Juan 6:39
Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero.
Juan 6:40
Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.
Juan 6:44
Ninguno puede venir á mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
Juan 6:54
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.
Juan 17:12
Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; á los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición; para que la Escritura se cumpliese.
Juan 18:9
Para que se cumpliese la palabra que había dicho: De los que me diste, ninguno de ellos perdí.
Mateo 18:14
Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.
Juan 6:37
Todo lo que el Padre me da, vendrá á mí; y al que á mí viene, no le hecho fuera.
1 Samuel 25:29
Bien que alguien se haya levantado á perseguirte y atentar á tu vida, con todo, el alma de mi señor será ligada en el haz de los que viven con Jehová Dios tuyo, y él arrojará el alma de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda.
Lucas 12:32
No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el reino.
Juan 5:28
No os maravilléis de esto; porque vendrá hora, cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;
Juan 10:27-30
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;
Juan 11:24-26
Marta le dice: Yo sé que resucitará en la resurrección en el día postrero.
Juan 12:48
El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Romanos 8:11
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos á Jesús mora en vosotros, el que levantó á Cristo Jesús de los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
Romanos 8:28-31
Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados.
Filipenses 3:20-21
Mas nuestra vivienda es en los cielos; de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
Colosenses 3:3-4
Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
2 Tesalonicenses 2:13-14
Mas nosotros debemos dar siempre gracias á Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salud, por la santificación del Espíritu y fe de la verdad:
2 Timoteo 2:19
Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor á los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.
1 Pedro 1:5
Para nosotros que somos guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que está aparejada para ser manifestada en el postrimero tiempo.
Judas 1:1
JUDAS, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, á los llamados, santificados en Dios Padre, y conservados en Jesucristo:
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido