'Yo' en la Biblia
Me refiero a que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo, yo de Apolos, yo de Cefas, yo de Cristo.
Así que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
Porque cuando uno dice: Yo soy de Pablo, y otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois {simplemente} hombres?
Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.
Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima.
En cuanto a mí, es de poca importancia que yo sea juzgado por vosotros, o por {cualquier} tribunal humano; de hecho, ni aun yo me juzgo a mí mismo.
Porque aunque tengáis innumerables maestros en Cristo, sin embargo no {tenéis} muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.
Y algunos se han vuelto arrogantes, como si yo no hubiera de ir a vosotros.
Pues yo, por mi parte, aunque ausente en cuerpo pero presente en espíritu, como si estuviera presente, ya he juzgado al que cometió tal {acción.}
En el nombre de nuestro Señor Jesús, cuando vosotros estéis reunidos, y yo con vosotros en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús,
Pues ¿por qué he de juzgar yo a los de afuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro {de la iglesia}?
Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna.
Sin embargo, yo desearía que todos los hombres fueran como yo. No obstante, cada cual ha recibido de Dios su propio don, uno de una manera y otro de otra.
A los solteros y a las viudas digo que es bueno para ellos si se quedan como yo.
A los casados instruyo, no yo, sino el Señor: que la mujer no debe dejar al marido
Pero a los demás digo yo, no el Señor, que si un hermano tiene una mujer que no es creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.
Pero si te casas, no has pecado; y si una doncella se casa, no ha pecado. Sin embargo, ellos tendrán problemas en esta vida, y yo os {los} quiero evitar.
Pero en mi opinión, será más feliz si se queda como está; y creo que yo también tengo el Espíritu de Dios.
¿O acaso sólo Bernabé y yo no tenemos el derecho a no trabajar?
Mas yo de nada de esto me he aprovechado. Y no escribo esto para que así se haga conmigo; porque mejor me fuera morir, que permitir que alguno me prive de esta gloria.
A los judíos me hice como judío, para ganar a los judíos; a los que están bajo {la} ley, como bajo {la} ley (aunque yo no estoy bajo {la} ley) para ganar a los que están bajo {la} ley;
Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire,
sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado.
así como también yo {procuro} agradar a todos en todo, no buscando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.
Sed imitadores de mí, como también yo {lo soy} de Cristo.
Os alabo porque en todo os acordáis de mí y guardáis las tradiciones con firmeza, tal como yo os las entregué.
Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,
Mas desead ardientemente los mejores dones. Y aun yo os muestro un camino más excelente.
Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser {como} metal que resuena o címbalo que retiñe.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; {pero} cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño.
Yo quisiera que todos hablarais en lenguas, pero {aún} más, que profetizarais; pues el que profetiza es superior al que habla en lenguas, a menos de que {las} interprete para que la iglesia reciba edificación.
Ahora bien, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿de qué provecho os seré a menos de que os hable por medio de revelación, o de conocimiento, o de profecía, o de enseñanza?
Pues si yo no sé el significado de las palabras, seré para el que habla un extranjero, y el que habla será un extranjero para mí.
Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
Porque yo soy el más insignificante de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, pues perseguí a la iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.
Sin embargo, {haya sido} yo o ellos, así predicamos y así creísteis.
Que el primer {día} de la semana, cada uno de vosotros aparte {y} guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas.
Y cuando yo llegue, enviaré con cartas a quienes vosotros hayáis designado, para que lleven vuestra contribución a Jerusalén.
Y si es conveniente que yo también vaya, irán conmigo.
Si llega Timoteo, ved que esté con vosotros sin temor, pues él hace la obra del Señor como también yo.