19 Versículo de la Biblia sobre Cosas secretas
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Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.
Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta ley.
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y difíciles que tú no conoces.
Porque nada hay encubierto, que no haya de ser revelado; ni oculto, que no haya de saberse. Por tanto, lo que dijisteis en tinieblas, a la luz será oído; y lo que hablasteis al oído en las alcobas, será pregonado en las azoteas.
Él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con Él.
Gloria de Dios es ocultar un asunto; Pero honra del rey es escudriñarlo.
Y dijo: Anda, Daniel, que estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.
Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.
Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.
Y cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; y oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.
Porque no hará nada el Señor Jehová, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; mas os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todas las cosas que he oído de mi Padre.
pero ahora es hecho manifiesto, y por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, dado a conocer a todas las naciones para obediencia de la fe.
Antes, como está escrito: Ojo no ha visto, ni oído ha escuchado, ni han subido en corazón de hombre, las cosas que Dios ha preparado para los que le aman.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo;
que en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, había de reunir todas las cosas en Cristo, así las que están en el cielo, como las que están en la tierra, aun en Él.
misterio que en otras edades no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu;
el misterio que había estado oculto desde los siglos y por generaciones, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,