso. Debajo de él anidarán toda clase de aves, a la sombra de sus ramas anidarán.

`Porque en mi santo monte, en el alto monte de Israel' --declara el Señor DIOS-- `allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella, en {esta} tierra; allí los aceptaré y allí reclamaré vuestras ofrendas y las primicias de vuestros dones con todas vuestras cosas sagradas.

`Tú, querubín protector {de alas} desplegadas, yo te puse {allí.} Estabas en el santo monte de Dios, andabas en medio de las piedras de fuego.

`A causa de la abundancia de tu comercio te llenaste de violencia, y pecaste; yo, pues, te he expulsado por profano del monte de Dios, y te he eliminado, querubín protector, de en medio de las piedras de fuego.

Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el monte Seir, y profetiza contra él,

y dile: ``Así dice el Señor DIOS: `He aquí, estoy contra ti, monte Seir, extenderé mi mano contra ti, y te convertiré en desolación y en soledad.

`Haré del monte Seir desierto y desolación, y cortaré de él al que vaya y al que venga.

`Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel porque fue asolada, así te haré yo a ti. Serás una desolación, monte Seir, y todo Edom, todo él; y sabrán que yo soy el SEÑOR.'"

En visiones de Dios, El me llevó a la tierra de Israel y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual, hacia el sur, {había} una construcción parecida a una ciudad.

Esta es la ley del templo: todo su territorio sobre la cumbre del monte por todo alrededor {será} santísimo. He aquí, ésta es la ley del templo.

Entonces fueron desmenuzados, todos a la vez, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro; quedaron como el tamo de las eras en verano, y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellos. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra.

tal como viste que una piedra fue cortada del monte sin {ayuda de} manos y que desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha hecho saber al rey lo que sucederá en el futuro. Así, pues, el sueño es verdadero y la interpretación fiel.

Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de tu ciudad, Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean.

Aún estaba yo hablando, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor mi Dios por el santo monte de mi Dios,

Y plantará las tiendas de su pabellón entre los mares y el monte glorioso y santo; pero llegará a su fin y no habrá quien lo ayude.

Tocad trompeta en Sion, y sonad alarma en mi santo monte. Tiemblen todos los habitantes de la tierra, porque viene el día del SEÑOR, porque está cercano;

Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del SEÑOR será salvo; porque en el monte Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho el SEÑOR, y entre los sobrevivientes {estarán} los que el SEÑOR llame.

Entonces sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte. Y Jerusalén será santa, y los extranjeros no pasarán más por ella.

Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, las que oprimís a los pobres, quebrantáis a los menesterosos, y decís a vuestros maridos: Traed ahora, para que bebamos.

¿Ay de los que {viven} reposadamente en Sion, y de los que {se sienten} seguros en el monte de Samaria, los notables de las naciones principales, a quienes acude la casa de Israel!

¿No destruiré en aquel día --declara el SEÑOR-- a los sabios de Edom y el entendimiento del monte de Esaú?

Entonces tus valientes serán atemorizados, oh Temán, de modo que todo hombre será cortado del monte de Esaú con muerte violenta.

Como vosotros bebisteis en mi santo monte, así beberán continuamente todas las naciones. Beberán y tragarán, y serán como si no hubieran sido.

Pero en el monte Sion quedará un remanente, y será {lugar} santo, y la casa de Jacob volverá a tomar sus posesiones.

Entonces {los del} Neguev poseerán el monte de Esaú, y {los de} la Sefela {la llanura} de los filisteos; poseerán también el territorio de Efraín y el territorio de Samaria, y Benjamín {poseerá} Galaad.

Y subirán libertadores al monte Sion para juzgar al monte de Esaú, y el reino será del SEÑOR.

Por tanto, a causa de vosotros, Sion será arada como un campo, Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas, y el monte del templo {será} como las alturas de un bosque.

Y sucederá en los últimos días que el monte de la casa del SEÑOR será establecido como cabeza de los montes; se elevará sobre las colinas, y afluirán a él los pueblos.

Vendrán muchas naciones y dirán: Venid y subamos al monte del SEÑOR, a la casa del Dios de Jacob, para que El nos instruya en sus caminos, y nosotros andemos en sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.

Haré de la coja un remanente, y de la perseguida una nación fuerte. Y el SEÑOR reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre.

{Viene el} día cuando ellos vendrán hasta ti desde Asiria y las ciudades de Egipto; desde Egipto hasta el Río, de mar a mar y de monte a monte.

Aquel día no te avergonzarás de ninguna de tus acciones con que te rebelaste contra mí; porque entonces yo quitaré de en medio de ti a los que se regocijan en tu orgullo, y nunca más te envanecerás en mi santo monte.

Subid al monte, traed madera y reedificad el templo, para que me agrade de él y yo sea glorificado --dice el SEÑOR.

`` ¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel, {te convertirás en} llanura; y él sacará la piedra clave entre aclamaciones de ` ¿Gracia, gracia a ella!'"

Así dice el SEÑOR: ``Volveré a Sion y en medio de Jerusalén moraré. Y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte del SEÑOR de los ejércitos, Monte Santo."

Sus pies se posarán aquel día en el monte de los Olivos, que está frente a Jerusalén, al oriente; y el monte de los Olivos se hendirá por el medio, de oriente a occidente, {formando} un enorme valle, y una mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur.

Y pasando Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea, y subiendo al monte, se sentó allí.

Seis días después, Jesús tomó* consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó* aparte a un monte alto;

Mientras descendían del monte, Jesús les ordenó, diciendo: No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.

Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, {junto} al monte de los Olivos, Jesús entonces envió a dos discípulos,

Respondiendo Jesús, les dijo: En verdad os digo que si tenéis fe y no dudáis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que aun si decís a este monte: ``Quítate y échate al mar", {así} sucederá.

Y después de cantar un himno, salieron hacia el monte de los Olivos.

Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había señalado.

Y había allí una gran piara de cerdos paciendo junto al monte.

Seis días después, Jesús tomó* consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó* aparte, solos, a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos;

Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre resucitara de entre los muertos.

Cuando se acercaban* a Jerusalén, por Betfagé y Betania, cerca del monte de los Olivos, envió* a dos de sus discípulos,

En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: ``Quítate y arrójate al mar", y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será {concedido.}

Y estando El sentado en el monte de los Olivos, frente al templo, Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaban en privado:

Después de cantar un himno, salieron para el monte de los Olivos.

``TODO VALLE SERA RELLENADO, Y TODO MONTE Y COLLADO REBAJADO; LO TORCIDO SE HARA RECTO, Y LAS SENDAS ASPERAS {se volverán} CAMINOS LLANOS;

y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para despeñarle.

Y había una piara de muchos cerdos paciendo allí en el monte; y {los demonios} le rogaron que les permitiera entrar en los cerdos. Y El les dio permiso.

Y como ocho días después de estas palabras, {Jesús} tomó consigo a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.

Y aconteció que al día siguiente, cuando bajaron del monte, una gran multitud le salió al encuentro.

Y aconteció que cuando se acercó a Betfagé y a Betania, cerca del monte que se llama de los Olivos, envió a dos de los discípulos,

Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,

Durante el día enseñaba en el templo, pero al oscurecer salía y pasaba la noche en el monte llamado de los Olivos.

Y saliendo, se encaminó, como de costumbre, hacia el monte de los Olivos; y los discípulos también le siguieron.

Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén está el lugar donde se debe adorar.

Jesús le dijo*: Mujer, créeme; la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso