1 Reyes 8:38

toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga de su corazón, y extendiere sus manos hacia esta casa;

1 Reyes 8:22

Se puso luego Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo,

2 Crónicas 6:29

toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos hacia esta casa,

2 Crónicas 20:5-13

Entonces Josafat se puso en pie en la congregación de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo;

Job 7:11

Por tanto yo no refrenaré mi boca; hablaré en la angustia de mi espíritu, y me quejaré con la amargura de mi alma.

Salmos 32:3-4

Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.

Salmos 42:6

Dios mío, mi alma está abatida dentro de mí; me acordaré por tanto de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.

Salmos 42:9

Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo,

Salmos 42:11

¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.

Salmos 50:15

E invócame en el día de la angustia: Te libraré, y tú me honrarás.

Salmos 73:21-22

Mi corazón fue atribulado, y en mis riñones sentía punzadas.

Salmos 91:15

Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré.

Salmos 142:3-5

Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.

Proverbios 14:10

El corazón conoce la amargura de su alma; y extraño no se entrometerá en su alegría.

Isaías 1:15

Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.

Isaías 37:4

Quizá oirá Jehová tu Dios las palabras del Rabsaces, a quien su señor el rey de Asiria ha enviado para blasfemar al Dios vivo, y vituperará las palabras que oyó Jehová tu Dios; eleva, pues, oración por el remanente que aún ha quedado.

Isaías 37:15-21

Entonces Ezequías oró a Jehová, diciendo:

Joel 2:17

Entre la entrada y el altar, lloren los sacerdotes, ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no pongas en oprobio tu heredad, para que las gentes se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?

Amós 7:1-6

Así me ha mostrado el Señor Jehová; y he aquí, Él criaba langostas al principio que comenzaba a crecer el heno tardío; y he aquí, era el heno tardío después de las siegas del rey.

Romanos 7:24

¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?

Filipenses 4:6

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y súplica, con acción de gracias.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)