'También' en la Biblia

E hizo Dios las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para dominio del día y la lumbrera menor para dominio de la noche; {hizo} también las estrellas.

Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido que estaba con ella, y él comió.

Entonces el SEÑOR Dios dijo: He aquí, el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal; cuidado ahora no vaya a extender su mano y tomar también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre.

También Abel, por su parte, trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la grosura de los mismos. Y el SEÑOR miró con agrado a Abel y a su ofrenda,

A Set le nació también un hijo y le puso por nombre Enós. Por ese tiempo comenzaron {los hombres} a invocar el nombre del SEÑOR.

Y había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y ellas les dieron a luz {hijos.} Estos son los héroes de la antigüedad, hombres de renombre.

también de las aves del cielo, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de toda la tierra.

Dijo también: Bendito sea el SEÑOR, el Dios de Sem; y sea Canaán su siervo.

También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, {y} hermano mayor de Jafet.

Y también Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas.

Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; de manera que si alguien puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia podrá contarse.

Entonces volvieron a En-mispat, es decir, Cades, y conquistaron todo el territorio de los amalecitas, y también a los amorreos que habitaban en Hazezon-tamar.

Y tomaron {también} a Lot, sobrino de Abram, con todas sus posesiones, pues él habitaba en Sodoma, y partieron.

Y recobró todos sus bienes, también a su pariente Lot con sus posesiones, y también a las mujeres y a la gente.

Mas yo también juzgaré a la nación a la cual servirán, y después saldrán {de allí} con grandes riquezas.

Corrió también Abraham a la vacada y tomó un becerro tierno y bueno, y se {lo} dio al criado, que se apresuró a prepararlo.

Tomó también cuajada y leche y el becerro que había preparado, y {lo} puso delante de ellos; y él se quedó de pie junto a ellos bajo el árbol mientras comían.

Y Sara se rió para sus adentros, diciendo: ¿Tendré placer después de haber envejecido, siendo también viejo mi señor?

Y él le respondió: He aquí, te concedo también esta petición de no destruir la ciudad de que has hablado.

Y aconteció que al día siguiente la mayor dijo a la menor: Mira, anoche yo me acosté con mi padre; hagamos que beba vino esta noche también, y entonces entra tú y acuéstate con él, para preservar nuestra familia por medio de nuestro padre.

De manera que también aquella noche hicieron que bebiera vino su padre, y la menor se levantó y se acostó con él, y él no supo cuando ella se acostó ni cuando se levantó.

Y en cuanto a la menor, también ella dio a luz un hijo, y lo llamó Ben-ammi; él es el padre de los amonitas hasta hoy.

¿No me dijo él mismo: ``Es mi hermana"? Y ella también dijo: ``Es mi hermano." En la integridad de mi corazón y con manos inocentes yo he hecho esto.

Y también del hijo de la sierva haré una nación, por ser tu descendiente.

Y aconteció después de estas cosas, que le dieron noticia a Abraham, diciendo: He aquí que Milca también le ha dado a luz hijos a tu hermano Nacor:

También su concubina, de nombre Reúma, dio a luz a Teba, a Gaham, a Tahas y a Maaca.

Que sea la joven a quien yo diga: ``Por favor, baja tu cántaro para que yo beba", y que responda: ``Bebe, y también daré de beber a tus camellos", la que tú has designado para tu siervo Isaac; y por ello sabré que has mostrado misericordia a mi señor.

Cuando había terminado de darle de beber, dijo: Sacaré también para tus camellos hasta que hayan terminado de beber.

entonces cuando llegues a mis parientes quedarás libre de mi juramento; y si ellos no te la dan, también quedarás libre de mi juramento."

y ella me diga, `Bebe, y también sacaré para tus camellos', que sea ella la mujer que el SEÑOR ha designado para el hijo de mi señor."

Y ella enseguida bajó el cántaro de su {hombro,} y dijo: ``Bebe, y daré de beber también a tus camellos"; de modo que bebí, y ella dio de beber también a los camellos.

Ahora pues, si habéis de mostrar bondad y sinceridad con mi señor, decídmelo; y si no, decídmelo {también,} para que vaya yo a la mano derecha o a la izquierda.

Y el siervo sacó objetos de plata, objetos de oro y vestidos, y se los dio a Rebeca; dio también cosas preciosas a su hermano y a su madre.

Cavaron otro pozo, y también riñeron por él; por eso lo llamó Sitna.

Entonces dijo: Sírveme, y comeré de la caza de mi hijo para que yo te bendiga. Y le sirvió, y comió; le trajo también vino, y bebió.

Y también él hizo un buen guisado y {lo} trajo a su padre, y dijo a su padre: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que tú me bendigas.

Al oír Esaú las palabras de su padre, clamó con un grande y amargo clamor, y dijo a su padre: ¡Bendíceme, {bendíceme} también a mí, padre mío!

Y Esaú dijo a su padre: ¿No tienes más que una bendición, padre mío? Bendíceme, {bendíceme} también a mí, padre mío. Y Esaú alzó su voz y lloró.

Y te dé también la bendición de Abraham, a ti y a tu descendencia contigo, para que tomes posesión de la tierra de tus peregrinaciones, la que Dios dio a Abraham.

También tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra.

Cumple la semana {nupcial} de ésta, y te daremos también la otra por el servicio que habrás de rendirme aún otros siete años.

Y {Jacob} se llegó también a Raquel, y amó más a Raquel que a Lea; y sirvió a Labán durante otros siete años.

Concibió de nuevo y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto el SEÑOR ha oído que soy aborrecida, me ha dado también este {hijo.} Así que le puso por nombre Simeón.

Y ella dijo: Aquí está mi sierva Bilha; llégate a ella para que dé a luz sobre mis rodillas, para que por medio de ella yo también tenga hijos.

Pero ella le respondió: ¿Te parece poco haberme quitado el marido? ¿{Me} quitarás también las mandrágoras de mi hijo? Y Raquel dijo: Que él duerma, pues, contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo.

Porque tenías poco antes de que yo viniera, y ha aumentado hasta ser multitud; y el SEÑOR te ha bendecido en todo lo que he hecho. Y ahora, ¿cuándo proveeré yo también para mi propia casa?

¿No nos ha tratado como extranjeras? Pues nos ha vendido, y también ha consumido por completo el precio de nuestra compra.

Y los mensajeros regresaron a Jacob, diciendo: Fuimos a tu hermano Esaú, y él también viene a tu encuentro y cuatrocientos hombres con él.

entonces responderás: ``Son de tu siervo Jacob; es un presente enviado a mi señor Esaú; y he aquí, él también {viene} detrás de nosotros."

Ordenó también al segundo y al tercero, y a todos los que iban tras las manadas, diciendo: De esta manera hablaréis a Esaú cuando lo encontréis,

y diréis: ``He aquí, tu siervo Jacob también {viene} detrás de nosotros." Pues dijo: Lo apaciguaré con el presente que va delante de mí. Y después veré su rostro; quizá me acepte.

Los tomó y los hizo pasar el arroyo, e hizo pasar también todo lo que tenía.

Lea también se acercó con sus hijos, y se inclinaron; y después José se acercó con Raquel, y se inclinaron.

Dijo también Siquem al padre y a los hermanos de ella: Si hallo gracia ante vuestros ojos, os daré lo que me digáis.

También le dijo Dios: Yo soy el Dios Todopoderoso. Sé fecundo y multiplícate; una nación y multitud de naciones vendrán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.

Y Jacob erigió un pilar en el lugar donde {Dios} había hablado con él, un pilar de piedra, y derramó sobre él una libación; también derramó sobre él aceite.

Pero lo que hacía era malo ante los ojos del SEÑOR; y también a él le quitó la vida.

Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: Quédate viuda en casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Sela; pues pensaba: Temo que él muera también como sus hermanos. Así que Tamar se fue y se quedó en casa de su padre.

Cuando el jefe de los panaderos vio que había interpretado favorablemente, dijo a José: Yo también {vi} en mi sueño, y he aquí, {había} tres cestas de pan blanco sobre mi cabeza;

Y he aquí, en mi sueño también vi que siete espigas llenas y buenas crecían en una sola caña.

Faraón dijo también a José: Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.

Y fueron los hijos de Israel con los que iban a comprar {grano,} pues también había hambre en la tierra de Canaán.

Tomad también a vuestro hermano, levantaos y volved a aquel hombre;

También hemos traído otro dinero en nuestra mano para comprar alimentos; no sabemos quién puso nuestro dinero en nuestros costales.

Y le sirvieron a él aparte, y a ellos aparte, y a los egipcios que comían con él, {también} aparte; porque los egipcios no podían comer con los hebreos, pues esto es abominación para los egipcios.

Aquel de tus siervos que sea hallado con ella, que muera, y también nosotros {entonces} seremos esclavos de mi señor.

Y él dijo: Sea ahora también conforme a vuestras palabras; aquel que sea hallado con ella será mi esclavo, y {los demás de} vosotros seréis inocentes.

``Y si también os lleváis a éste de mi presencia, y algo malo le sucede, haréis descender mis canas con dolor al Seol."

`Allí proveeré también para ti, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no pases hambre tú, tu casa y todo lo que tienes.'"

Entonces se echó sobre el cuello de su hermano Benjamín, y lloró; y Benjamín {también} lloró sobre su cuello.

Yo descenderé contigo a Egipto, y ciertamente, yo también te haré volver; y José cerrará tus ojos.

Dijeron también a Faraón: Hemos venido a residir en esta tierra, porque no hay pasto para los rebaños de tus siervos, pues el hambre es severa en la tierra de Canaán. Ahora pues, permite que tus siervos habiten en la tierra de Gosén.

E Israel dijo a José: Nunca esperaba ver tu rostro, y he aquí, Dios me ha permitido ver también a tus hijos.

Mas su padre rehusó y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; él también llegará a ser un pueblo, y él también será grande. Sin embargo, su hermano menor será más grande que él, y su descendencia llegará a ser multitud de naciones.

Subieron también con él carros y jinetes; y era un cortejo muy grande.

Entonces sus hermanos vinieron también y se postraron delante de él, y dijeron: He aquí, somos tus siervos.

Y vio José la tercera generación de los hijos de Efraín; también los hijos de Maquir, hijo de Manasés, nacieron sobre las rodillas de José.