'Seol' en la Biblia
Y él dijo: No descenderá mi hijo con vosotros; que su hermano ha muerto, y él solo ha quedado; y si le aconteciere algún desastre en el camino por donde vais, haréis descender mis canas con dolor hasta el Seol.
y si llevareis también éste de delante de mí, y le aconteciere algún desastre, haréis descender mis canas con dolor hasta el Seol.
sucederá que cuando él no vea al joven, morirá: y tus siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre con dolor hasta el Seol.
Mas si el SEÑOR hiciere una nueva cosa, y la tierra abriere su boca, y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron al SEÑOR.
Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.
Porque fuego se encenderá en mi furor, y arderá hasta lo más profundo del Seol; y devorará la tierra y sus frutos, y abrasará los fundamentos de los montes.
El SEÑOR mata, y él da vida; él hace descender al Seol, y hace subir.
cuando las cuerdas del Seol me ciñieron, y los lazos de muerte me tomaron descuidado,
Tú pues harás conforme a tu sabiduría; no dejarás descender sus canas al Seol en paz.
Pero ahora no lo absolverás; que hombre sabio eres, y sabes cómo has de hacer con él; y harás descender sus canas con sangre al Seol.
La nube se acaba, y se va; así el que desciende al Seol, que nunca más subirá;
Es más alto que los cielos; ¿qué harás? Es más profundo que el Seol; ¿cómo lo conocerás?
¡Oh quién me diera que me escondieras en el Seol, que me encubrieras hasta apaciguarse tu ira, que me pusieras plazo, y de mí te acordaras!
A los rincones del Seol descenderán, y juntamente descansarán en el polvo.
Gastan sus días en bien, y en un momento descienden al Seol.
La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve; y el Seol a los pecadores.
El Seol es descubierto delante de él, y el infierno no tiene cobertura.
Porque es fuego que devoraría hasta el Seol, y desarraigaría toda mi hacienda.
Porque en la muerte no hay memoria de ti, ¿quién te loará en el Seol?
Los malos volverán al Seol; todos los gentiles que se olvidan de Dios.
Porque no dejarás mi alma en el Seol; ni darás tu Misericordioso para que vea corrupción.
Dolores del Seol me rodearon, me previnieron lazos de muerte.
Oh SEÑOR, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida de mi descendimiento a la sepultura.
SEÑOR, no sea yo confundido, porque te he invocado; sean confusos los impíos, sean cortados para el Seol.
Como ovejas son puestos en el Seol; la muerte los pastorea; y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; y se consumirá su bien parecer en la sepultura desde su morada.
Ciertamente Dios rescatará mi vida de la mano del Seol, cuando me tomará. (Selah.)
Condenados sean a muerte, desciendan vivos al Seol, porque hay maldades en su compañía, entre ellos.
Porque tu misericordia es grande sobre mí; y has librado mi alma de lo profundo del Seol.
Porque mi alma está harta de males, y mi vida llega al Seol.
¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librarás su alma de la mano del Seol? (Selah.)
Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado.
Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si hiciere mi estrado en el Seol, hete allí.
Como quien hiende y rompe leños en tierra, son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol.
los tragaremos vivos como el Seol, y enteros, como los que caen en un abismo;
Sus pies descienden a la muerte; sus pasos sustentan el Seol;
Caminos del Seol son su casa, que descienden a las cámaras de la muerte.
Y no saben que allí están los muertos; que sus convidados están en lo profundo del Seol.
El Seol y el infierno están delante del SEÑOR; ¡cuánto más los corazones de los hombres!
El camino de la vida es cuesta arriba al entendido, para apartarse del Seol abajo.
Tú lo herirás con vara, y librarás su alma del Seol.
El Seol y el infierno nunca se sacian; así los ojos del hombre nunca están satisfechos.
El Seol, y la matriz estéril, la tierra que no se sacie de aguas, y el fuego que jamás dice: Basta.
Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo con todas tus fuerzas; porque en el Seol, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría.
Ponme como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor; duro como el Seol los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.
Por tanto el Seol ensanchó su alma, y sin medida extendió su boca; y su gloria y su multitud descendió allá; y su fausto, y el que se regocijaba en él.
El Seol abajo se espantó de ti; te despertó muertos que en tu venida salieran a recibirte, hizo levantar de sus tronos a todos los príncipes de la tierra, a todos los reyes de los gentiles.
Tu soberbia descendió al Seol, y el sonido de tus vihuelas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán.
Mas serás derribado al Seol, a los lados del abismo.
Porque habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, y con el Seol; hicimos acuerdo que cuando pasare el turbión del azote, no llegará a nosotros; porque pusimos nuestra acogida en mentira, y en la falsedad nos esconderemos;
Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro acuerdo con el Seol no será firme; cuando pasare el turbión del azote, seréis de él hollados.
Yo dije: En el cortamiento de mis días iré a las puertas del Seol, privado soy del resto de mis años.
Porque el Seol no te confesará, ni te alabará la muerte; ni los que descienden en el hoyo esperarán tu verdad.
Y fuiste al rey con ungüento, y multiplicaste tus perfumes, y enviaste tus embajadores lejos, y te abatiste hasta el Seol.
Así dijo el Señor DIOS: El día que descendió al Seol, hice hacer luto, hice cubrir por él el abismo, y detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron detenidas; y al Líbano cubrí de tinieblas por él, y todos los árboles del campo se desmayaron.
Del estruendo de su caída hice temblar a los gentiles, cuando lo hice descender a Seol con los que descienden al hoyo; y todos los árboles del Edén escogidos, y los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, tomaron consolación en la tierra baja.
También ellos descendieron con él al Seol, con los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que estuvieron a su sombra en medio de los gentiles.
De en medio del Seol hablarán a él los fuertes de los fuertes, con los que le ayudaron, que descendieron, y yacen con los incircuncisos muertos a espada.
Y no yacerán con los fuertes que cayeron de los incircuncisos, los cuales descendieron al Seol con sus armas de guerra, y pusieron sus espadas debajo de sus cabezas; mas sus iniquidades estarán sobre sus huesos, porque fueron terror de fuertes en la tierra de los vivientes.
De la mano del Seol los rescataré, de la muerte los libraré. Oh muerte, yo seré tu mortandad; y seré tu destrucción, oh Seol; arrepentimiento será escondido de mis ojos.
Aunque cavaren hasta el Seol, de allá los tomará mi mano; y si subieren hasta el cielo, de allá los haré descender.
Y dijo: Clamé de mi tribulación al SEÑOR, Y él me oyó; Del vientre del Seol clamé, Y mi voz oíste.
Cuanto más que el dado al vino, transpasador, hombre soberbio no permanecerá. Que ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se llenará; antes reunió a sí todos los gentiles, y amontonó a sí todos los pueblos.