Cantares 8:5
¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado? Debajo del manzano te desperté; allí tu madre tuvo dolores de parto por ti, allí tuvo dolores de parto, {y} te dio a luz.
Cantares 3:6
¿Qué es esoQuién es ésta}>> que sube del desierto como columnas de humo, con perfume de mirra e incienso, con todos los polvos aromáticos del mercader?
Cantares 2:3
Como el manzano entre los árboles del bosque, así es mi amado entre los jóvenes. A su sombra placentera me he sentado, y su fruto es dulce a mi paladar.
Cantares 3:4
Apenas los había pasado cuando hallé al que ama mi alma; lo agarré y no quise soltarlo, hasta que lo introduje en la casa de mi madre y en la alcoba de la que me concibió.
2 Crónicas 32:8
Con él está {sólo} un brazo de carne, pero con nosotros está el SEÑOR nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo confió en las palabras de Ezequías, rey de Judá.
Salmos 45:10-11
Escucha, hija, presta atención e inclina tu oído; olvídate de tu pueblo y de la casa de tu padre.
Salmos 63:8
A ti se aferra mi alma; tu diestra me sostiene.
Salmos 107:2-8
Dígan{lo} los redimidos del SEÑOR, a quienes ha redimido de la mano del adversario,
Cantares 3:11
Salid, hijas de Sion, y contemplad al rey Salomón con la corona con la cual su madre lo coronó el día de sus bodas, el día de la alegría de su corazón.
Cantares 4:8
{Ven} conmigo desde el Líbano, esposa {mía}, ven conmigo desde el Líbano. Baja desde la cumbre del Amaná, desde la cumbre del Senir y del Hermón, desde las guaridas de leones, desde los montes de leopardos.
Cantares 6:10
`` ¿Quién es ésta que se asoma como el alba, hermosa como la luna llena, refulgente como el sol, imponente como {escuadrones} abanderados?"
Cantares 8:1
¿Ah, si tú fueras como mi hermano, amamantado a los pechos de mi madre! {Si} te encontrara afuera, te besaría, y no me despreciarían.
Isaías 26:3-4
Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.
Isaías 36:6
`He aquí, tú confías en el báculo de esta caña quebrada, {es decir,} en Egipto, en el cual, si un hombre se apoya, penetrará en su mano y la traspasará. Así es Faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él.
Isaías 40:3
Una voz clama: Preparad en el desierto camino al SEÑOR; allanad en la soledad calzada para nuestro Dios.
Isaías 43:19
He aquí, hago algo nuevo, ahora acontece; ¿no lo percibís? Aun en los desiertos haré camino {y} ríos en el yermo.
Isaías 49:20-23
Todavía te dirán al oído los hijos de los que fuiste privada: ``El lugar es muy estrecho para mí; hazme sitio para que yo more {aquí}."
Jeremías 2:2
Ve y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: ``Así dice el SEÑOR: `De ti recuerdo el cariño de tu juventud, el amor de tu desposorio, de cuando me seguías en el desierto, por tierra no sembrada.
Oseas 12:4
Sí, luchó con el ángel y prevaleció, lloró y le pidió su ayuda; en Betel le encontró, y allí El habló con nosotros,
Miqueas 3:11
Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por precio, sus profetas adivinan por dinero, y se apoyan en el SEÑOR, diciendo: ¿No está el SEÑOR en medio de nosotros? No vendrá sobre nosotros mal alguno.
Juan 1:48-51
Natanael le dijo*: ¿Cómo es que me conoces? Jesús le respondió y le dijo:
Juan 13:23
Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba {a la mesa} reclinado en el pecho de Jesús.
Hechos 27:23-25
Porque esta noche estuvo en mi presencia un ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo,
Romanos 7:4
Por tanto, hermanos míos, también a vosotros se os hizo morir a la ley por medio del cuerpo de Cristo, para que seáis unidos a otro, a aquel que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
2 Corintios 12:9-10
Y El me ha dicho:
Gálatas 4:19
Hijos míos, por quienes de nuevo sufro dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros,
Efesios 1:12-13
a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar en Cristo, seamos para alabanza de su gloria.
1 Pedro 1:21
que por medio de El sois creyentes en Dios, que le resucitó de entre los muertos y le dio gloria, de manera que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
Apocalipsis 12:6
Y la mujer huyó al desierto, donde tenía* un lugar preparado por Dios, para ser sustentada allí, por mil doscientos sesenta días.
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