Versículos Más Populares de la Biblia en 2 Samuel 1
Rango de 2 Samuel:
David le preguntó: ¿Qué aconteció? Te ruego que me lo digas. Y él respondió: El pueblo ha huido de la batalla, y también muchos del pueblo han caído y han muerto; también Saúl y su hijo Jonatán han muerto.
Y David le dijo: ¿De dónde vienes? Y él le respondió: Me he escapado del campamento de Israel.
El joven que se lo había contado, dijo: Yo estaba por casualidad en el monte Gilboa, y he aquí, Saúl estaba apoyado sobre su lanza. Y he aquí que los carros y los jinetes lo perseguían de cerca.
Dijo David al joven que se lo había contado: ¿Cómo sabes que Saúl y su hijo Jonatán han muerto?
Y se lamentaron y lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del SEÑOR y {por} la casa de Israel, porque habían caído a espada.
Me puse, pues, junto a él y lo maté, porque yo sabía que él no podía vivir después de haber caído. Tomé la corona que {estaba} en su cabeza y la pulsera que {estaba} en su brazo, y los he traído aquí a mi señor.
Entonces David agarró sus ropas y las rasgó, y {así hicieron} también todos los hombres que {estaban} con él.
y ordenó que enseñaran a los hijos de Judá el {cántico del} arco; he aquí, está escrito en el libro de Jaser.
Entonces él me dijo: ``Te ruego que te pongas junto a mí y me mates, pues la agonía se ha apoderado de mí, porque todavía estoy con vida."
Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, porque tu boca ha testificado contra ti, al decir: ``Yo he matado al ungido del SEÑOR."
Y David le dijo: ¿Cómo es que no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del SEÑOR?
Llamando David a uno de los jóvenes, {le} dijo: Ve, mátalo. Y él lo hirió, y murió.
Dijo David al joven que se lo había contado: ¿De dónde eres? Y él respondió: Soy hijo de un extranjero, un amalecita.
Tu hermosura, oh Israel, ha perecido sobre tus montes. ¿Cómo han caído los valientes!
Oh montes de Gilboa, no haya sobre vosotros rocío ni lluvia, ni campos de ofrendas; porque allí fue deshonrado el escudo de los valientes, el escudo de Saúl, no ungido con aceite.
De la sangre de los muertos, de la grosura de los poderosos, el arco de Jonatán no volvía atrás, y la espada de Saúl no volvía vacía.
No {lo} anunciéis en Gat, no lo proclaméis en las calles de Ascalón; para que no se regocijen las hijas de los filisteos, para que no se alegren las hijas de los incircuncisos.
Saúl y Jonatán, amados y amables en su vida, y en su muerte no fueron separados; más ligeros eran que águilas, más fuertes que leones.
Hijas de Israel, llorad por Saúl, que os vestía lujosamente de escarlata, que ponía adornos de oro en vuestros vestidos.
¿Cómo han caído los valientes en medio de la batalla! Jonatán, muerto en tus alturas.
Estoy afligido por ti, Jonatán, hermano mío; tú me has sido muy estimado. Tu amor fue para mí más maravilloso que el amor de las mujeres.
Y al tercer día, he aquí, un hombre llegó del campamento de Saúl con sus ropas rasgadas y polvo sobre su cabeza, y al llegar ante David, cayó en tierra y se postró.
Sucedió que después de la muerte de Saúl, habiendo regresado David de la derrota de los amalecitas, David permaneció dos días en Siclag.