726 casos

'Uno' en la Biblia

El nombre del uno era Pisón; éste es el que cerca toda la tierra de Havila, donde hay oro;

Y el SEÑOR Dios hizo caer sueño sobre el hombre, y se adormeció; entonces tomó de uno de sus costados, y cerró la carne en su lugar;

Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada uno meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.

De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo animal de la tierra según su especie, dos de cada uno entrarán a ti para que haya vida.

Y fue, que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, al primero del mes, las aguas se enjugaron de sobre la tierra y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca.

Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue partida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán.

Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot al oriente, y se apartaron el uno del otro.

Y vino uno que escapó, y lo denunció a Abram el hebreo, que habitaba en el alcornocal de Mamre amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales estaban confederados con Abram.

Y madrugaron por la mañana, y juraron el uno al otro; e Isaac los envió, y ellos se despidieron de él en paz.

y Mizpa, por cuanto dijo: Atalaye el SEÑOR entre mí y entre ti, cuando nos esconderemos el uno del otro.

Y sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, los dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad animosamente, y mataron a todo varón.

Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador;

Y sucedió, cuando dio a luz, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero.

Y ambos, el maestresala y el panadero del rey de Egipto, que estaban presos en la cárcel, soñaron un sueño, cada uno su sueño en una misma noche, cada uno conforme a la declaración de su sueño.

Y yo y él soñamos sueño una misma noche: cada uno soñó conforme a la declaración de su sueño.

Y estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán de los de la guardia; y se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, y declaró a cada uno conforme a su sueño.

Entonces respondió José al Faraón: El sueño del Faraón es uno mismo: Dios ha mostrado al Faraón lo que él hace.

Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo.

Enviad uno de vosotros, y traiga a vuestro hermano; y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, si la verdad está con vosotros; y si no, vive el Faraón, que sois espías.

Si sois hombres de la verdad, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno de vuestros hermanos; y vosotros id, llevad el alimento para el hambre de vuestra casa;

Y decían el uno al otro: Verdaderamente somos culpables referente a nuestro hermano, que vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le oímos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.

Y mandó José que llenaran sus sacos de trigo, y devolvieran el dinero de cada uno de ellos, poniéndolo en su saco, y les dieran comida para el camino; y fue hecho con ellos así.

Y dijo a sus hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y aun helo aquí en mi saco. Se les sobresaltó entonces el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto que nos ha hecho Dios?

Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; el uno no aparece, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán.

Y aquel varón, señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois hombres de la verdad; dejad conmigo uno de vuestros hermanos, y tomad para el hambre de vuestras casas, y andad,

Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero; y viendo ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron temor.

y aconteció que cuando vinimos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí que el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer en nuestras manos.

Y se sentaron delante de él, el mayor conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su juventud; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.

Y mandó José al mayordomo de su casa, diciendo: Llene los costales de estos varones de alimentos, cuanto pudieren llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal;

Ellos entonces se dieron prisa, y derribaron cada uno su costal en tierra, abrieron cada uno su costal.

Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno, y volvieron a la ciudad.

y uno de ellos se fue de mi lado, y pienso de cierto que fue despedazado, y hasta ahora no le he visto;

A cada uno de todos ellos dio mudas de vestidos, y a Benjamín dio trescientas piezas de plata, y cinco mudas de vestidos.

Entonces compró José toda la tierra de Egipto para el Faraón; porque los egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos; y la tierra vino a ser del Faraón.

Todos estos fueron las doce tribus de Israel: y esto fue lo que su padre les dijo, y los bendijo; a cada uno por su bendición los bendijo.

Estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia.

pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron dragones; mas la vara de Aarón tragó las varas de ellos.

Y al día siguiente el SEÑOR hizo aquello, y murió de todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los hijos de Israel no murió ni uno.

Entonces el Faraón envió a ver, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto ni uno. Mas el corazón del Faraón se agravó, y no dejó ir al pueblo.

Habla ahora al pueblo, y que cada uno demande a su vecino, y cada una a su vecina, vasos de plata y de oro.

Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el día diez de este mes tómese cada uno un cordero por las familias de los padres, un cordero por familia;

mas si la familia fuere pequeña que no alcance a comer el cordero, entonces tomará a su vecino cercano de su casa, y según el número de las personas, cada uno conforme a su comer, echaréis la cuenta sobre el cordero.

Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército del Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.

Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: Recogeréis de él cada hombre según pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda.

Y lo medían por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer.

Y lo recogían muy de mañana, cada uno según lo que había de comer; y cuando el sol calentaba, se derretía.

En el sexto día recogieron doblada comida, dos gomeres para cada uno; y todos los príncipes de la congregación vinieron a Moisés, y se lo hicieron saber.

Mirad que el SEÑOR os dio el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Estese, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de su lugar en el séptimo día.

Y las manos de Moisés estaban pesadas; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro del otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.

y a sus dos hijos; el uno se llamaba Gersón, porque dijo: Peregrino he sido en tierra ajena;

Y Moisés salió a recibir a su suegro, y se inclinó, y lo besó; y se preguntaron el uno al otro por la paz, y vinieron a la tienda.

Sobre todo negocio de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando uno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo.

Cuando tomares el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará al SEÑOR el rescate de su alma, cuando los contares, y no habrá en ellos mortandad por haberlos contado.

