206 casos

'Por' en la Biblia

Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis dado la vida a los niños?

Un varón de la familia de Leví fue, y tomó por mujer una hija de Leví;

Y la hija del Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase.

Y cuando creció el niño, ella lo trajo a la hija del Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué.

Y salió al día siguiente, y viendo a dos hebreos que reñían, dijo al malo: ¿Por qué hieres a tu prójimo?

Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esta cosa es descubierta.

Y volviendo ellas a Reuel su padre, él les dijo: ¿Por qué habéis hoy venido tan presto?

Y dijo a sus hijas: ¿Y dónde está? ¿Por qué habéis dejado ese hombre? Llamadle para que coma pan.

la cual le dio a luz un hijo, y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: Peregrino soy en tierra ajena.

Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora, y veré esta grande visión, por qué causa el zarzal no se quema.

Y dijo el SEÑOR: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; por lo cual yo he entendido sus dolores.

Y dijo más Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: El SEÑOR Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi Nombre para siempre, y este es mi memorial por todos los siglos.

Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: El SEÑOR Dios de los hebreos, nos ha encontrado; por tanto nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que sacrifiquemos al SEÑOR nuestro Dios.

Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte.

Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se tornó vara en su mano.

Por esto creerán que se te ha aparecido el SEÑOR Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.

Y él hablará por ti al pueblo; y él te será por boca, y tú serás a él por Dios.

Y yo te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; por tanto , he aquí yo mato a tu hijo, tu primogénito.

Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; por tanto nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, y sacrificaremos al SEÑOR nuestro Dios; para que no nos encuentre con pestilencia o con espada.

Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su obra? Idos a vuestros cargos.

De aquí en adelante no daréis hornija al pueblo para hacer ladrillo, como ayer y antes de ayer; vayan ellos y recojan hornija por sí mismos.

Y habéis de ponerles la tarea del ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, y por eso levantan la voz diciendo: Vamos y sacrificaremos a nuestro Dios.

Entonces el pueblo se derramó por toda la tierra de Egipto a coger rastrojo para hornija.

Y azotaban a los gobernadores de los hijos de Israel, que los cuadrilleros del Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?

Y los gobernadores de los hijos de Israel vinieron y se quejaron al Faraón, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos?

Y él respondió: Estáis ociosos, sí , ociosos, y por eso decís: Vamos y sacrifiquemos al SEÑOR.

Entonces Moisés se volvió al SEÑOR, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste?

Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que os saco de debajo de las cargas de Egipto.

Y os meteré en la tierra, por la cual alcé mi mano que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo soy el SEÑOR.

Y estos son los nombres de los hijos de Leví por sus linajes: Gersón, y Coat, y Merari. Y los años de la vida de Leví fueron ciento treinta y siete años.

Y los hijos de Gersón: Libni, y Simei, por sus familias.

Y los hijos de Merari: Mahli, y Musi; estas son las familias de Leví por sus linajes.

Y tomó Aarón por mujer a Elisabet, hija de Aminadab, hermana de Naasón; la cual le dio a luz a Nadab, y a Abiú, y a Eleazar, y a Itamar.

Y Eleazar, hijo de Aarón, tomó para sí mujer de las hijas de Futiel, la cual le dio a luz a Finees. Y éstas son las cabezas de los padres de los levitas por sus familias.

Este es aquel Aarón y aquel Moisés, a los cuales el SEÑOR dijo: Sacad a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus escuadrones.

El SEÑOR dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido por dios del Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.

Y el Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, por grandes juicios.

Ve por la mañana al Faraón, he aquí que él sale a las aguas; y tú ponte a la orilla del río delante de él, y toma en tu mano la vara que se volvió culebra,

Y el SEÑOR dijo a Moisés: Di a Aarón: Toma tu vara, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus arroyos y sobre sus estanques, y sobre todos sus recogimientos de aguas, para que se vuelvan sangre, y haya sangre por toda la región de Egipto, así en los vasos de madera como en los de piedra.

Asimismo los peces que había en el río murieron; y el río se corrompió, que los egipcios no podían beber de él; y hubo sangre por toda la tierra de Egipto.

Y dijo Moisés al Faraón: Señálame: ¿cuándo oraré por ti, y por tus siervos, y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti, y de tus casas, y que solamente se queden en el río?

Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu vara, y hiere el polvo de la tierra, para que se vuelva piojos por toda la tierra de Egipto.

Camino de tres días iremos por el desierto, y sacrificaremos al SEÑOR nuestro Dios, como él nos lo ha dicho.

Y dijo el Faraón: Yo os dejaré ir para que sacrifiquéis al SEÑOR vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos; orad por mí.

Y vendrá a ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, el cual originará sarna que eche vejigas apostemadas en los hombres y en las bestias, por toda la tierra de Egipto.

Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y el SEÑOR dio voces y granizó, y el fuego discurría por la tierra; y llovió el SEÑOR granizo sobre la tierra de Egipto.

Y el corazón del Faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel; como el SEÑOR lo había dicho por medio de Moisés.

Entonces los siervos del Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo nos ha de ser éste por lazo? Deja ir a estos hombres, para que sirvan al SEÑOR su Dios; ¿aún no sabes que Egipto se pierde?

y cubrió la faz de toda la tierra, y se oscureció la tierra; y comió toda la hierba de la tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo; que no quedó cosa verde en los árboles ni en la hierba del campo, por toda la tierra de Egipto.

Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas tres días por toda la tierra de Egipto.

Y dijo Moisés: El SEÑOR ha dicho así: A la medianoche yo saldré por en medio de Egipto,

Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca fue, ni jamás será.

Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero por las familias de los padres, un cordero por familia;

Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias; y haré juicios en todos los dioses de Egipto. Yo soy el SEÑOR.

Y esta sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis ; y cuando yo viere aquella sangre, pasaré por vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad, cuando heriré la tierra de Egipto.

Y este día os ha de ser en memoria, y habéis de celebrarlo como fiesta solemne al SEÑOR por vuestras edades; por estatuto perpetuo lo celebraréis.

Y guardaréis la fiesta de los ázimos, porque en aquel mismo día saqué vuestros ejércitos de la tierra de Egipto; por tanto guardaréis este día por vuestras edades por costumbre perpetua.

En el mes primero, el día catorce del mes por la tarde, comeréis los panes sin levadura, hasta el veintiuno del mes por la tarde.

Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas, porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural de la tierra, aquella alma será cortada de la congregación de Israel.

Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad, y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua.

Y guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre.

Esta es noche de guardar al SEÑOR, por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardar al SEÑOR todos los hijos de Israel por sus edades.

mas todo siervo humano comprado por dinero, comerá de ella después que lo hubieres circuncidado.

Y en aquel mismo día el SEÑOR sacó los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus escuadrones.

Y Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de la casa de servidumbre; pues el SEÑOR os ha sacado de aquí con mano fuerte; por tanto, no comeréis leudado.

Siete días comerás por leudar, y el séptimo día será fiesta al SEÑOR.

Por los siete días se comerán los panes sin levadura; y no se verá contigo nada leudado, ni levadura en todo tu término.

Y te será como una señal sobre tu mano, y como una memoria delante de tus ojos, para que la ley del SEÑOR esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó el SEÑOR de Egipto.

Por tanto, tú guardarás este servicio en su tiempo de año en año.

y endureciéndose el Faraón en no dejarnos ir, el SEÑOR mató en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia; y por esta causa yo sacrifico al SEÑOR todo primogénito macho, y redimo todo primogénito de mis hijos.

Te será, pues, como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos: Que el SEÑOR nos sacó de Egipto con mano fuerte.

Y luego que el Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Que por ventura no se arrepienta el pueblo cuando vieren la guerra, y se vuelvan a Egipto;

mas hizo Dios al pueblo que rodease por el camino del desierto del mar Bermejo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.

Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué lo has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?

Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: ¿Por qué me das voces? Di a los hijos de Israel que marchen.

Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo; y entren los hijos de Israel por en medio del mar en seco.

Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar en seco, teniendo las aguas como muro a su diestra y a su siniestra.

Y les quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque el SEÑOR pelea por ellos contra los egipcios.

Y los hijos de Israel fueron por medio del mar en seco, teniendo las aguas por muro a su diestra y a su siniestra.

Porque el Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y el SEÑOR volvió a traer las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel fueron en seco por medio del mar.

E hizo Moisés que partiese Israel del mar Bermejo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.

Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.

y les decían los hijos de Israel: Deseamos que hubiéramos muerto por mano del SEÑOR en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de las carnes, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto, para matar de hambre a toda esta multitud.

Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: Cogéreis de él cada uno según pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.

Y lo medían por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer.

Mirad que el SEÑOR os dio el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su casa, y nadie salga de su lugar en el séptimo día.

Y toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus jornadas, al mandamiento del SEÑOR, y asentaron el campamento en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese.

Y riñó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué reñís conmigo? ¿Por qué tentáis al SEÑOR?

Así que el pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, y a nuestros hijos y a nuestros ganados?

Sagradas Escrituras (1569)