'Perecido' en la Biblia
Y Faraón envió {a ver,} y he aquí, ni un solo {animal} de los ganados de Israel había perecido. Pero el corazón de Faraón se endureció y no dejó ir al pueblo.
El pueblo contendió con Moisés y {le} habló, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos perecido cuando nuestros hermanos murieron delante del SEÑOR!
Y aconteció que cuando todos los hombres de guerra habían ya perecido de entre el pueblo,
Tu hermosura, oh Israel, ha perecido sobre tus montes. ¿Cómo han caído los valientes!
¿Cómo han caído los valientes, y perecido las armas de guerra!
Y uno de sus siervos respondió, y dijo: Deja que algunos {hombres} tomen cinco de los caballos que quedan, {de los} que quedan en la ciudad. He aquí, ya que {les sucederá} como a toda la multitud de Israel que queda en la ciudad (como a toda la multitud de Israel que {ya} ha perecido), he aquí, vamos a enviar{los} y veamos.
Recuerda ahora, ¿quién siendo inocente ha perecido {jamás?} ¿O dónde han sido destruidos los rectos?
El enemigo ha llegado a {su} fin en desolación eterna, y tú has destruido {sus} ciudades; su recuerdo ha perecido con ellas.
El SEÑOR es Rey eternamente y para siempre; las naciones han perecido de su tierra.
Si tu ley no hubiera sido mi deleite, entonces habría perecido en mi aflicción.
En verdad, su amor, su odio y su celo ya han perecido, y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace bajo el sol.
Entonces les dirás: ``Esta es la nación que no escuchó la voz del SEÑOR su Dios, ni aceptó corrección; ha perecido la verdad, ha sido cortada de su boca.
¿Ay de ti, Moab! Ha perecido el pueblo de Quemos; porque tus hijos han sido tomados en cautiverio, y tus hijas en cautividad.
Llamé a mis amantes, {mas} ellos me han engañado. Mis sacerdotes y mis ancianos han perecido en la ciudad, cuando buscaban alimento para sí a fin de restaurar sus fuerzas.
Digo, pues: Ha perecido mi vigor, y mi esperanza {que venía} del SEÑOR.
Elevarán una elegía por ti, y te dirán: `` ¿Cómo has perecido, habitada de los mares, la ciudad renombrada, que era poderosa en el mar! Ella y sus habitantes, infundían terror a todos sus vecinos.
Entonces El me dijo: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel; he aquí, ellos dicen: ``Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos."
Ahora, ¿por qué gritas tan fuerte? ¿No hay rey en ti? ¿Ha perecido tu consejero, que el dolor te aflige como a mujer de parto?
Entonces también los que han dormido en Cristo han perecido.