Y él les dijo: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente.

Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado al SEÑOR, porque cada uno se ha consagrado en su hijo, y en su hermano, para que dé él hoy bendición sobre vosotros.

Y viendo todo el pueblo la columna de nube, que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba todo el pueblo, cada uno a la puerta de su tienda y adoraba.

Tanto que vinieron, todos los maestros que hacían toda la obra del santuario, cada uno de la obra que hacía.

Cada tabla tenía dos quicios enclavijados el uno delante del otro; así hizo todas las tablas del tabernáculo.

Y los querubines extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas el asiento de la reconciliación; y sus rostros el uno enfrente del otro, hacia la cubierta los rostros de los querubines.

Y si no le alcanzare para un cordero, traerá por la culpa de su pecado, dos tórtolas o dos palominos al SEÑOR; el uno por su pecado, y el otro para holocausto.

Y todo presente amasado con aceite, y seco, será para todos los hijos de Aarón, tanto al uno como al otro.

Y los hijos de Aarón, Nadab y Abiú, tomaron cada uno su incensario, y pusieron fuego en ellos, sobre el cual pusieron perfume, y ofrecieron delante del SEÑOR fuego extraño, que él nunca les mandó.

Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno como holocausto, y otro como el pecado; y la reconciliará el sacerdote, y será limpia.

Cuando el hombre tuviere en la piel de su carne hinchazón, o postilla, o mancha blanca, y hubiere en la piel de su carne como llaga de lepra, será traído a Aarón el sacerdote, o a uno de los sacerdotes sus hijos;

y dos tórtolas, o dos palominos, lo que alcanzare su mano; y el uno será como el pecado, y el otro como holocausto.

Uno de lo que alcanzare su mano como el pecado, y el otro como holocausto, además del presente; y así reconciliará el sacerdote al que se ha de purificar, delante del SEÑOR.

y el sacerdote ofrecerá el uno como el pecado, y el otro como holocausto; y el sacerdote lo reconciliará de su flujo delante del SEÑOR.

y el sacerdote ofrecerá el uno como el pecado, y el otro como holocausto; y la reconciliará el sacerdote delante del SEÑOR del flujo de su inmundicia.

Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; éste os será jubileo; y volveréis cada uno a su posesión, y cada cual volverá a su familia.

Y los poseeréis por juro de heredad para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria; para siempre os serviréis de ellos; pero en vuestros hermanos los hijos de Israel, no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza.

después que se hubiere vendido, tendrá redención; uno de sus hermanos lo rescatará;

Y estarán con vosotros varones de cada tribu, cada uno cabeza de la casa de sus padres.

Y los hijos de Israel acamparán sus tiendas cada uno en su escuadrón, y cada uno junto a su estandarte, por sus ejércitos;

Los hijos de Israel acamparán cada uno junto a su estandarte, según las enseñas de las casas de sus padres; alrededor del tabernáculo del testimonio acamparán.

Luego irá el tabernáculo del testimonio, el campamento de los levitas en medio de los campamentos; de la manera que asientan el campamento, así caminarán, cada uno en su lugar, junto a sus estandartes.

E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas que el SEÑOR mandó a Moisés; así asentaron el campamento por sus estandartes, y así marcharon cada uno por sus familias, según las casas de sus padres.

mas esto haréis con ellos, para que vivan, y no mueran cuando llegaren al lugar santísimo: Aarón y sus hijos vendrán y los pondrán a cada uno en su ministerio, y en su cargo.

Como lo mandó el SEÑOR por mano de Moisés fueron contados, cada uno según su ministerio, y según su cargo; los cuales contó Moisés, como le fue mandado.

y el sacerdote ofrecerá el uno como el pecado, y el otro como holocausto; y reconciliará el que pecó sobre el muerto, y santificará su cabeza en aquel día.

y trajeron sus ofrendas delante del SEÑOR: seis carros cubiertos, y doce bueyes; por cada dos príncipes un carro, y cada uno un buey; lo cual ofrecieron delante del tabernáculo.

Tómalo de ellos, y será para el servicio del tabernáculo del testimonio; y lo darás a los levitas, a cada uno conforme a su ministerio.

Y los levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los novillos; y ofrecerás el uno como el pecado, y el otro como holocausto al SEÑOR, para reconciliar los levitas.

Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y el furor del SEÑOR se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés.

Y habían quedado en el campamento dos de los varones, el uno se llamaba Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban éstos entre los inscritos, mas no habían salido al tabernáculo; y comenzaron a profetizar en el campamento.

Entonces respondió Josué hijo de Nun, ministro de Moisés, uno de sus jóvenes, y dijo: Señor mío Moisés, impídelos.

Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos.

Y decían el uno al otro: Hagamos un capitán, y volvámonos a Egipto.

Conforme al número así haréis con cada uno, según el número de ellos.

y tomad cada uno su incensario, y poned sahumerio en ellos, y acercaos delante del SEÑOR cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios; tú también, y Aarón, cada uno con su incensario.

Y tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y pusieron también en ellos sahumerio, y se pusieron a la puerta del tabernáculo del testimonio con Moisés y Aarón.

Habla a los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme a las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara.

Entonces Moisés sacó todas las varas de delante del SEÑOR a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara.

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