Entonces le dijeron: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?

Si aconteciere, que no te creyeren, ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.

Y aquel mismo día dio una señal, diciendo: Ésta es la señal de que Jehová ha hablado; he aquí que el altar se quebrará, y la ceniza que está sobre él se derramará.

Y el altar se rompió, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por palabra de Jehová.

los cuales dicen: Venga ya, apresúrese su obra, y veamos; acérquese, y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo sepamos!

Pide para ti señal de Jehová tu Dios, demandándola ya sea en lo profundo, o arriba en lo alto.

Entonces respondieron unos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro querríamos ver de ti señal.

Y vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.

Y vinieron los fariseos y comenzaron a altercar con Él, y tentándole, le pedían señal del cielo.

El Cristo, el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. También los que estaban crucificados con Él le injuriaban.

Y juntándose la multitud, comenzó a decir: Esta generación es mala: Demandan señal, y señal no le será dada, sino la señal de Jonás el profeta.

Y respondieron los judíos y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto?

(Pues los discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer).

Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.

Pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed a las obras; para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en Él.

Pero a pesar de que Él había hecho tantos milagros delante de ellos, no creían en Él;

Le dijeron, pues, los otros discípulos: Hemos visto al Señor. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.

y extiende tu mano para que sanidades, y milagros y prodigios sean hechos por el nombre de tu santo Hijo Jesús.

Porque los judíos piden señal, y los griegos buscan sabiduría;

testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros, y dones del Espíritu Santo según su voluntad.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)

Todas Traducciones
Reina Valera 1909
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
La Biblia de las Américas
La Nueva Biblia de los Hispanos
Spanish: Reina Valera Gómez
Spanish: Sagradas Escrituras 1569