Porque sol y escudo es el SEÑOR Dios; gracia y gloria da el SEÑOR; nada bueno niega a los que andan en integridad.

Porque mejor es un día en tus atrios que mil {fuera de ellos.} Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios que morar en las tiendas de impiedad.

Para el director del coro; sobre Gitit. Salmo de los hijos de Coré. ¿Cuán preciosas son tus moradas, oh SEÑOR de los ejércitos!

¿Cuán bienaventurado es el hombre cuyo poder está en ti, en cuyo corazón están los caminos {a Sion}!

Pasando por el valle de Baca lo convierten en manantial, también las lluvias tempranas lo cubren de bendiciones.

Anhela mi alma, y aun desea con ansias los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo.

¿Cuán bienaventurados son los que moran en tu casa! Continuamente te alaban. (Selah)

Aun el ave ha hallado casa, y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos: ¿tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos, Rey mío y Dios mío!

Van de poder en poder, {cada uno de ellos} comparece ante Dios en Sion.

Oh SEÑOR de los ejércitos, ¿cuán bienaventurado es el hombre que en ti confía!

Mira, oh Dios, escudo nuestro, y contempla el rostro de tu ungido.

¿Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, oye mi oración; escucha, oh Dios de Jacob! (Selah)