Deuteronomio 32:10
Lo encontró en tierra desierta, en la horrenda soledad de un desierto; lo rodeó, cuidó de él, lo guardó como a la niña de sus ojos.
Salmos 17:8
Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas
Zacarías 2:8
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, cuya gloria me ha enviado contra las naciones que os despojaron, porque el que os toca, toca la niña de su ojo:
Proverbios 7:2
Guarda mis mandamientos y vivirás, y mi enseñanza como la niña de tus ojos.
Jeremías 2:6
Tampoco dijeron: ¿Dónde está el SEÑOR que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra de yermos y de barrancos, por una tierra seca y tenebrosa, una tierra por la que nadie pasó y donde ningún hombre habitó?
Oseas 13:5
Yo te cuidé en el desierto, en tierra muy seca.
Deuteronomio 4:36
Desde los cielos te hizo oír su voz para disciplinarte; y sobre la tierra te hizo ver su gran fuego, y oíste sus palabras de en medio del fuego.
Deuteronomio 8:15-16
El te condujo a través del inmenso y terrible desierto, {con sus} serpientes abrasadoras y escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; El sacó para ti agua de la roca de pedernal.
Nehemías 9:19-21
tú, en tu gran compasión, no los abandonaste en el desierto; la columna de nube no los dejó de día, para guiarlos en el camino, ni la columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde debían andar.
Salmos 32:7-10
Tú eres mi escondedero; de la angustia me preservarás; con cánticos de liberación me rodearás. (Selah)
Salmos 107:4-5
Vagaron por el desierto, por lugar desolado, no hallaron camino a ciudad habitada;
Salmos 147:19-20
Declara su palabra a Jacob, {y} sus estatutos y sus ordenanzas a Israel.
Cantares 8:5
¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado? Debajo del manzano te desperté; allí tu madre tuvo dolores de parto por ti, allí tuvo dolores de parto, {y} te dio a luz.
Romanos 2:18
y conoces {su} voluntad; que apruebas las cosas que son esenciales, siendo instruido por la ley,
Romanos 3:2
Grande, en todo sentido. En primer lugar, porque a ellos les han sido confiados los oráculos de Dios.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido