39 Versículo de la Biblia sobre Antes de la Inundación
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Y dijo Jehová: No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.
y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque aún no había Jehová Dios hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,
y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, la octava persona, pregonero de justicia, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos;
Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, Cam, y a Jafet.
El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas;
Éstas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, perfecto fue en sus generaciones; con Dios caminó Noé.
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que entraron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: Éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
Por fe Noé, siendo advertido por Dios de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que es por la fe.
Y estableceré mi pacto con vosotros, y no será exterminada ya más toda carne con aguas de diluvio; ni habrá más diluvio para destruir la tierra. Y dijo Dios: Ésta es la señal del pacto que yo establezco con vosotros y con todo ser viviente que está con vosotros, por perpetuas generaciones. Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.Leer más.
Y será que cuando haré venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. Y me acordaré de mi pacto, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no serán más las aguas por diluvio para destruir toda carne. Y estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto eterno entre Dios y todo ser viviente de toda carne que hay sobre la tierra. Y dijo Dios a Noé: Ésta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.
los cuales en tiempo pasado fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se aparejaba el arca; en la cual pocas, es decir, ocho almas fueron salvadas por agua.
De todo animal limpio tomarás de siete en siete, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra. También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para guardar viva la simiente sobre la faz de toda la tierra.
Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para preservarles la vida contigo; macho y hembra serán. De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo para preservarles la vida.
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Y dijo Dios: Haya un firmamento en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios el firmamento, y apartó las aguas que estaban debajo del firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así.
y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque aún no había Jehová Dios hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor, que regaba toda la faz de la tierra.
Éstas son las generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio.
y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
Y edificó Noé un altar a Jehová y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.
Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.
También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes: y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.
sino que subía de la tierra un vapor, que regaba toda la faz de la tierra.
Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro ramales.
E hizo Dios el firmamento, y apartó las aguas que estaban debajo del firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así.
Éstos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque aún no había Jehová Dios hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor, que regaba toda la faz de la tierra.Leer más.
Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida; y fue el hombre un alma viviente. Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer: también el árbol de la vida en medio del huerto, y el árbol del conocimiento del bien y el mal. Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro ramales. El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y piedra ónice. El nombre del segundo río es Gihón: éste es el que rodea toda la tierra de Etiopía. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va delante de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates. Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto libremente podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán, para que viese cómo les había de llamar; y de la manera que Adán llamó a los animales vivientes, ése es su nombre. Y puso nombres a toda bestia y ave de los cielos y a todo animal del campo: mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. Y Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y se quedó dormido; entonces tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar; Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Y dijo Adán: Ésta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su esposa, y no se avergonzaban.
En el principio creó Dios el cielo y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Porque esto me será como las aguas de Noé; que juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reprenderé.
El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas; y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
Y las aguas prevalecieron mucho en extremo sobre la tierra; y todas las altas montañas que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertas. Quince codos más alto subieron las aguas; y fueron cubiertas las montañas.
Y aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, se tomaron mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.Leer más.
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que entraron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: Éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre. Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le pesó en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra, a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo, porque me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia en los ojos de Jehová. Éstas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, perfecto fue en sus generaciones; con Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu esposa, y las esposas de tus hijos contigo.
Y aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, se tomaron mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.Leer más.
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que entraron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: Éstos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre. Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le pesó en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra, a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo, porque me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia en los ojos de Jehová.
Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados para guardar el camino del árbol de la vida.
Y como en los días de Noé, así también será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así también será la venida del Hijo del Hombre.
Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, al primer día del mes, las aguas se secaron de sobre la tierra. Y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca.
viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, se tomaron mujeres, escogiendo entre todas.
Y dijo Dios a Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí; porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Hazte un arca de madera de gofer; harás compartimentos en el arca y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. Y de esta manera la harás: De trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.Leer más.
Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba: y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero. Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu esposa, y las esposas de tus hijos contigo.