Romanos 7:23

pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.

Gálatas 5:17

Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el {del} Espíritu {es} contra la carne, pues éstos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.

Santiago 4:1

¿De dónde {vienen} las guerras y los conflictos entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que combaten en vuestros miembros?

Romanos 7:25

Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.

1 Pedro 2:11

Amados, os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de las pasiones carnales que combaten contra el alma.

Romanos 6:19

Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la manera que presentasteis vuestros miembros {como} esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros {como} esclavos a la justicia, para santificación.

Romanos 7:21

Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí.

Romanos 8:2

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.

Salmos 142:7

Saca mi alma de la prisión, para que yo dé gracias a tu nombre; los justos me rodearán, porque tú me colmarás de bendiciones.

Eclesiastés 7:20

Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.

Romanos 6:13

ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado {como} instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios {como} instrumentos de justicia.

Romanos 7:5

Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas {despertadas} por la ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo a fin de llevar fruto para muerte.

Romanos 7:14

Porque sabemos que la ley es espiritual, pero yo soy carnal, vendido a la esclavitud del pecado.

1 Timoteo 6:11-12

Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.

2 Timoteo 2:25-26

corrigiendo tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad,

Hebreos 12:4

Porque todavía, en vuestra lucha contra el pecado, no habéis resistido hasta el punto de derramar sangre;

Santiago 3:2

Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

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