52 Versículo de la Biblia sobre Sombras
Versículos Más Relevantes
Caminan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto. Por tanto, la fortaleza de Faraón será vuestra vergüenza, y la confianza en la sombra de Egipto será vuestra confusión.
Y el escaramujo respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, y aseguraos debajo de mi sombra; y si no, fuego salga del escaramujo que devore los cedros del Líbano.
A la sombra de Hesbón se pararon los que huían de la fuerza; mas salió fuego de Hesbón, y llama de en medio de Sehón, y quemó el rincón de Moab, y la coronilla de los hijos revoltosos.
Volverán, y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor será como el del vino del Líbano.
Entonces salió Jonás de la ciudad, y asentó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí un cobertizo, y se sentó debajo de él a la sombra, hasta ver qué sería de la ciudad. Y preparó Jehová Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que hiciese sombra sobre su cabeza, y le librase de su mal; y Jonás se alegró grandemente por la calabacera.
pero después de sembrado, crece, y se hace la más grande de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de manera que las aves del cielo pueden anidar bajo su sombra.
El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
Guárdame como a la niña de tu ojo, escóndeme bajo la sombra de tus alas,
¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.
«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva» Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos.
Porque has sido mi socorro; y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Jehová es tu guardador: Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
Y creará Jehová sobre toda la morada del monte de Sión, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel. Y habrá cobertizo para sombra contra el calor del día, y para refugio y escondedero contra la tormenta y contra el aguacero.
Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra la tormenta, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como tormenta contra el muro Como el calor en lugar seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como calor debajo de nube, harás marchitar el renuevo de los violentos.
Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta limpia, me guardó en su aljaba.
Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, para yo plantar los cielos y fundar la tierra, y decir a Sión: Pueblo mío eres tú.
Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.
El aliento de nuestra nariz, el ungido de Jehová fue apresado en sus fosos; de quien habíamos dicho: A su sombra tendremos vida entre las naciones.
Así dice Jehová el Señor: Y yo tomaré el más alto de los renuevos de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre un monte alto y sublime. En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y llevará fruto, y se hará magnífico cedro; y todas las especies de aves habitarán debajo de él, a la sombra de sus ramas habitarán.
El hombre es semejante a la vanidad: Sus días son como la sombra que pasa.
Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días cual sombra sobre la tierra, y nadie permanece.
porque nosotros somos de ayer y nada sabemos, pues nuestros días sobre la tierra son como una sombra.
Que sale como una flor y es cortado; y huye como la sombra, y no permanece.
Mis días son como la sombra que se va; y me he secado como la hierba.
Me voy como la sombra cuando declina; soy sacudido como langosta.
Por esto se alejó de nosotros el juicio, y no nos alcanzó justicia; esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandor, y andamos en oscuridad.
Perezca el día en que yo nací, y la noche en que se dijo: Varón es concebido. Sea aquel día sombrío, y no cuide de él Dios desde arriba, ni claridad sobre él resplandezca. Aféenlo tinieblas y sombra de muerte; repose sobre él nublado, que lo haga horrible como día caliginoso.
Como el siervo anhela la sombra, y como el jornalero espera la paga de su trabajo, así he tenido que poseer meses de vanidad, y noches de congoja me fueron asignadas.
Mi rostro está hinchado con el lloro, y mis párpados entenebrecidos:
Y mis ojos se oscurecieron por causa del dolor, y mis pensamientos todos son como sombra.
¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte, y has visto las puertas de la sombra de muerte?
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Antes que vaya para no volver, a la tierra de tinieblas y de sombra de muerte; Tierra de oscuridad, lóbrega como sombra de muerte, sin orden, donde la luz es como la oscuridad misma.
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Él descubre las profundidades de las tinieblas, y saca a luz la sombra de muerte.
No hay tinieblas ni sombra de muerte donde se oculten los que obran maldad.
Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día: lo mismo te son las tinieblas que la luz.
Él revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con Él.
El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz: Y a los asentados en región y sombra de muerte, luz les resplandeció.
El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
Levántate, resplandece; que ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad los pueblos; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.
para dar luz a los que habitan en tinieblas y sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz.
Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o respecto a días de fiesta o de luna nueva, o de sábados; que son la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo.
los cuales sirven de ejemplo y sombra de las cosas celestiales, como fue advertido por Dios a Moisés cuando estaba por comenzar el tabernáculo: Mira, dice, haz todas las cosas conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
Y cuando Gaal vio al pueblo, dijo a Zebul: He allí pueblo que desciende de las cumbres de las montañas. Y Zebul le respondió: Tú ves la sombra de las montañas como si fueran hombres.
Sucedió, pues, que cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del sábado, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del sábado; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de sábado no introdujesen carga.
Declarad guerra contra ella: levantaos y asaltémosla al mediodía. ¡Ay de nosotros! que va cayendo ya el día, que las sombras de la tarde se han extendido.
Y respondió Isaías: Esta señal tendrás de Jehová, de que Jehová hará esto que ha dicho: ¿Avanzará la sombra diez grados, o retrocederá diez grados? Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados: pero no que la sombra vuelva atrás diez grados. Entonces el profeta Isaías clamó a Jehová; e hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Acaz, diez grados atrás.
He aquí que yo haré retroceder la sombra de los grados, que ha descendido por el sol en el reloj de Acaz, diez grados. Y el sol retrocedió diez grados atrás, por los cuales había ya descendido.
tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos.
que son la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo.