Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.

Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza luz, y camino de vida las reprensiones de la instrucción,

Los preceptos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.

Y {así} tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en vuestros corazones.

Tú enciendes mi lámpara, oh SEÑOR; mi Dios que alumbra mis tinieblas.

Envía tu luz y tu verdad; que ellas me guíen, que me lleven a tu santo monte, y a tus moradas.

Pero todas las cosas se hacen visibles cuando son expuestas por la luz, pues todo lo que se hace visible es luz.

cuando su lámpara resplandecía sobre mi cabeza, {y} a su luz caminaba yo en las tinieblas;

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